Lo de más para el Betis, el trascendente mar de fondo de su celebración, es la liberación del yugo del loperismo, que junto a la vuelta a Primera convierten el hito en histórico
Nos salva el olvido. Nada nos distingue mas como humanos, nada contribuye tanto a nuestra paz y a nuestro progreso. El olvido nos atenuá la locura de la venganza y nos evita la vergüenza perpetua por nuestras bajezas. El olvido, para el Betis, es un arma cargada de futuro, porque nada tiene que aprender del pasado, nada bueno queda de echar la vista atrás. Pero, como toda arma, hiere. Estas palabras quieren ser un alegato contra el olvido que ya decae sobre muchas de las personas, y muchas de las mas importantes, que han motivado la vuelta del Betis al parnaso.
Que lo sepan los beticos, que lean sus nombres y reparen la mofa, el desprecio, el insulto o el escarnio al que tal vez contribuyeron, sometidos por la propaganda del régimen, envenenados por la sospecha del pasado. Que sepan que sin ellos esto no sucedería, y que lo que sucediera tendría otros nombres que casi no merece la pena nombrar. Merecen gloria Rafael Gdordillo y Jóse Antonio Bosch, han de comandar la celebración Pepe Mel y Achille Emaná, pero nadie habria de olvidar que ni Gordillo ni Bosch, ni Mel ni Emaná serian, si un grupo de béticos en los que hoy habita el olvido no se hubiera alzado contra el regimen de mierdä y hierro que tiñó al Betis de ignominia. Que quien aún quiera oir atienda: sin ellos, hoy no habria más que celebrar que un entierro.
Hugo Galera, Miguel Espina, Juan Salas, Manuel Serrano, Soto,y Teresa, Rafael Moreno, Béticos por el Villamarín donde hoy vuelven a estar, Miguel y Adolfo Cuéllar sin retirada, Pepe Tirado, Iñigo Vicente, Ricardo Cabrera, caídos en la batalla, Cayetano, José Carlos, Por Nuestro Betis, por el Betis de Jaramillo, al 15-J y sus béticos, y los Borbolla, Julián, José, a Víctor López y a Sáez, gracias por vuestras conspiraciones, y que me disculpen los ausentes, porque si alguien frecuenta el olvido, es quien aquí firma.
Y a Santiago, Antonio, Javier, Tomas, Andres, Pepe, a ese orgullo de periodismo que activo el mecanismo que mejor filtra la miseria de la sociedad: la prensa investiga, el pueblo acusa, la justicia actúa. He ahí la salvación del Betis en tres actos. La prensa libre, el pueblo valiente, el juez integro, claro. A Mercedes Alaya, a sus peritos, y a Juan Manuel Gómez Porrúa, alguien que debería sobrevivir al olvido, a González y Zambrano.
A todos los que han contribuido al verdadero festejo, por encima del ascenso, a la ruptura de las cadenas, a la liberación del yugo, el mar de fondo por el que navegara otro Betis, que todos conocimos y que hoy, sí, al fin, vuelve a ser.
Antonio Felix.
Nos salva el olvido. Nada nos distingue mas como humanos, nada contribuye tanto a nuestra paz y a nuestro progreso. El olvido nos atenuá la locura de la venganza y nos evita la vergüenza perpetua por nuestras bajezas. El olvido, para el Betis, es un arma cargada de futuro, porque nada tiene que aprender del pasado, nada bueno queda de echar la vista atrás. Pero, como toda arma, hiere. Estas palabras quieren ser un alegato contra el olvido que ya decae sobre muchas de las personas, y muchas de las mas importantes, que han motivado la vuelta del Betis al parnaso.
Que lo sepan los beticos, que lean sus nombres y reparen la mofa, el desprecio, el insulto o el escarnio al que tal vez contribuyeron, sometidos por la propaganda del régimen, envenenados por la sospecha del pasado. Que sepan que sin ellos esto no sucedería, y que lo que sucediera tendría otros nombres que casi no merece la pena nombrar. Merecen gloria Rafael Gdordillo y Jóse Antonio Bosch, han de comandar la celebración Pepe Mel y Achille Emaná, pero nadie habria de olvidar que ni Gordillo ni Bosch, ni Mel ni Emaná serian, si un grupo de béticos en los que hoy habita el olvido no se hubiera alzado contra el regimen de mierdä y hierro que tiñó al Betis de ignominia. Que quien aún quiera oir atienda: sin ellos, hoy no habria más que celebrar que un entierro.
Hugo Galera, Miguel Espina, Juan Salas, Manuel Serrano, Soto,y Teresa, Rafael Moreno, Béticos por el Villamarín donde hoy vuelven a estar, Miguel y Adolfo Cuéllar sin retirada, Pepe Tirado, Iñigo Vicente, Ricardo Cabrera, caídos en la batalla, Cayetano, José Carlos, Por Nuestro Betis, por el Betis de Jaramillo, al 15-J y sus béticos, y los Borbolla, Julián, José, a Víctor López y a Sáez, gracias por vuestras conspiraciones, y que me disculpen los ausentes, porque si alguien frecuenta el olvido, es quien aquí firma.
Y a Santiago, Antonio, Javier, Tomas, Andres, Pepe, a ese orgullo de periodismo que activo el mecanismo que mejor filtra la miseria de la sociedad: la prensa investiga, el pueblo acusa, la justicia actúa. He ahí la salvación del Betis en tres actos. La prensa libre, el pueblo valiente, el juez integro, claro. A Mercedes Alaya, a sus peritos, y a Juan Manuel Gómez Porrúa, alguien que debería sobrevivir al olvido, a González y Zambrano.
A todos los que han contribuido al verdadero festejo, por encima del ascenso, a la ruptura de las cadenas, a la liberación del yugo, el mar de fondo por el que navegara otro Betis, que todos conocimos y que hoy, sí, al fin, vuelve a ser.
Antonio Felix.
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