El Betis comienza mañana los entrenamientos, aunque más de uno podría pasar los próximos días más tiempo en los despachos del Benito Villamarín que en los vestuarios de la ciudad deportiva. Y es que la semana se prevé movida en cuanto a reuniones entre agentes, jugadores y responsables del club a cuenta de las necesarias renegociaciones de la mayoría de los contratos. La plantilla tiene ahora mismo un exceso de efectivos y la solución que cada día parece más factible son los despidos.
El Betis hace tiempo que se está moviendo en este sentido. De hecho, ya ha puesto encima de la mesa de los jugadores que no cuentan y tienen las fichas más altas, casos por ejemplo de Arzu y de Goitia, sendas propuestas de rescisión de contrato. El club está a la espera de una respuesta de los futbolistas, que han aprovechado las vacaciones para analizar el tema con sus abogados y decidir la estrategia a seguir.
El Betis quiere una solución negociada de la situación, pero si los futbolistas no aceptan la propuesta todo apunta a que acabará en un Expediente de Regulación de Empleo regulado por la Junta. Se trata de una fórmula jurídica que cada vez está ganando más peso en la planta noble del Villamarín y que permitiría tanto el despido de aquellos jugadores que no entran en los planes de Mel, como la modificación de algunos contratos con una reducción sensible de la ficha.
El caso Emaná
Aquí el ejemplo es Emaná, un futbolista que sí cuenta y mucho en lo deportivo, pero que no encaja en los números que ahora mismo maneja la entidad. El despido del camerunés nunca sería una solución, ya que el Betis perdería mucho más, así que el remedio más factible sería una rebaja del sueldo, siempre y cuando no llegue una oferta de traspaso satisfactoria antes de que empiece la Liga. El centrocampista ya sabe que con la modificación de su ficha podría pasar a ganar un millón de euros brutos, una cantidad sensiblemente inferior a la que percibe en la actualidad.
El ERE no sólo podría afectar a los jugadores con las fichas más altas. En realidad, en el punto de mira están todos aquellos jugadores que no cuentan y que no tienen posibilidad de salir. Caso aparte es Fernando Vega, cuya predisposición a buscar una salida ha hecho que el club esté dispuesto a aceptar una cesión, incluso con la ficha compartida.
marca.com
El Betis hace tiempo que se está moviendo en este sentido. De hecho, ya ha puesto encima de la mesa de los jugadores que no cuentan y tienen las fichas más altas, casos por ejemplo de Arzu y de Goitia, sendas propuestas de rescisión de contrato. El club está a la espera de una respuesta de los futbolistas, que han aprovechado las vacaciones para analizar el tema con sus abogados y decidir la estrategia a seguir.
El Betis quiere una solución negociada de la situación, pero si los futbolistas no aceptan la propuesta todo apunta a que acabará en un Expediente de Regulación de Empleo regulado por la Junta. Se trata de una fórmula jurídica que cada vez está ganando más peso en la planta noble del Villamarín y que permitiría tanto el despido de aquellos jugadores que no entran en los planes de Mel, como la modificación de algunos contratos con una reducción sensible de la ficha.
El caso Emaná
Aquí el ejemplo es Emaná, un futbolista que sí cuenta y mucho en lo deportivo, pero que no encaja en los números que ahora mismo maneja la entidad. El despido del camerunés nunca sería una solución, ya que el Betis perdería mucho más, así que el remedio más factible sería una rebaja del sueldo, siempre y cuando no llegue una oferta de traspaso satisfactoria antes de que empiece la Liga. El centrocampista ya sabe que con la modificación de su ficha podría pasar a ganar un millón de euros brutos, una cantidad sensiblemente inferior a la que percibe en la actualidad.
El ERE no sólo podría afectar a los jugadores con las fichas más altas. En realidad, en el punto de mira están todos aquellos jugadores que no cuentan y que no tienen posibilidad de salir. Caso aparte es Fernando Vega, cuya predisposición a buscar una salida ha hecho que el club esté dispuesto a aceptar una cesión, incluso con la ficha compartida.
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