El Real Betis llegó a Tarragona pasadas las nueve de la noche y bajo una intensa lluvia, pero ni siquiera desanimó a los béticos catalanes, que demostraron una vez más por qué es la colonia bética más importante. A la salida del aeropuerto, la expedición bética se encontró con numerosos aficionados verdiblancos cantando y animando. Los seguidores se hicieron fotos con futbolistas, Mel y Gordillo al tiempo que les daban ánimos para el partido de mañana. Como viene siendo costumbre en las últimas fechas, uno de los más solicitados fue Iriney. Pero no queda ahí la cosa, ya que tras unos kilómetros en autobús, el equipo llegó al hotel de concentración situado en Reus, donde otro grupo de aficionados esperaba para ver a sus ídolos. Tras firmar unos cuantos autógrafos y realizarse fotos, los jugadores se retiraron a las habitaciones y los consejeros desplazados (Rafael Gordillo, Eduardo González Biedma y Antonio José Sánchez Pino) fueron recogidos por José María Nogués para la cena de directivas.
También hubo béticos a la llegada del equipo
También hubo béticos a la llegada del equipo