Por primera vez desde que llegó en verano, Pepe Mel cambió su discurso de mesura, aunque sólo con algunos matices. Sabe que ya está hecho el ascenso, pero aún dice que van a esperar para celebrarlo: “Estamos contentos, ha caído alguna lágrima que otra, pero tenemos que seguir hasta el domingo. Sí tenemos la certeza interior de que ya está, pero debemos esperar a que fallen los demás. Nosotros todos tenemos la cosa interior de no poder celebrar algo que ya sabemos que tenemos. En el fútbol español se hacen así las cosas, y tenemos que esperar. Puede que sea más bonito el domingo en la vuelta de Tarragona. Yo sé que nos van a demostrar el cariño ese día. Tenemos la tranquilidad de que el trabajo está hecho, pero la cordura te manda ser prudente”.

¿De quién se acuerda?: “Me acuerdo de los momentos duros de hablar con la gente que se tenía que ir en El Portil. Me acuerdo sobre todo de Miki Roqué. De los cinco partidos perdidos. Del cariño que me ha mostrado la gente. Espero que el domingo sea más”.

Ahora es mejor el Betis: “Ahora mismo las acciones de este club cuestan muchísimos más que en verano. Antes sólo se podía vender a Emana, y ahora hay muchos más valores. Es un trabajo de todos. El Betis está creciendo. Jugadores que el año pasado estuvieran en Segunda B y ahora sean protagonistas del líder de Segunda es una buena noticia. Pero ahora no nos podemos dormir porque si jugamos en Primera como parece debemos hacer un equipo competitivo”.

Análisis del partido: “El partido viene marcado por nuestras ganas de terminar el partido cuanto antes. En la segunda parte hemos confundido tener el balón con dejar pasar los minutos. Al Tenerife le deseo lo mejor, espero que vuelvan lo antes posible al fútbol profesional. Un descenso es lo peor que te puede pasar. Es incomprensible, porque si en verano me lo dicen no me lo hubiera creído”.

Los cánticos hacia él: “Mérito de los ftubolistas. Un entrenador está en manos de los jugadores. Cada vez que la afición dice Pepe Mel están nombrando a los jugadores”.

“Tenemos la certeza de que ya está, pero la cordura te manda ser prudente�