El ambiente del Villamarín se ha teatralizado, al igual que la mayoría de los campos de Primera División con muy honrosas excepciones. La gente va a comprar pipas, ver su espectáculo, participar poquito y de manera esporádica (encendiendo las lucecitas de los móviles para un show prepartido, etc...). Hacer ruido en caso de malos arbitrajes y poco más. No hay excesiva comunión entre grada de animación y el resto del campo, la hinchada no secunda normalmente los cánticos de la grada de animación. Y la grada de animación vive uno de sus momentos más bajos.
Contrariamente a la opinión que se vierte aquí, yo creo que la grada de animación es un deber por parte del club para su manutención, preservación e instigación. Hay que hacer mucha autocrítica por parte de todos los actores, pero lo que está claro es que ahora mismo el Villamarín no es una olla a presión. Y creo, que salvo el año de la copa (durante toda la temporada) la afición está muy de capa caída en los últimos diez años.
El equipo lleva unas temporadas sin lograr conectar plenamente con la afición.
La directiva no invierte lo suficiente ni pone las facilidades necesarias para fomentar una caldera en el Villamarín.
La afición no secunda (secundamos) cánticos y acude (acudimos) prácticamente a cantar el himno al principio y comer pipas el resto del partido.
Y la grada de animación no vive sus mejores momentos, con varias lagunas de silencio durante el partido y no logra enchufar a los aficionados que se sientan allí. Sacamos pocas cosas nuevas a las que darle bombo últimamente.
En los últimos 18-20 años no recuerdo canciones emblemáticas del equipo aparte del "stereo love", "llegó la banda del campeón", "vamos a ganar la copa, a plaza nueva hay que volver", "volveremos a primera" o "otra vez que la copa a casa vuelve". Estamos hablando de menos de una canción por año. El grueso del repertorio son canciones que se vienen cantando desde los años 2000. Y aunque queramos echarle la culpa a la grada de animación, el resto de la afición no se suele aprender las canciones -ni siquiera es capaz de ir al unísono con el ritmo del himno...-, porque aunque sean pocas, se sacan cosas nuevas (y la gente pasa de cantar ni aprendérselas).
Duele, porque a mi me duele el Betis como a un hermano (como a casi todos los que estamos aquí), pero creo que como afición destacamos en número, seguimiento, la diáspora bética (hay béticos en cualquier lado) y lealtad, pero hace muchísimo que hemos dejado de ser un referente en cuanto a achuchar, alentar, en ambiente, animación. Nada que no sea reparable, pero debe haber voluntad. Pero antes de mirar a la grada de animación, deberíamos mirar al resto de gradas del Villamarín; si no fuera por gol sur, el estadio sería un absoluto teatro (muy lleno, pero silencioso).
Y para terminar, creo que es una cuestión de dinámicas, ubicación se asientos no efectiva, política de "ambiente futbolero", de cómo se establecen los dispositivos policiales antes de los partidos, etc... Me explico: la hinchada bética es muy ruidosa y animosa cuando jugamos fuera (dimos el partido en Son Moix, por ejemplo este finde), sin embargo parece que en casa no damos el "do" de pecho. ¿Qué es lo que cambia? La gente que va fuera a ver el Betis es la misma que tiene carné y sospecho que un grado alto de los que viajan fuera tienen el carné en la grada de animación. Creo que desde el club (o desde el Ayuntamiento) se ha dispersado el factor "calle tajo" y sus continuas quejas sobre los "cubatas" que se echa el personal o se deja de echar antes de entrar al estadio. De hecho, el alcohol está permitido en Alemania y son verdaderos hervideros sus estadios.
No quiero ser rotundo, son exclusivamente mis reflexiones.
Contrariamente a la opinión que se vierte aquí, yo creo que la grada de animación es un deber por parte del club para su manutención, preservación e instigación. Hay que hacer mucha autocrítica por parte de todos los actores, pero lo que está claro es que ahora mismo el Villamarín no es una olla a presión. Y creo, que salvo el año de la copa (durante toda la temporada) la afición está muy de capa caída en los últimos diez años.
El equipo lleva unas temporadas sin lograr conectar plenamente con la afición.
La directiva no invierte lo suficiente ni pone las facilidades necesarias para fomentar una caldera en el Villamarín.
La afición no secunda (secundamos) cánticos y acude (acudimos) prácticamente a cantar el himno al principio y comer pipas el resto del partido.
Y la grada de animación no vive sus mejores momentos, con varias lagunas de silencio durante el partido y no logra enchufar a los aficionados que se sientan allí. Sacamos pocas cosas nuevas a las que darle bombo últimamente.
En los últimos 18-20 años no recuerdo canciones emblemáticas del equipo aparte del "stereo love", "llegó la banda del campeón", "vamos a ganar la copa, a plaza nueva hay que volver", "volveremos a primera" o "otra vez que la copa a casa vuelve". Estamos hablando de menos de una canción por año. El grueso del repertorio son canciones que se vienen cantando desde los años 2000. Y aunque queramos echarle la culpa a la grada de animación, el resto de la afición no se suele aprender las canciones -ni siquiera es capaz de ir al unísono con el ritmo del himno...-, porque aunque sean pocas, se sacan cosas nuevas (y la gente pasa de cantar ni aprendérselas).
Duele, porque a mi me duele el Betis como a un hermano (como a casi todos los que estamos aquí), pero creo que como afición destacamos en número, seguimiento, la diáspora bética (hay béticos en cualquier lado) y lealtad, pero hace muchísimo que hemos dejado de ser un referente en cuanto a achuchar, alentar, en ambiente, animación. Nada que no sea reparable, pero debe haber voluntad. Pero antes de mirar a la grada de animación, deberíamos mirar al resto de gradas del Villamarín; si no fuera por gol sur, el estadio sería un absoluto teatro (muy lleno, pero silencioso).
Y para terminar, creo que es una cuestión de dinámicas, ubicación se asientos no efectiva, política de "ambiente futbolero", de cómo se establecen los dispositivos policiales antes de los partidos, etc... Me explico: la hinchada bética es muy ruidosa y animosa cuando jugamos fuera (dimos el partido en Son Moix, por ejemplo este finde), sin embargo parece que en casa no damos el "do" de pecho. ¿Qué es lo que cambia? La gente que va fuera a ver el Betis es la misma que tiene carné y sospecho que un grado alto de los que viajan fuera tienen el carné en la grada de animación. Creo que desde el club (o desde el Ayuntamiento) se ha dispersado el factor "calle tajo" y sus continuas quejas sobre los "cubatas" que se echa el personal o se deja de echar antes de entrar al estadio. De hecho, el alcohol está permitido en Alemania y son verdaderos hervideros sus estadios.
No quiero ser rotundo, son exclusivamente mis reflexiones.
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