El fichaje de Javier Matilla, por el que el Betis pagó algo más de 1,3 millones de euros, fue una de las apuestas del verano tanto de la dirección deportiva como del entrenador, que veían en el toledano al manijero ideal para elaborar el juego del equipo verdiblanco. Pero apenas un mes después, y tras finalizar hoy la segunda concentración del equipo en tierras británicas, Matilla no acaba de encontrar su sitio en el equipo e incluso se ha visto superado por Salva Sevilla y el joven canterano Sergio Rodríguez en las rotaciones de Pepe Mel.

No es que exista una excesiva preocupación en el club con este asunto, ya que se considera que la calidad de Matilla acabará por relucir en el Betis, pero algunas voces sí empiezan a dudar ya de la idoneidad de su fichaje, sobre todo por la cantidad invertida en tiempos de crisis. Y es que, visto lo visto, el Betis tiene cubierta la posición donde se desenvuelve el toledano, mientras que tiene otras carencias en otras zonas del campo como la defensa o la delantera.

Matilla llegó un punto por debajo que sus compañeros a la pretemporada, algo que ya pudo comprobar el cuerpo médico en los reconocimientos que se realizaron antes de ponerse a trabajar. En un principio, no se le dio una mayor importancia, debido a que el centrocampista apenas intervino la pasada temporada en el Villarreal, por lo que se le achacaba a esa falta de continuidad el déficit que presentaba en su estado físico. Pese a todo, Mel comenzó el trabajo veraniego con Matilla entre los titulares, pero poco a poco ha ido perdiendo la confianza en el toledano.

"Debe trabajar mucho más para ganarse un sitio en el equipo. Se tiene mucha confianza en él, pero se tiene que adaptar a lo que se quiere en esa zona del campo", manifiesta un integrante del cuerpo técnico del equipo, cuando se le cuestiona por esa desaparición de Matilla en las alineaciones. El ex jugador del Villarreal sí ha mostrado algunas de sus virtudes, como la de ofrecerse siempre a sus compañeros o su buen toque de la pelota, pero no acaba de convertirse en el catalizador del juego del equipo.

Incluso la aparición del canterano Sergio Rodríguez, la revelación de la pretemporada y una apuesta de Mel desde el final de la pasada campaña, ha ensombrecido a Matilla, que está pasando desapercibido en estos primeros encuentros del año. "Sergio es un jugador tipo Barça", comentan en el club verdiblanco, donde los seguidores del joven canterano empiezan a multiplicarse. "Me está confirmando en la pretemporada lo que intuía de él", llegó a escribir Mel en su twitter hace unos días sobre el propio Sergio. A la irrupción del canterano se añade la ilusión que está mostrando Salva Sevilla en la temporada de su estreno en Primera. El virgitano, ya plenamente adaptado a lo que Mel pretende de él en el campo, también aparece por delante de Matilla en las rotaciones de los titulares.

Aún es pronto para extraer conclusiones, pero Matilla necesita mejorar su rendimiento, para acallar a las primeras voces críticas que empiezan a aparecer en torno a su figura. Su calidad nadie la pone en duda, como se comprueba en cada entrenamiento, pero su adaptación a lo que Mel pretende para los centrocampistas debe acelerarse sí pretende comenzar la temporada como titular.

Ahora mismo tanto Sergio como Salva Sevilla cuentan con más posibilidad de aparecer en la primera alineación de Mel el día del derbi y ya sólo quedan dos amistosos -el jueves ante el Coria y el sábado ante la Juventus- para cambiar la opinión, y el once, del entrenador verdiblanco.


El 'extraño' caso Matilla