Originalmente publicado por Verdiblanco27
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Han repetido en varias ocasiones los dirigentes béticos que las salidas son las que van a determinar los siguientes movimientos de fichajes en el club verdiblanco y una de las programadas es la de William Carvalho. Ya viene ejecutando el Betis la idea del reajuste salarial con el adiós de Willian José y Borja Iglesias, que tenían de los sueldos más altos del grupo, y le resta hacerlo con el portugués y también hablar con Nabil Fekir sobre su renovación a la baja o su marcha, si es que hay mercado. En estos días el Betis trabaja en la salida de Carvalho para rehacer la posición de mediocentro, donde ya cuenta con Johnny Cardoso, Marc Roca y Sergi Altimira pero quiere otro elemento de garantías.
«En nuestra planificación más inmediata no contemplamos incorporar un mediocentro a la entidad«, señalaba Manu Fajardo en la presentación de Adrián. Pero la contundencia de estas palabras, motivadas por una cuestión acerca de las opciones de retorno de Guido Rodríguez, tienen truco dado que habla de la planificación «más inmediata» porque depende de las salidas. En este caso es la que se tramita con William Carvalho y la que podía llegar a producirse si hay una oferta contundente, que aún no se ha producido, por Johnny Cardoso.
Manuel Pellegrini siempre ha sido un claro defensor de las virtudes de William Carvalho, pero en el Betis tienen claro que la presión de su salario en el límite de gasto en la plantilla, así como la amortización pendiente de su fichaje, son elementos económicos contundentes que provocan que la conclusión sea su marcha en este mercado, todo conjugado con su inferior rendimiento en la pasada campaña. Varios clubes han sondeado al portugués, cuyo nombre se mueve por equipos de ligas más exóticas pero adineradas para ver si tiene cabida. La cláusula con caducidad de dos millones de euros que desveló ABC de Sevilla el año pasado ya expiró el pasado día 15 y ahora su precio de salida ronda los tres millones aunque lo realmente clave para avanzar es que el equipo de destino cubra el salario del futbolista. Carvalho tiene contrato con el Betis hasta 2026.
De esta forma, en el club verdiblanco insisten en que tienen bloqueados sus siguientes pasos en el mercado hasta que no se produzcan salidas más relevantes. El espacio generado por Borja Iglesias puede destinarse a la incorporación de un lateral zurdo dado que Romain Perraud comparte ahora puesto en los entrenamientos con el canterano Lucas Alcázar pero se busca en el mercado a alguien más experimentado. En las últimas horas ha trascendido el nombre de Ricardo Rodríguez, que encaja en el perfil. Manu Sánchez, que fue vinculado en las negociaciones con el Celta por Borja Iglesias, fue anunciado ya por el Alavés. Restan otras opciones que han sido vinculadas como Juan Bernat, Junior, Tagliafico o Javi Galán. Con todos ha habido movimientos más o menos avanzados. Mientras, la incorporación de Coulibaly ha sufrido un parón que se espera que no sea definitivo pero que sí está retardando el cierre de la operación, que se esperaba para estos días.
Con Carvalho tiene el Betis una circunstancia repetida todos los veranos y es que el jugador se ha puesto en el mercado en diferentes oportunidades y nunca ha llegado una propuesta convincente para todos. Desde que fue incorporado procedente del Sporting de Portugal por 16 millones de euros más variables ha alternado campañas brillantes con decepcionantes. Pellegrini ha sido quien mejor rendimiento le sacó. El jugador ha tenido a veces problemas de peso y de implicación pero en otros momentos ha demostrado su gran categoría sobre el terreno de juego y también tuvo un detalle importante con el club renovando su contrato hasta 2026 justo antes del límite del mercado de fichajes de 2022 para ayudar a que cupieran varios compañeros en la horquilla salarial que permite LaLiga.
Ahora Carvalho espera las novedades mientras es uno más en la plantilla. Su situación es repetida y el portugués está acostumbrado y a la expectativa. Sus agentes reciben muchos ofrecimientos y preguntas pero los avances no acaban de concretarse. El club quiere ahora acelerar para encontrar una solución que liberaría, entre sueldo, ingreso por traspaso y amortización, alrededor de diez millones de euros además de reorganizar la escala de la plantilla, algo fundamental en el plan económico del club para los próximos años.
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