"Soy tranquilo, en mi posición no te puedes permitir locuras"
Dorado defiende su estilo de juego, reflejo de su personalidad fuera del césped, en contra de tomar "decisiones a la ligera" · "No me doy el lujo de tarjetas tontas porque un central debe estar limpio para cuando se necesite de verdad cerca del área", añade.
Javier Mérida / Sevilla | Actualizado 14.04.2011 - 19:07
José Antonio, Chechu, Dorado Ramírez (Córdoba, 10-07-82) se ha erigido en el líder de la defensa verdiblanca. Central muy seguro, destaca por su sobriedad y anhela probarse en Primera el próximo curso. Con el Betis, por supuesto.
-A veces he escrito que el hecho de que usted juegue en Segunda es para que dimitiesen más de la mitad de los directores deportivos de España...
-Puede ser, pero también hay mucha gente que se puede quejar por cosas similares. Yo me siento un privilegiado por estar donde estoy y con el objetivo de que el año que viene sí pueda jugar en Primera, Será entonces cuando se verá si tengo sitio en Primera de verdad.
-¿Ansía jugar en Primera?
-Es el techo a nivel nacional, porque la selección es una cosa muy lejana. Pero, sobre todo, por ver si hay tanta diferencia como dicen o si te queda grande o, por contra, te adaptas. Pero me gustaría al menos poder decir que yo jugué en Primera División.
-¿Por qué no dio el salto del Zaragoza B en sus inicios?
-No sé. Quizá, a lo peor, no lo merecí, o no se atrevieron a darme la oportunidad. Es una espinita que tengo clavada, pero no me puedo quejar. Otros con las mismas o más condiciones que yo no han llegado ni adonde estoy yo, al Betis.
-Empezó en el Séneca, una cantera sin reflejo en la élite. ¿Quizá porque el Córdoba no es un equipo de Primera?
-Cuando estuve yo, en los años de cadete, Sevilla, Espanyol y Valladolid buscaban jugadores, pero irse fuera de Córdoba a jugar es duro. Yo, con 16 años, me fui a 700 kilómetros, pero toda la gente no se adapta igual. Luego, a veces, vuelven, pero ya ha pasado su tren. En el Córdoba es difícil llegar al primer equipo y que estuviese en Primera no cambiaría las cosas, aunque yo pienso que la gente de abajo, de la casa, te da ese plus, ese ímpetu por defender el escudo que no da el de fuera. Y, además, es más barata.
-Jesús Paredes sí lo vio claro.
-Tuvimos la suerte de estar juntos la temporada pasada y él se acordó de mí. Le estoy muy agradecido por darme la oportunidad de poder venir a un equipo con esta historia.
-Es usted el hombre tranquilo de la defensa. ¿Se considera así?
-Sí. Soy igual que fuera del campo. Me gusta la tranquilidad y evitar los bullicios. Y en la posición en la que juego, no te puedes permitir locuras ni decisiones a la ligera. Por ahí va un poco la cosa.
-¿Cuál debe ser la mejor virtud de un central?
-La mejor es la colocación, pero el central tiene que abarcar bastantes virtudes; después de nosotros, sólo queda el portero. Pero creo que con una buena colocación se pueden evitar muchos problemas.
-Pienso de usted que, sin ser sobresaliente en nada, es notable en casi todo. ¿Lo comparte?
-Puede ser que no destaque en nada y sea un poco como dice, pero me gusta la gente regular a mi lado. Lo que da puntos a un equipo es la regularidad. Es mejor estar siempre a un nivel medio-alto que aparecer algunos días y estar muy bien y no estar otros. Porque, en este caso, si sumas lo bueno y lo malo, el saldo es siempre negativo.
-Miki Roqué se estaba haciendo un gran central a su lado. ¿Qué ha aprendido Dorado de él?
-Lo que más me gusta es su agresividad, pero evidentemente tiene un margen de mejora porque es joven. Me gusta cómo sale a buscar al delantero, con esa agresividad que a mí quizá me pueda faltar.
-¿Y de Belenguer?
-Belenguer es un espectáculo, sólo por jugar con esa edad y estar hecho un chaval. Siempre te está advirtiendo de cosas que tú no te das cuenta. Su experiencia es impresionante.
-Ahora juega con Roversio. ¿Una garantía por arriba?
-Quizás su mayor virtud es el juego aéreo que tiene y su potencia, con una gran zancada. Posiblemente, sea el más rápido de los cuatro.
-¿El fin de un central llega cuando mira mucho hacia atrás porque ya no se fía de poder guardar su espalda?
-Puede ser, porque la gente de arriba suele ser bastante rápida y días que si no estás bien físicamente y llegas un poco tarde, tienes que cubrirte la espalda. Hay que tratar de mantener la línea porque es un perjuicio para el equipo no hacerlo, aunque también para eso está el fuera de juego, para pararte a tiempo ante el delantero que siempre corre hacia adelante. Si está bien trabajado, además, es una carrera que te ahorras.
-La temporada anterior no vio una sola tarjeta en la primera vuelta. En la presente lleva dos. ¿Cómo se explica eso en un defensa central?
-Nunca me he caracterizado por que me saquen muchas tarjetas. Un central debe estar limpio de tarjetas para cuando se necesite de verdad en el partido, porque entonces no puedes quitar el pie. No debemos permitirnos el lujo de encontrarnos con una tarjeta tonta en el centro del campo que te haga luego dudar cerca del área porque te puedan expulsar. Ese guardarme de tarjetas menos necesarias quizá me lleve a ver tan pocas.
-Quizá echa una amarilla de menos contra el Elche, en esa jugada que supuso el 0-1. Ni llegó al balón ni hizo la falta.
-Lleva razón, es así.
-No había marcado en cuatro años en el Lleida y y el Huesca en Segunda A. En el Betis lleva dos goles. ¿Le dice algo el dato?
-No subía a rematar las jugadas de estrategia porque no lo creían oportuno. Siempre me quedaba en la retaguardia y aquí lo hacen Iriney y Nacho. No es nuestro principal objetivo, pero en este equipo podemos ayudar a los compañeros de arriba, que tienen más la obligación de marcar, y me gusta. No vamos a subir por los goles de los defensas, eso está claro. Me gustaría marcar el gol del ascenso, pero lo que quiero es que se marque, aunque sea el portero, porque sería la señal de que estamos en Primera.
-Hablemos del Betis. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido? Y no me diga que es la afición.
-Es que es la verdad, porque la estructura ya se sabe cómo es en un club con historia. Pero aún no fui a ningún campo donde no haya nadie del Betis; hay mucha gente en todos lados, los entrenamientos... Al venir de un club humilde como el Huesca es lo que más te sorprende, no le puedo decir otra cosa.
-¿Es una temeridad decir que el Betis tiene ya un pie en Primera?
-Sí. Porque quedan muchísimos puntos en juego y hasta que matemáticamente no esté el objetivo logrado, no se debe decir nada. Además, todos los equipos tienen algo que jugarse. Sólo tengo en la cabeza el próximo partido; los cálculos de una semana para otra no sirven.
-En invierno ya se interesaron varios clubes por usted. ¿Se plantea cambiar de aires o si el Betis asciende quiere continuar?
-Si el Betis sube y están contentos conmigo, mi idea es seguir. Aunque en el fútbol no hay nada seguro y ahora no quiero pensar en nada. Prefiero estar centrado en el Cartagena y lo demás no me preocupa.
-Se habla de que el equipo debería reforzarse bastante si ascendiese. ¿Lo ve así o cree que la base es válida pese a que usted, Jorge Molina, Beñat, Salva Sevilla y otros no conozcan la categoría?
-Es complicado, pero lo que sí se puede entrar a valorar es que en la Copa y en pretemporada hemos jugado frente a equipos de Primera y nunca hemos estado por debajo; es más, el Betis los superó e incluso le plantó cara al mejor equipo del mundo de la actualidad. Por eso creo que tenemos buena base para la temporada próxima si ascendemos y quizá no haya que reforzarse tanto como pueda pensarse.
Dorado defiende su estilo de juego, reflejo de su personalidad fuera del césped, en contra de tomar "decisiones a la ligera" · "No me doy el lujo de tarjetas tontas porque un central debe estar limpio para cuando se necesite de verdad cerca del área", añade.
Javier Mérida / Sevilla | Actualizado 14.04.2011 - 19:07
José Antonio, Chechu, Dorado Ramírez (Córdoba, 10-07-82) se ha erigido en el líder de la defensa verdiblanca. Central muy seguro, destaca por su sobriedad y anhela probarse en Primera el próximo curso. Con el Betis, por supuesto.
-A veces he escrito que el hecho de que usted juegue en Segunda es para que dimitiesen más de la mitad de los directores deportivos de España...
-Puede ser, pero también hay mucha gente que se puede quejar por cosas similares. Yo me siento un privilegiado por estar donde estoy y con el objetivo de que el año que viene sí pueda jugar en Primera, Será entonces cuando se verá si tengo sitio en Primera de verdad.
-¿Ansía jugar en Primera?
-Es el techo a nivel nacional, porque la selección es una cosa muy lejana. Pero, sobre todo, por ver si hay tanta diferencia como dicen o si te queda grande o, por contra, te adaptas. Pero me gustaría al menos poder decir que yo jugué en Primera División.
-¿Por qué no dio el salto del Zaragoza B en sus inicios?
-No sé. Quizá, a lo peor, no lo merecí, o no se atrevieron a darme la oportunidad. Es una espinita que tengo clavada, pero no me puedo quejar. Otros con las mismas o más condiciones que yo no han llegado ni adonde estoy yo, al Betis.
-Empezó en el Séneca, una cantera sin reflejo en la élite. ¿Quizá porque el Córdoba no es un equipo de Primera?
-Cuando estuve yo, en los años de cadete, Sevilla, Espanyol y Valladolid buscaban jugadores, pero irse fuera de Córdoba a jugar es duro. Yo, con 16 años, me fui a 700 kilómetros, pero toda la gente no se adapta igual. Luego, a veces, vuelven, pero ya ha pasado su tren. En el Córdoba es difícil llegar al primer equipo y que estuviese en Primera no cambiaría las cosas, aunque yo pienso que la gente de abajo, de la casa, te da ese plus, ese ímpetu por defender el escudo que no da el de fuera. Y, además, es más barata.
-Jesús Paredes sí lo vio claro.
-Tuvimos la suerte de estar juntos la temporada pasada y él se acordó de mí. Le estoy muy agradecido por darme la oportunidad de poder venir a un equipo con esta historia.
-Es usted el hombre tranquilo de la defensa. ¿Se considera así?
-Sí. Soy igual que fuera del campo. Me gusta la tranquilidad y evitar los bullicios. Y en la posición en la que juego, no te puedes permitir locuras ni decisiones a la ligera. Por ahí va un poco la cosa.
-¿Cuál debe ser la mejor virtud de un central?
-La mejor es la colocación, pero el central tiene que abarcar bastantes virtudes; después de nosotros, sólo queda el portero. Pero creo que con una buena colocación se pueden evitar muchos problemas.
-Pienso de usted que, sin ser sobresaliente en nada, es notable en casi todo. ¿Lo comparte?
-Puede ser que no destaque en nada y sea un poco como dice, pero me gusta la gente regular a mi lado. Lo que da puntos a un equipo es la regularidad. Es mejor estar siempre a un nivel medio-alto que aparecer algunos días y estar muy bien y no estar otros. Porque, en este caso, si sumas lo bueno y lo malo, el saldo es siempre negativo.
-Miki Roqué se estaba haciendo un gran central a su lado. ¿Qué ha aprendido Dorado de él?
-Lo que más me gusta es su agresividad, pero evidentemente tiene un margen de mejora porque es joven. Me gusta cómo sale a buscar al delantero, con esa agresividad que a mí quizá me pueda faltar.
-¿Y de Belenguer?
-Belenguer es un espectáculo, sólo por jugar con esa edad y estar hecho un chaval. Siempre te está advirtiendo de cosas que tú no te das cuenta. Su experiencia es impresionante.
-Ahora juega con Roversio. ¿Una garantía por arriba?
-Quizás su mayor virtud es el juego aéreo que tiene y su potencia, con una gran zancada. Posiblemente, sea el más rápido de los cuatro.
-¿El fin de un central llega cuando mira mucho hacia atrás porque ya no se fía de poder guardar su espalda?
-Puede ser, porque la gente de arriba suele ser bastante rápida y días que si no estás bien físicamente y llegas un poco tarde, tienes que cubrirte la espalda. Hay que tratar de mantener la línea porque es un perjuicio para el equipo no hacerlo, aunque también para eso está el fuera de juego, para pararte a tiempo ante el delantero que siempre corre hacia adelante. Si está bien trabajado, además, es una carrera que te ahorras.
-La temporada anterior no vio una sola tarjeta en la primera vuelta. En la presente lleva dos. ¿Cómo se explica eso en un defensa central?
-Nunca me he caracterizado por que me saquen muchas tarjetas. Un central debe estar limpio de tarjetas para cuando se necesite de verdad en el partido, porque entonces no puedes quitar el pie. No debemos permitirnos el lujo de encontrarnos con una tarjeta tonta en el centro del campo que te haga luego dudar cerca del área porque te puedan expulsar. Ese guardarme de tarjetas menos necesarias quizá me lleve a ver tan pocas.
-Quizá echa una amarilla de menos contra el Elche, en esa jugada que supuso el 0-1. Ni llegó al balón ni hizo la falta.
-Lleva razón, es así.
-No había marcado en cuatro años en el Lleida y y el Huesca en Segunda A. En el Betis lleva dos goles. ¿Le dice algo el dato?
-No subía a rematar las jugadas de estrategia porque no lo creían oportuno. Siempre me quedaba en la retaguardia y aquí lo hacen Iriney y Nacho. No es nuestro principal objetivo, pero en este equipo podemos ayudar a los compañeros de arriba, que tienen más la obligación de marcar, y me gusta. No vamos a subir por los goles de los defensas, eso está claro. Me gustaría marcar el gol del ascenso, pero lo que quiero es que se marque, aunque sea el portero, porque sería la señal de que estamos en Primera.
-Hablemos del Betis. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido? Y no me diga que es la afición.
-Es que es la verdad, porque la estructura ya se sabe cómo es en un club con historia. Pero aún no fui a ningún campo donde no haya nadie del Betis; hay mucha gente en todos lados, los entrenamientos... Al venir de un club humilde como el Huesca es lo que más te sorprende, no le puedo decir otra cosa.
-¿Es una temeridad decir que el Betis tiene ya un pie en Primera?
-Sí. Porque quedan muchísimos puntos en juego y hasta que matemáticamente no esté el objetivo logrado, no se debe decir nada. Además, todos los equipos tienen algo que jugarse. Sólo tengo en la cabeza el próximo partido; los cálculos de una semana para otra no sirven.
-En invierno ya se interesaron varios clubes por usted. ¿Se plantea cambiar de aires o si el Betis asciende quiere continuar?
-Si el Betis sube y están contentos conmigo, mi idea es seguir. Aunque en el fútbol no hay nada seguro y ahora no quiero pensar en nada. Prefiero estar centrado en el Cartagena y lo demás no me preocupa.
-Se habla de que el equipo debería reforzarse bastante si ascendiese. ¿Lo ve así o cree que la base es válida pese a que usted, Jorge Molina, Beñat, Salva Sevilla y otros no conozcan la categoría?
-Es complicado, pero lo que sí se puede entrar a valorar es que en la Copa y en pretemporada hemos jugado frente a equipos de Primera y nunca hemos estado por debajo; es más, el Betis los superó e incluso le plantó cara al mejor equipo del mundo de la actualidad. Por eso creo que tenemos buena base para la temporada próxima si ascendemos y quizá no haya que reforzarse tanto como pueda pensarse.
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