La cara más humana de Emana
Cada fin de semana demuestra que es un líder sobre el terreno de juego pero, más allá del césped y los estadios, Achille Emana es toda una figura en su Yaundé natal. No en vano, en un reportaje emitido por el programa ‘ElDía Después’ de Canal+, el futbolista bético se sinceró reconociendo que en su localidad de origen es algo similar a“un rey; el jefe del pueblo”.
En este sentido, el futbolista bético se ha convertido en una especie de juez de paz en Yaundé, donde es respetado por todos sus ciudadanos tras haberse hecho merecedor por sus raíces de la ‘vara de mando”. “Es algo que heredé de mi padre y después de que él muriese se me nombró a mí.Podría haberlo rechazado, pero me hubiera sentido muy mal, por eso lo acepté”, aclaró el camerunés que, al mismo tiempo, describió lo que supone el cargo:“Se trata de impartir justicia en los problemas entre los vecinos.Cuando alguien tiene un problema lo intento solucionar por teléfono del mejor modo posible.Sobre todo son temas de terrenos, de casas... y lo hacemos por teléfono porque en muchas ocasiones son personas mayores que no saben manejar internet bien. Yo intento aclarar los problemas justamente”.
Todo un estandarte tanto dentro como fuera de los terrenos de juego, que más allá de impartir justicia entre sus compatriotas también aporta su granito de arena para que los menos agraciados puedan salir adelante. No en vano, Emana siempre intenta ayudar a los suyos, mostrar su lado más solidario con aquellos que lo necesitan, sabedor de que la pobreza se ha convertido en algo habitual entre sus iguales, algo que él no está dispuesto a permitir desde su posición de ‘jefe del pueblo’. “Siempre que vengo a Camerún llego cargado de cosas para repartir, sobre todo entre los niños”, reconoció el atacante bético que, por otra parte, relató el sentimiento que suele generar su llegada a Camerún:“En mi país siempre hay gente, niños y familias enteras que necesitan algo. Intento aportar todo lo que puedo. De hecho, cuando llego a Camerún siempre que puedo intento invitar a todos los que puedo a comer a mi casa”. Tanto es así, que el africano es incapaz de verse rodeado de pobreza sin actuar, algo que toma un cariz especial cuando se trata de los más pequeños:“Me gustan mucho los niños y si puedo ayudarles les ayudo al máximo.No puedo soportar ver a un niño morir de hambre. Por eso siempre invito a todo el que puedo a comer a mi casa cada vez que viajo a mi país”.
En definitiva, un líder cuyo lado más humano sirve para que aquellos que más lo necesitan se vean en cierto modo aliviados por una mano amiga. Una mano que no es otra que la de Emana, el jefe del pueblo, el rey de Yaundé, aquel que tiene la vara de mando de su localidad y del Betis, aunque esto último pudo llegar a no ocurrir si el camerunés hubiese atendido los deseos de su madre, que en ningún momento aceptó que su hijo dedicara el tiempo a la práctica del balompié: “Mi madre nunca quiso que yo jugara al fútbol, tenía que tener unas botas en cada barrio y jugar como podía. Pero era una época en la que el fútbol no estaba tan bien visto por aquí. Ahora ya hay referentes como Kameni, Samuel (Eto’o) o yo mismo, antes no los había”. Suerte que no hizo caso.
Alguien tiene imagenes de este reportaje por favor?
Saludos Verdiblancos!!!
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