Muchas son las variables que se han alineado este año para que hayamos disfrutado tanto del equipo, pero sin duda la clave ha sido el entrenador.
No le tembló el pulso con los descartes de El Portil e influyó en unos fichajes que se tornaron decisivos.
Inventó un medio campo de la nada, en pocos partidos "olvidó" a Juande y Arzu, con muchísimo peso en el vestuario y fue capaz de entregar la batuta a Beñat, rescatado para el futbol tras pasar por la Unión Balompédica Conquense y recalar en el Betis B, lo encontró donde otros no vieron nada.
Junto a Iriney, ha formado sin duda el mejor medio campo de la categoría, dando bocados en la presión, ayudando en defensa, sacando la pelota desde atrás con criterio y aportando en ataque con goles y con lanzamientos a balón parado, ha sido la tónica del año verlos acabar los partidos extenuados como corresponde a dos grandes profesionales.
Convenció para la causa al mejor Emaná.
Limitó carencias tirando de la cantera, nos descubrió a un gran Miki, en progresión aritmética hasta su enfermedad (invisible para otros entrenadores) y contando con tantos canteranos ha propiciado una auténtica revolución de esperanza en los escalafones inferiores, ninguneados y masacrados desde hace mucho tiempo.
Cuando tuvo que cambiar de portero por una baja forma pasmosa de Goitia, le dio la titularidad a Casto, que ha terminado el año de forma increíble.
Consiguió una comunión entre la afición y el equipo que nos tiene ilusionados, mirando diariamente las noticias sobre incorporaciones y deseando que empiece la liga.
No le tembló el pulso con los descartes de El Portil e influyó en unos fichajes que se tornaron decisivos.
Inventó un medio campo de la nada, en pocos partidos "olvidó" a Juande y Arzu, con muchísimo peso en el vestuario y fue capaz de entregar la batuta a Beñat, rescatado para el futbol tras pasar por la Unión Balompédica Conquense y recalar en el Betis B, lo encontró donde otros no vieron nada.
Junto a Iriney, ha formado sin duda el mejor medio campo de la categoría, dando bocados en la presión, ayudando en defensa, sacando la pelota desde atrás con criterio y aportando en ataque con goles y con lanzamientos a balón parado, ha sido la tónica del año verlos acabar los partidos extenuados como corresponde a dos grandes profesionales.
Convenció para la causa al mejor Emaná.
Limitó carencias tirando de la cantera, nos descubrió a un gran Miki, en progresión aritmética hasta su enfermedad (invisible para otros entrenadores) y contando con tantos canteranos ha propiciado una auténtica revolución de esperanza en los escalafones inferiores, ninguneados y masacrados desde hace mucho tiempo.
Cuando tuvo que cambiar de portero por una baja forma pasmosa de Goitia, le dio la titularidad a Casto, que ha terminado el año de forma increíble.
Consiguió una comunión entre la afición y el equipo que nos tiene ilusionados, mirando diariamente las noticias sobre incorporaciones y deseando que empiece la liga.
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