Luis A. Lastra
Sólo ha habido ocho reclamaciones al listado de acreedores y no hará falta ningún juicio para resolverlas. El club confía en que el convenio esté cuando acabe la temporada 2011-12.
El concurso de acreedores del Betis continúa con su trayectoria legal y de momento no hay mayores inconvenientes, más bien al contrario. Excepto el pequeño gran detalle de que una buena parte de los futbolistas tendrán que ver recortadas sus fichas si quieren seguir vistiendo de verde y blanco, los tres administradores concursales están realizando un trabajo tan impecable que el proceso casi ha recorrido su primera fase sin apenas traspiés. Esa etapa inicial es la confección y aprobación del listado de acreedores y la deuda del club con cada uno de ellos. Y la noticia es que ya concluyó el plazo para impugnarlo y ha habido muy pocas reclamaciones, ocho, y ninguna importante, así que el listado acabará siendo aprobado sin necesidad de que haya ni un solo juicio y los administradores podrán pasar a la siguiente etapa, la importante de verdad: negociar el convenio.
El 9 de junio, Antonio Jesús González, Francisco Tato y Gerardo Narbona presentaron las principales conclusiones del estudio que habían efectuado sobre las cuentas del Betis y comentaron que el siguiente paso era enviar el listado de acreedores a todos los que en aquella enorme lista figuraban (234 en total) para que diesen su visto bueno o no. Cada reclamación sería un incidente que en teoría derivaría en una vista judicial. Eso ralentizaría sobremanera el proceso, ya que los administradores no pueden empezar a negociar el convenio hasta que acreedores y deudor estén de acuerdo en las cantidades exactas que se deben.
Los incidentes, sin embargo, han sido ocho y no de gran relevancia. Hay alguno de la administración, otros de proveedores... Pero no hay pegas por parte de futbolistas, clubes o Hacienda, al fin y al cabo el acreedor más importante (unos 40 millones), por encima de los jugadores (21,5). Las cantidades sobre las que hay desacuerdo, además, son nimias y, según fuentes del club, serán resueltas directamente por el juez de lo Mercantil sin necesidad de que se celebren vistas en el juzgado.
La casi ausencia de incidentes (ocho sobre 234 acreedores) es fruto de la rigurosidad con que han trabajado González, Tato y Narbona, que cuantificaron la deuda total del Betis en 84,2 millones, susceptibles de bajar a 64 o aumentar a casi 90 en función de cómo se resuelvan varios litigios pendientes entre la entidad y Hacienda. Como el listado ha resultado ser tan exacto, el concurso no sufrirá ningún retraso respecto a los plazos previstos por los propios concursales, que confían en que el convenio esté aprobado de aquí a un año, aproximadamente cuando acabe la temporada 2011-12.
Para que el convenio sea aprobado, los administradores necesitan el OK del 50% de la masa económica (no el 50% de los 234 acreedores). Eso significa que los primeros a quienes intentarán persuadir para que den su visto bueno son los acreedores más importantes, o sea Hacienda y los jugadores. En esa negociación, que se presume dura, es cuando los concursales proponen la quita que les gustaría aplicar a las deudas y el plazo en que la compañía pagará. Su idea es un convenio de diez años como máximo.
El Correo de Andalucía
Buena noticia para el concurso de acreedores*-*El Correo de Andalucía
Sólo ha habido ocho reclamaciones al listado de acreedores y no hará falta ningún juicio para resolverlas. El club confía en que el convenio esté cuando acabe la temporada 2011-12.
El concurso de acreedores del Betis continúa con su trayectoria legal y de momento no hay mayores inconvenientes, más bien al contrario. Excepto el pequeño gran detalle de que una buena parte de los futbolistas tendrán que ver recortadas sus fichas si quieren seguir vistiendo de verde y blanco, los tres administradores concursales están realizando un trabajo tan impecable que el proceso casi ha recorrido su primera fase sin apenas traspiés. Esa etapa inicial es la confección y aprobación del listado de acreedores y la deuda del club con cada uno de ellos. Y la noticia es que ya concluyó el plazo para impugnarlo y ha habido muy pocas reclamaciones, ocho, y ninguna importante, así que el listado acabará siendo aprobado sin necesidad de que haya ni un solo juicio y los administradores podrán pasar a la siguiente etapa, la importante de verdad: negociar el convenio.
El 9 de junio, Antonio Jesús González, Francisco Tato y Gerardo Narbona presentaron las principales conclusiones del estudio que habían efectuado sobre las cuentas del Betis y comentaron que el siguiente paso era enviar el listado de acreedores a todos los que en aquella enorme lista figuraban (234 en total) para que diesen su visto bueno o no. Cada reclamación sería un incidente que en teoría derivaría en una vista judicial. Eso ralentizaría sobremanera el proceso, ya que los administradores no pueden empezar a negociar el convenio hasta que acreedores y deudor estén de acuerdo en las cantidades exactas que se deben.
Los incidentes, sin embargo, han sido ocho y no de gran relevancia. Hay alguno de la administración, otros de proveedores... Pero no hay pegas por parte de futbolistas, clubes o Hacienda, al fin y al cabo el acreedor más importante (unos 40 millones), por encima de los jugadores (21,5). Las cantidades sobre las que hay desacuerdo, además, son nimias y, según fuentes del club, serán resueltas directamente por el juez de lo Mercantil sin necesidad de que se celebren vistas en el juzgado.
La casi ausencia de incidentes (ocho sobre 234 acreedores) es fruto de la rigurosidad con que han trabajado González, Tato y Narbona, que cuantificaron la deuda total del Betis en 84,2 millones, susceptibles de bajar a 64 o aumentar a casi 90 en función de cómo se resuelvan varios litigios pendientes entre la entidad y Hacienda. Como el listado ha resultado ser tan exacto, el concurso no sufrirá ningún retraso respecto a los plazos previstos por los propios concursales, que confían en que el convenio esté aprobado de aquí a un año, aproximadamente cuando acabe la temporada 2011-12.
Para que el convenio sea aprobado, los administradores necesitan el OK del 50% de la masa económica (no el 50% de los 234 acreedores). Eso significa que los primeros a quienes intentarán persuadir para que den su visto bueno son los acreedores más importantes, o sea Hacienda y los jugadores. En esa negociación, que se presume dura, es cuando los concursales proponen la quita que les gustaría aplicar a las deudas y el plazo en que la compañía pagará. Su idea es un convenio de diez años como máximo.
El Correo de Andalucía
Buena noticia para el concurso de acreedores*-*El Correo de Andalucía