«En el club se están perdiendo valores y sentimientos»
Los capitanes analizan su situación. Arzu echa en falta el concepto de club que ellos sí practican. Goitia espera que se informe de lo que se va a hacer
MATEO GONZÁLEZ
Sin tapujos, pero con el brazalete presente en su discurso, Arzu y Goitia, los capitanes del Betis, se sentaban en los cómodos sillones de la recepción del hotel Vale de Hensol para charlar con los enviados especiales a la concentración. El stage galés es un remanso de paz y dos pesos pesados del vestuario eran llamados para que rompieran su silencio y les dieran voz a sus sensaciones en un verano muy duro. Ambos tuvieron que escuchar el 5 de junio de boca de Vlada Stosic que el club no contaba con ellos y que tenían que buscarse equipo. El nazareno continúa en la misma situación, pero el vasco ha tenido fortuna de rebote por la lesión de Fabricio. Al canterano le duele que casi once años en el primer equipo signifiquen poco ahora y apela al cambio de mentalidad de la entidad hacia la empresa. Y el meta varía el chip. Analizan sus situaciones personales pero ponen al grupo por delante. Palabra de capitanes.
—¿Cómo llevan todo lo sucedido?
—Arzu: Es verdad que desde junio me comunicaron si podía buscarme equipo o que el Betis iba a tratar de encontrar otras opciones porque, en ese momento, no entraba en los planes. No ha salido nada que me satisfaga y supongo que iremos viendo el mercado hasta última hora. Me ha convocado el míster para Fuenterrabía y ahora estoy aquí en Gales. Me considero jugador del Real Betis. Tengo dos años de contrato y voy a seguir trabajando para mí y para estar dentro del grupo.
—Goitia: La mía es una situación similar. En junio nos comunicaron el planteamiento de esta temporada por parte de la dirección deportiva. Ha sido un verano movidito para los representantes que han tratado el tema, pero debido a la mala fortuna de la lesión de Fabricio, ya escuchasteis a Vlada Stosic decir que la postura ha cambiado.
—Iñaki, ¿se había hecho a la idea de que tenía que marcharse?
—G.: Sí. El 5 de junio el club me comunica que está buscando portero y que caso de encontrarlo, la salida que querían que se realizara era la mía. Mi representante es el que comienza a trabajar y a buscar salidas. Hasta esta semana, que por el percance del compañero cambia todo. Pero las cosas se comentan cuando verdaderamente existen y se puede llevar a cabo. Sabéis que soy parco en palabras y sólo me gusta contar las cosas cuando verdaderamente existen. No ha habido ninguna oferta por mí.
—¿Ha visto como buena noticia continuar aunque fuera por la lesión de un compañero?
—G.: No voy a desearle un mal a un compañero, viene por una situación que no me agrada. Cuando estás trabajando al máximo para encontrarte bien para enfrentarte a lo que pueda ocurrir, y de golpe y porrazo cambian drásticamente las tornas y te dicen eso... Ahora hay que cambiar el chip y mentalizarse bien para estar en la mejor forma posible.
—¿Es duro ser capitán en estas circunstancias?
—A.: Yo voy a actuar igual que el año pasado. Entonces estaba en la plantilla pero ya estaba en una situación mala para mí. Conforme vayan surgiendo problemas en la plantilla para eso están los capitanes, para dar la cara. Eso no me cuesta trabajo.
—Bosch dijo que saldrían cuatro o cinco jugadores. ¿Se plantea que puedan dejarle sin ficha?
—A.: Puede pasar de todo. Yo este verano no he hecho ninguna declaración y se ha hablado mucho de mí. Lo que tenga que hablar con el club lo haré de frente. Soy una persona clara y cuando me tengan que comunicar algo me lo dirán. Ahora no sé nada de si me van a dejar sin ficha u otras actuaciones. De lo que se ha hablado es diferente. Cuando tenga noticias, actuaré. Sí puedo decir que estoy en mi derecho de defender mi contrato y ahora mismo me siento jugador del Betis, cuando no lo sea defenderé otras cosas. Lo único que me ha dicho el club es que no entramos en los planes del míster.
—¿La presión que se le ha hecho al vestuario con el asunto de los ERE ha sido tal?
—G.: La situación viene porque hay una serie de jugadores y muchas fichas que cubrir. Bosch nos comunica que la última medida que puede tomarse bajo la dirección de la empresa o un club es la del ERE, pero tanto por parte de ellos o nuestra querrían una salida positiva para todos.
—¿Fue una amenaza?
—G.: No, es la realidad, el fútbol hoy día está muy al tanto del proceso concursal y todos conocemos a gente que se ha visto afectada con el ERE en empresas. Nosotros somos realistas y sabemos que se puede llevar a cabo. El club y nosotros no queremos llegar esa situación.
—Sí se ha aireado que tienen fichas inasumibles...
—A.: Todo eso es relativo. Se maneja en función de los medios. Llevo muchísimos años en el Betis y como canteranos hemos estado peor pagados que los chavales de hoy en día y estando en una época buena del club. También puedo decir que se llevaron mucho tiempo prometiéndome un contrato para que ahora me digan que tengo un contrato alto. Quizás si me hubieran dado hace tiempo un contrato mediano, llevaría cobrado más dinero que ahora. Entonces eso es relativo. Voy a defender lo mío y vosotros sabéis lo que hemos pasado aquí.
—¿Duele mucho eso?
—A.: Me duelen muchas cosas pero por desgracia en las empresas de hoy en día el sentimiento se deja de lado y lo que cuenta es ¿me vales para hoy? Sí. ¿Y para pasado mañana? No lo sé. Pues buscas a otro. Esas cosas desgraciadamente están pasando en los clubes y hay que acatarlas. Somos profesionales.
—¿Cómo puede seguir controlándose la paz en el vestuario?
—G.: Una de las virtudes de este grupo es que es un gran grupo. Intentamos transmitir transparencia entre club-plantilla-club. Una de las cosas que pueden molestarnos mucho son las pequeñas filtraciones que hay. Siempre pedimos transparencia y agradecimos en un momento dado que pronto, el 5 de junio, nos dijeran que teníamos que buscar una solución al igual que agradecemos si tienen una última opción de llevar a cabo un ERE y que te lo comuniquen también. Lo fácil es no comunicarlo y que te lo hagan. Es una ****** también, ¿no? Nosotros, hasta ahora, ofrecemos claridad total al respecto. Y se lleva de la mejor forma posible sabiendo que sólo podemos hacer el trabajo deportivo. Lo único que hemos llevado a cabo es subir al equipo para que económicamente haya más solvencia. Los directivos son los que tienen que confeccionar plantillas. Tienen argumentos para ello, nos dijeron que no contábamos y lo acatamos porque les compete a ellos; lo nuestro sólo radica sobre el campo.
—¿Qué piensan del asunto Emana?
—A.: De ese tema no tenemos la información suficiente como para que el grupo pueda opinar. Lo que sí pedimos que se solucione lo antes posible para que el grupo no esté pensando en la más mínima tontería y para que todo vaya como tiene que funcionar. Y son cosas que tienen que arreglar tanto Achille como el club.
—¿Él les ha comentado algo?
—A.: Habló conmigo pero son conversaciones privadas. Quería hablar con la plantilla y supongo que cuando lleguemos a Sevilla atajaremos el tema dentro del vestuario, pero no voy a comentar nada de eso.
—¿Es intolerable su actitud?
—G.: Es mi tercera pretemporada con el Betis y en vez de hablar del buen partido y el trabajo del equipo aquí siempre se sacan peros. Siempre hay problemas. Lo básico es que club y jugador aclaren las posturas, que no hagan declaraciones porque es lo más fácil para todos. Lo único que puede ser que cada uno opine de una forma y va a hablar mucha gente. Sabemos todo lo que tiene detrás el club. Hay que aclararlo de una forma rápida y sencilla, es lo más lógico. Pero se hace mucho comentario y la bola pequeña se va haciendo más grande.
—¿Qué es lo mejor que puede pasar? ¿Venta, que se reincorpore, que esté un año parado...?
—A.: Queremos resguardar al vestuario, estas dudas las pueden aclarar el jugador y el club. El que quiera opinar de esto va a salir mal. No tenemos las informaciones de las dos partes.
—G.: Nosotros pensábamos que estaba vendido. Vinimos aquí y leímos lo que pasaba y de golpe y porrazo se ha ido haciendo la bola.
—El entrenador sí ha dicho que tiene que pedir disculpas al vestuario.
—A.: Creo que si tiene que pasar, eso va a salir del jugador. Tenemos un vestuario demasiado bueno. Esas cosas las tenemos que limpiar nosotros y si alguien tiene que hacer un comentario, que lo hagan ellos.
—¿Se ven ustedes empezando o estando en una lista para el derbi?
—A.: Mi sensación con todos los ingredientes que tengo y lo que he vivido en este poco tiempo del verano es que te desmotiva, pero yo voy cada mañana a entrenarme como uno más. Y se ven tantas cosas en este mundo del fútbol que pueden pasar que hoy estás, mañana no y pasado, sí. Yo trabajo con ilusión, pero sí soy realista y desde que me fui de vacaciones hasta ahora han pasado cosas que sí que me desmotivan.
—G.: Yo nunca he jugado un derbi y me gustaría ganar el primero, es una cosa que siempre dicen bonita y especial, quiero sentirlo. Me motiva.
—Arzu, ¿le da pena que pueda salir por la puerta de atrás después de tantos años en el club?
—A.: Me da pena. Mi tema les afecta mucho más a mis familiares que a mí, pero me da mucha pena ver a canteranos que han sido mundialistas y que han ganado la Eurocopa cómo han salido de aquí. Ya sea por parte de la afición porque se han ido no siendo queridos, pero no ha sido justo. Eso me da más pena que incluso mi caso. Y por eso creo que eso no está bien. He dicho antes que en el club se están perdiendo valores y sentimientos.
—¿No han cambiado las cosas tras la marcha de Lopera?
—A.: Vosotros sois los que tenéis que opinar. No hay mucho corazón. Somos números y rendimiento. Ahora mismo creo que se deberían valorar otras cosas. En nuestra situación, cuando pase lo que tenga que pasar, si pasa, yo voy a defender lo mío a muerte y confiaré en la justicia si algo tiene que pasar. Sólo podemos actuar conforme lleguen las cosas; no podemos hacer más.
—¿Qué opina de que se hable de que tienen que bajarse el salario y mientras, contraten a personal ejecutivo del club?
—A.: Mi opinión me la reservo. Yo voy a defender lo mío si me lo tocan, pero no podemos hacer de empresarios.
—¿Cómo están viviendo la situación los más jóvenes?
—A.: Mire, a los chavales, cuando tenemos cualquier reunión, los sacamos del vestuario porque tienen 16-17-18 años y hay que mimarlos y que no se empapen de eso. Ahora la mayoría de las cosas son problemas y creo que muchas no las deben saber. Se tienen que centrar en lo de su edad, estudiar, jugar a la Play y estar lo mejor posible.
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Arzu hijo, el problema del Betis es ese, no haber mirado la productividad y haber dejado a gente como tu.
Los capitanes analizan su situación. Arzu echa en falta el concepto de club que ellos sí practican. Goitia espera que se informe de lo que se va a hacer
MATEO GONZÁLEZ
Sin tapujos, pero con el brazalete presente en su discurso, Arzu y Goitia, los capitanes del Betis, se sentaban en los cómodos sillones de la recepción del hotel Vale de Hensol para charlar con los enviados especiales a la concentración. El stage galés es un remanso de paz y dos pesos pesados del vestuario eran llamados para que rompieran su silencio y les dieran voz a sus sensaciones en un verano muy duro. Ambos tuvieron que escuchar el 5 de junio de boca de Vlada Stosic que el club no contaba con ellos y que tenían que buscarse equipo. El nazareno continúa en la misma situación, pero el vasco ha tenido fortuna de rebote por la lesión de Fabricio. Al canterano le duele que casi once años en el primer equipo signifiquen poco ahora y apela al cambio de mentalidad de la entidad hacia la empresa. Y el meta varía el chip. Analizan sus situaciones personales pero ponen al grupo por delante. Palabra de capitanes.
—¿Cómo llevan todo lo sucedido?
—Arzu: Es verdad que desde junio me comunicaron si podía buscarme equipo o que el Betis iba a tratar de encontrar otras opciones porque, en ese momento, no entraba en los planes. No ha salido nada que me satisfaga y supongo que iremos viendo el mercado hasta última hora. Me ha convocado el míster para Fuenterrabía y ahora estoy aquí en Gales. Me considero jugador del Real Betis. Tengo dos años de contrato y voy a seguir trabajando para mí y para estar dentro del grupo.
—Goitia: La mía es una situación similar. En junio nos comunicaron el planteamiento de esta temporada por parte de la dirección deportiva. Ha sido un verano movidito para los representantes que han tratado el tema, pero debido a la mala fortuna de la lesión de Fabricio, ya escuchasteis a Vlada Stosic decir que la postura ha cambiado.
—Iñaki, ¿se había hecho a la idea de que tenía que marcharse?
—G.: Sí. El 5 de junio el club me comunica que está buscando portero y que caso de encontrarlo, la salida que querían que se realizara era la mía. Mi representante es el que comienza a trabajar y a buscar salidas. Hasta esta semana, que por el percance del compañero cambia todo. Pero las cosas se comentan cuando verdaderamente existen y se puede llevar a cabo. Sabéis que soy parco en palabras y sólo me gusta contar las cosas cuando verdaderamente existen. No ha habido ninguna oferta por mí.
—¿Ha visto como buena noticia continuar aunque fuera por la lesión de un compañero?
—G.: No voy a desearle un mal a un compañero, viene por una situación que no me agrada. Cuando estás trabajando al máximo para encontrarte bien para enfrentarte a lo que pueda ocurrir, y de golpe y porrazo cambian drásticamente las tornas y te dicen eso... Ahora hay que cambiar el chip y mentalizarse bien para estar en la mejor forma posible.
—¿Es duro ser capitán en estas circunstancias?
—A.: Yo voy a actuar igual que el año pasado. Entonces estaba en la plantilla pero ya estaba en una situación mala para mí. Conforme vayan surgiendo problemas en la plantilla para eso están los capitanes, para dar la cara. Eso no me cuesta trabajo.
—Bosch dijo que saldrían cuatro o cinco jugadores. ¿Se plantea que puedan dejarle sin ficha?
—A.: Puede pasar de todo. Yo este verano no he hecho ninguna declaración y se ha hablado mucho de mí. Lo que tenga que hablar con el club lo haré de frente. Soy una persona clara y cuando me tengan que comunicar algo me lo dirán. Ahora no sé nada de si me van a dejar sin ficha u otras actuaciones. De lo que se ha hablado es diferente. Cuando tenga noticias, actuaré. Sí puedo decir que estoy en mi derecho de defender mi contrato y ahora mismo me siento jugador del Betis, cuando no lo sea defenderé otras cosas. Lo único que me ha dicho el club es que no entramos en los planes del míster.
—¿La presión que se le ha hecho al vestuario con el asunto de los ERE ha sido tal?
—G.: La situación viene porque hay una serie de jugadores y muchas fichas que cubrir. Bosch nos comunica que la última medida que puede tomarse bajo la dirección de la empresa o un club es la del ERE, pero tanto por parte de ellos o nuestra querrían una salida positiva para todos.
—¿Fue una amenaza?
—G.: No, es la realidad, el fútbol hoy día está muy al tanto del proceso concursal y todos conocemos a gente que se ha visto afectada con el ERE en empresas. Nosotros somos realistas y sabemos que se puede llevar a cabo. El club y nosotros no queremos llegar esa situación.
—Sí se ha aireado que tienen fichas inasumibles...
—A.: Todo eso es relativo. Se maneja en función de los medios. Llevo muchísimos años en el Betis y como canteranos hemos estado peor pagados que los chavales de hoy en día y estando en una época buena del club. También puedo decir que se llevaron mucho tiempo prometiéndome un contrato para que ahora me digan que tengo un contrato alto. Quizás si me hubieran dado hace tiempo un contrato mediano, llevaría cobrado más dinero que ahora. Entonces eso es relativo. Voy a defender lo mío y vosotros sabéis lo que hemos pasado aquí.
—¿Duele mucho eso?
—A.: Me duelen muchas cosas pero por desgracia en las empresas de hoy en día el sentimiento se deja de lado y lo que cuenta es ¿me vales para hoy? Sí. ¿Y para pasado mañana? No lo sé. Pues buscas a otro. Esas cosas desgraciadamente están pasando en los clubes y hay que acatarlas. Somos profesionales.
—¿Cómo puede seguir controlándose la paz en el vestuario?
—G.: Una de las virtudes de este grupo es que es un gran grupo. Intentamos transmitir transparencia entre club-plantilla-club. Una de las cosas que pueden molestarnos mucho son las pequeñas filtraciones que hay. Siempre pedimos transparencia y agradecimos en un momento dado que pronto, el 5 de junio, nos dijeran que teníamos que buscar una solución al igual que agradecemos si tienen una última opción de llevar a cabo un ERE y que te lo comuniquen también. Lo fácil es no comunicarlo y que te lo hagan. Es una ****** también, ¿no? Nosotros, hasta ahora, ofrecemos claridad total al respecto. Y se lleva de la mejor forma posible sabiendo que sólo podemos hacer el trabajo deportivo. Lo único que hemos llevado a cabo es subir al equipo para que económicamente haya más solvencia. Los directivos son los que tienen que confeccionar plantillas. Tienen argumentos para ello, nos dijeron que no contábamos y lo acatamos porque les compete a ellos; lo nuestro sólo radica sobre el campo.
—¿Qué piensan del asunto Emana?
—A.: De ese tema no tenemos la información suficiente como para que el grupo pueda opinar. Lo que sí pedimos que se solucione lo antes posible para que el grupo no esté pensando en la más mínima tontería y para que todo vaya como tiene que funcionar. Y son cosas que tienen que arreglar tanto Achille como el club.
—¿Él les ha comentado algo?
—A.: Habló conmigo pero son conversaciones privadas. Quería hablar con la plantilla y supongo que cuando lleguemos a Sevilla atajaremos el tema dentro del vestuario, pero no voy a comentar nada de eso.
—¿Es intolerable su actitud?
—G.: Es mi tercera pretemporada con el Betis y en vez de hablar del buen partido y el trabajo del equipo aquí siempre se sacan peros. Siempre hay problemas. Lo básico es que club y jugador aclaren las posturas, que no hagan declaraciones porque es lo más fácil para todos. Lo único que puede ser que cada uno opine de una forma y va a hablar mucha gente. Sabemos todo lo que tiene detrás el club. Hay que aclararlo de una forma rápida y sencilla, es lo más lógico. Pero se hace mucho comentario y la bola pequeña se va haciendo más grande.
—¿Qué es lo mejor que puede pasar? ¿Venta, que se reincorpore, que esté un año parado...?
—A.: Queremos resguardar al vestuario, estas dudas las pueden aclarar el jugador y el club. El que quiera opinar de esto va a salir mal. No tenemos las informaciones de las dos partes.
—G.: Nosotros pensábamos que estaba vendido. Vinimos aquí y leímos lo que pasaba y de golpe y porrazo se ha ido haciendo la bola.
—El entrenador sí ha dicho que tiene que pedir disculpas al vestuario.
—A.: Creo que si tiene que pasar, eso va a salir del jugador. Tenemos un vestuario demasiado bueno. Esas cosas las tenemos que limpiar nosotros y si alguien tiene que hacer un comentario, que lo hagan ellos.
—¿Se ven ustedes empezando o estando en una lista para el derbi?
—A.: Mi sensación con todos los ingredientes que tengo y lo que he vivido en este poco tiempo del verano es que te desmotiva, pero yo voy cada mañana a entrenarme como uno más. Y se ven tantas cosas en este mundo del fútbol que pueden pasar que hoy estás, mañana no y pasado, sí. Yo trabajo con ilusión, pero sí soy realista y desde que me fui de vacaciones hasta ahora han pasado cosas que sí que me desmotivan.
—G.: Yo nunca he jugado un derbi y me gustaría ganar el primero, es una cosa que siempre dicen bonita y especial, quiero sentirlo. Me motiva.
—Arzu, ¿le da pena que pueda salir por la puerta de atrás después de tantos años en el club?
—A.: Me da pena. Mi tema les afecta mucho más a mis familiares que a mí, pero me da mucha pena ver a canteranos que han sido mundialistas y que han ganado la Eurocopa cómo han salido de aquí. Ya sea por parte de la afición porque se han ido no siendo queridos, pero no ha sido justo. Eso me da más pena que incluso mi caso. Y por eso creo que eso no está bien. He dicho antes que en el club se están perdiendo valores y sentimientos.
—¿No han cambiado las cosas tras la marcha de Lopera?
—A.: Vosotros sois los que tenéis que opinar. No hay mucho corazón. Somos números y rendimiento. Ahora mismo creo que se deberían valorar otras cosas. En nuestra situación, cuando pase lo que tenga que pasar, si pasa, yo voy a defender lo mío a muerte y confiaré en la justicia si algo tiene que pasar. Sólo podemos actuar conforme lleguen las cosas; no podemos hacer más.
—¿Qué opina de que se hable de que tienen que bajarse el salario y mientras, contraten a personal ejecutivo del club?
—A.: Mi opinión me la reservo. Yo voy a defender lo mío si me lo tocan, pero no podemos hacer de empresarios.
—¿Cómo están viviendo la situación los más jóvenes?
—A.: Mire, a los chavales, cuando tenemos cualquier reunión, los sacamos del vestuario porque tienen 16-17-18 años y hay que mimarlos y que no se empapen de eso. Ahora la mayoría de las cosas son problemas y creo que muchas no las deben saber. Se tienen que centrar en lo de su edad, estudiar, jugar a la Play y estar lo mejor posible.
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Arzu hijo, el problema del Betis es ese, no haber mirado la productividad y haber dejado a gente como tu.
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