José Antonio Gordillo: "Tomar esas decisiones ha sido muy duro"
Escrito por Mateo González
Domingo 19 de Junio de 2011 05:16
El coordinador de la cantera bética, José Antonio Gordillo
Reconoce que ha sido una semana dura a pesar de que llega con ilusión al puesto. No se lo esperaba, pero apunta que ha tenido que dar el paso porque se lo pedía alguien como Rafael Gordillo, ante quien no puede negarse. Las rápidas y abruptas decisiones en la organización de la cantera (con la marcha de Miguel Valenzuela, los Wanceulen, Mariano Suárez y David Ortega) han sido polémicas, pero este trago le ha pasado factura a José Antonio Gordillo Luna, jugador de los escalafones inferiores del Betis desde cadetes hasta el B y profesional en el Castellón, Murcia y Nástic hasta que las lesiones le obligaron a retirarse. Después llevó la escuela de fútbol de Morón y se embarcó «en el proyecto más bonito en el que he estado», en el Écija. Regresó a su casa para dirigir el Betis C y acudió a la llamada de Josep Maria Nogués para ser secretario técnico del Nástic. Gordillo (Rafa, el presidente) le llamó y no se lo pensó.
—¿Cómo afronta su nueva tarea?
—Con ilusión, pero no me lo esperaba. Se han dado situaciones que he tenido que asumir. Para un canterano es atractivo, pero tenemos que cambiar cosas: entrarán coordinadores por etapas y, exceptuando un par de entrenadores, en principio contamos con el resto.
—¿Tiene definida la estructura?
—Falta el entrenador del B, que confío que esté ya el lunes (mañana para el lector). El del División de Honor juvenil será Miguel Ángel Caro. Falta el de Liga Nacional juvenil y el del infantil, por la dimisión de Antonio Wanceulen. Queremos coordinadores por etapas: en la más profesional estará Aurelio, en cadete-infantil Jesús Sánchez y falta en la iniciación.
—¿Cuál será el modelo de cantera?
—Por el Barcelona ahora todo el mundo habla de modelo. Visité sus instalaciones y eso es imposible. Llevan 20 años trabajando en el mismo modelo y tienen 30 millones de presupuesto. Te traes ideas, pero es inimitable. El Villarreal también trabaja bien y ahora hay que tener cuidado del Málaga, que ha fichado a Casanovas, del Español, y nos van a quitar niños. Sí tengo clara la filosofía del Betis. Tienen que jugar los niños de calidad. Necesitamos un sistema con variantes para llevar el control del partido, el ritmo, dominio, elaborar jugadas, posesión... Eso es innegociable. Queremos niños buenos, los de la calle, con un don especial.
—¿Contarán con más medios?
—El presupuesto es el mismo que el de la temporada pasada, pero sí cuento con la partida que iba destinada al C, que desaparece. Eso lo vamos a invertir en una mejora para los entrenadores, que al mismo tiempo se les exigirá que vean partidos. Tienen que viajar para hacer captación, un buen barrido de la provincia y la comunidad. También metemos la figura del segundo entrenador, que hasta ahora sólo lo tenía el B, y también para los preparadores físicos. Y el servicio médico, ya que cada niño estará cubierto por un seguro. También es fundamental la pensión. Vamos tarde, pero intentaremos mejorarla para que estén en un sitio, controlados y con la alimentación adecuada.
—Sus decisiones sobre la reestructuración han abierto un intenso debate, ¿cómo lo ha llevado?
—Mal porque la gente que ha salido son personas que conozco. Tomar esas decisiones ha sido muy duro. Quizás es gente que sólo ha podido trabajar por la tarde, que no se han podido dedicar como profesionales por los trabajos que tenían o porque el Betis tampoco les ha ofrecido una remuneración acorde. Con la marcha de Miguel (Valenzuela) lo he pasado mal, claro. Yo quería hablar con José Wanceulen, pero dimitió. Con Mariano (Suárez) y David (Ortega) también ha sido difícil. Mariano ha sido compañero mío. Pensábamos que no era el entrenador para el Betis B, que no significa que crea que es un buen entrenador para Segunda B o A con su idea de fútbol. David Ortega es un chaval que ha estado aquí años pero que veo que necesita un cambio, que ha estado aquí demasiado tiempo y este año no ha terminado de funcionar como otros años. Han sido decisiones muy difíciles, pero pienso que era lo mejor para nosotros.
—Pero no se entiende porque ha sido, en resultados, uno de los mejores años de la cantera.
—Discrepo y lo explico también con datos objetivos. Nuestra cantera funciona cuando el Betis está en Segunda. Yo estaba en la pensión en los años 90-91, cuando el Betis estaba en Segunda a punto de desaparecer y ahí es cuando salen los Roberto Ríos, Cuéllar, Loreto, Merino, Cañas, Márquez... En Primera, con Serra Ferrer, estaban Pinto, Diego Tristán o Jesús y no jugó ninguno en el primer equipo. ¿Por qué? No porque el enternador sea mejor o peor, sino porque económicamente el Betis está en otra situación, en Primera y es más difícil apostar. Luego baja a Segunda en 2000 y aparecen Joaquín, Arzu, Juanito, Rivas, Dani y compañía. Vuelve a surgir la cantera, que siempre responde, independientemente de si se trabaja mejor o peor. Es evidente que ahora se ha trabajado bien porque hay equipos que han quedado campeones, que han ido bien, pero está claro que funciona en sus ciclos cuando el equipo está en Segunda. ¿Qué ocurre? Pues que ahora tenemos un entrenador que de verdad apuesta por la cantera y esperemos que en Primera, a lo mejor no en un número tan elevado, sí pueda ir subiendo gente como Vadillo, Pozuelo, Sergio, Álex Martínez o Adrián. Tienen mucho nivel. Si no juegan en el primer equipo del Betis seguro que en otro lo van a hacer. Desde que yo tengo uso de razón ése ha sido el Betis.
—¿Cómo han quedado las relaciones con los que se han marchado?
—La reacción de Miguel ha sido buena. Imagino que le ha costado entenderlo, pero él es bético y sé que si alguna vez tengo que pedirle algo, ahí estará. Mariano quizás lo ha entendido menos. David Ortega no sé en qué medida lo ha tomado interiormente, pero se ha despedido bien y no tuvimos ningún problema. Son béticos.
—Hay quien ve en la estructura que están formando en la cantera demasiadas similitudes con la que tuvieron en el Écija.
—Evidentemente yo quiero a alguien de confianza a mi lado, pero aquí tengo total libertad porque si no no hubiera asumido el cargo. Va a estar la gente que yo vea capacitada. El que va a ser entrenador del B sé cómo juega, su estilo de juego y qué persona es. Entre los dos o tres que hemos barajado tenía claro cuál era. Que al final coincide con el que dice la gente, pues a lo mejor es que es evidente. Para ese equipo hemos fichado a Quique, Querol y Raíllo. En el del Liga Nacional también tengo el perfil del entrenador y sé qué quiero en el infantil. Ninguno de esos ha coincidido conmigo en el Écija.
—¿Descartamos a Vidakovic?
—No ha coincidido conmigo en el Écija. Lo conozco de saludarlo, ver cómo juega, pero no es amigo mío ni he coincidido con él en ningún equipo.
Escrito por Mateo González
Domingo 19 de Junio de 2011 05:16
El coordinador de la cantera bética, José Antonio Gordillo
Reconoce que ha sido una semana dura a pesar de que llega con ilusión al puesto. No se lo esperaba, pero apunta que ha tenido que dar el paso porque se lo pedía alguien como Rafael Gordillo, ante quien no puede negarse. Las rápidas y abruptas decisiones en la organización de la cantera (con la marcha de Miguel Valenzuela, los Wanceulen, Mariano Suárez y David Ortega) han sido polémicas, pero este trago le ha pasado factura a José Antonio Gordillo Luna, jugador de los escalafones inferiores del Betis desde cadetes hasta el B y profesional en el Castellón, Murcia y Nástic hasta que las lesiones le obligaron a retirarse. Después llevó la escuela de fútbol de Morón y se embarcó «en el proyecto más bonito en el que he estado», en el Écija. Regresó a su casa para dirigir el Betis C y acudió a la llamada de Josep Maria Nogués para ser secretario técnico del Nástic. Gordillo (Rafa, el presidente) le llamó y no se lo pensó.
—¿Cómo afronta su nueva tarea?
—Con ilusión, pero no me lo esperaba. Se han dado situaciones que he tenido que asumir. Para un canterano es atractivo, pero tenemos que cambiar cosas: entrarán coordinadores por etapas y, exceptuando un par de entrenadores, en principio contamos con el resto.
—¿Tiene definida la estructura?
—Falta el entrenador del B, que confío que esté ya el lunes (mañana para el lector). El del División de Honor juvenil será Miguel Ángel Caro. Falta el de Liga Nacional juvenil y el del infantil, por la dimisión de Antonio Wanceulen. Queremos coordinadores por etapas: en la más profesional estará Aurelio, en cadete-infantil Jesús Sánchez y falta en la iniciación.
—¿Cuál será el modelo de cantera?
—Por el Barcelona ahora todo el mundo habla de modelo. Visité sus instalaciones y eso es imposible. Llevan 20 años trabajando en el mismo modelo y tienen 30 millones de presupuesto. Te traes ideas, pero es inimitable. El Villarreal también trabaja bien y ahora hay que tener cuidado del Málaga, que ha fichado a Casanovas, del Español, y nos van a quitar niños. Sí tengo clara la filosofía del Betis. Tienen que jugar los niños de calidad. Necesitamos un sistema con variantes para llevar el control del partido, el ritmo, dominio, elaborar jugadas, posesión... Eso es innegociable. Queremos niños buenos, los de la calle, con un don especial.
—¿Contarán con más medios?
—El presupuesto es el mismo que el de la temporada pasada, pero sí cuento con la partida que iba destinada al C, que desaparece. Eso lo vamos a invertir en una mejora para los entrenadores, que al mismo tiempo se les exigirá que vean partidos. Tienen que viajar para hacer captación, un buen barrido de la provincia y la comunidad. También metemos la figura del segundo entrenador, que hasta ahora sólo lo tenía el B, y también para los preparadores físicos. Y el servicio médico, ya que cada niño estará cubierto por un seguro. También es fundamental la pensión. Vamos tarde, pero intentaremos mejorarla para que estén en un sitio, controlados y con la alimentación adecuada.
—Sus decisiones sobre la reestructuración han abierto un intenso debate, ¿cómo lo ha llevado?
—Mal porque la gente que ha salido son personas que conozco. Tomar esas decisiones ha sido muy duro. Quizás es gente que sólo ha podido trabajar por la tarde, que no se han podido dedicar como profesionales por los trabajos que tenían o porque el Betis tampoco les ha ofrecido una remuneración acorde. Con la marcha de Miguel (Valenzuela) lo he pasado mal, claro. Yo quería hablar con José Wanceulen, pero dimitió. Con Mariano (Suárez) y David (Ortega) también ha sido difícil. Mariano ha sido compañero mío. Pensábamos que no era el entrenador para el Betis B, que no significa que crea que es un buen entrenador para Segunda B o A con su idea de fútbol. David Ortega es un chaval que ha estado aquí años pero que veo que necesita un cambio, que ha estado aquí demasiado tiempo y este año no ha terminado de funcionar como otros años. Han sido decisiones muy difíciles, pero pienso que era lo mejor para nosotros.
—Pero no se entiende porque ha sido, en resultados, uno de los mejores años de la cantera.
—Discrepo y lo explico también con datos objetivos. Nuestra cantera funciona cuando el Betis está en Segunda. Yo estaba en la pensión en los años 90-91, cuando el Betis estaba en Segunda a punto de desaparecer y ahí es cuando salen los Roberto Ríos, Cuéllar, Loreto, Merino, Cañas, Márquez... En Primera, con Serra Ferrer, estaban Pinto, Diego Tristán o Jesús y no jugó ninguno en el primer equipo. ¿Por qué? No porque el enternador sea mejor o peor, sino porque económicamente el Betis está en otra situación, en Primera y es más difícil apostar. Luego baja a Segunda en 2000 y aparecen Joaquín, Arzu, Juanito, Rivas, Dani y compañía. Vuelve a surgir la cantera, que siempre responde, independientemente de si se trabaja mejor o peor. Es evidente que ahora se ha trabajado bien porque hay equipos que han quedado campeones, que han ido bien, pero está claro que funciona en sus ciclos cuando el equipo está en Segunda. ¿Qué ocurre? Pues que ahora tenemos un entrenador que de verdad apuesta por la cantera y esperemos que en Primera, a lo mejor no en un número tan elevado, sí pueda ir subiendo gente como Vadillo, Pozuelo, Sergio, Álex Martínez o Adrián. Tienen mucho nivel. Si no juegan en el primer equipo del Betis seguro que en otro lo van a hacer. Desde que yo tengo uso de razón ése ha sido el Betis.
—¿Cómo han quedado las relaciones con los que se han marchado?
—La reacción de Miguel ha sido buena. Imagino que le ha costado entenderlo, pero él es bético y sé que si alguna vez tengo que pedirle algo, ahí estará. Mariano quizás lo ha entendido menos. David Ortega no sé en qué medida lo ha tomado interiormente, pero se ha despedido bien y no tuvimos ningún problema. Son béticos.
—Hay quien ve en la estructura que están formando en la cantera demasiadas similitudes con la que tuvieron en el Écija.
—Evidentemente yo quiero a alguien de confianza a mi lado, pero aquí tengo total libertad porque si no no hubiera asumido el cargo. Va a estar la gente que yo vea capacitada. El que va a ser entrenador del B sé cómo juega, su estilo de juego y qué persona es. Entre los dos o tres que hemos barajado tenía claro cuál era. Que al final coincide con el que dice la gente, pues a lo mejor es que es evidente. Para ese equipo hemos fichado a Quique, Querol y Raíllo. En el del Liga Nacional también tengo el perfil del entrenador y sé qué quiero en el infantil. Ninguno de esos ha coincidido conmigo en el Écija.
—¿Descartamos a Vidakovic?
—No ha coincidido conmigo en el Écija. Lo conozco de saludarlo, ver cómo juega, pero no es amigo mío ni he coincidido con él en ningún equipo.
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