Partiendo de que no soy partidario de hablar ya de la proxima temporada, más si cabe cuando todavía no se ha hecho nada, os dejo una noticia publicada por ED, que son de esas que les gustan a ellos, una de esas de rumores y más rumores.
El tope salarial, clave para el presupuesto de la próxima temporada
La delicada tesitura económica en la que se encuentra el Betis obliga a trabajar con unos presupuestos más restrictivos y con menos margen de gastos. Es por ello por lo que una de las medidas que consigan rentabilizar al máximo las arcas verdiblancas pasa por cuadrar las fichas de los jugadores, asunto en el que administradores y consejo ya se han puesto a trabajar.
Ni que decir tiene que una de las condiciones básicas para que los números cuadren es el ascenso a Primera, que, salvo hecatombe, parece bien encarrilado. Trabajando con este escenario económico para la temporada que viene, una de las premisas clave es la estipulación de un tope salarial que ronde los 800.000 euros, cantidad actual que cobran jugadores como Goitia e Iriney.
En este aspecto, por encima de esta cantidad sólo quedaría atar cabos con Emana, Jonathan Pereira, Arzu y Nélson. En el caso de estos dos últimos se prevén próximas reuniones para pactar una salida de la plantilla heliopolitana. En el de Pereira, de querer abandonar las filas béticas nunca lo haría por menos de los tres millones de euros que aún adeuda los verdiblancos al Villarreal por su traspaso.
De llevarse a cabo las operaciones citadas, la única excepción a la regla del tope salarial llevaría el nombre de Achille Emana, la cual no debe presentar demasiados quebraderos de cabeza ya que, amén de que una rebaja de su sueldo (estimado en 1,4 millones de euros) sería ilegal, el club no tienen ninguna intención de deshacerse de su jugador franquicia, a menos que llegara a los despachos del Villamarín una oferta de las denominadas fuera de mercado.
Con todo ello, el presupuesto estimado para el próximo ejercicio se parecería mucho al del actual y rondaría los 40 millones de euros. De mantenerse los números barajados, la retribución a los jugadores quedaría ordenada en tres peldaños: Un primero en el que se situaría Emana manteniendo su actual ficha, un segundo nivel conformado por jugadores como Goitia e Iriney, dentro del tope de los 800.000 euros y un tercer peldaño donde se encontraría la nueva guardia bética (Rubén Castro, Jorge Molina...) todos por debajo del medio millón, mientras que el sueldo de jugadores de importancia como Dorado, Nacho o Salva Sevilla no se dispararía, condición que cumplen de sobra los emergentes Beñat y Ezequiel.
El tope salarial, clave para el presupuesto de la próxima temporada
La delicada tesitura económica en la que se encuentra el Betis obliga a trabajar con unos presupuestos más restrictivos y con menos margen de gastos. Es por ello por lo que una de las medidas que consigan rentabilizar al máximo las arcas verdiblancas pasa por cuadrar las fichas de los jugadores, asunto en el que administradores y consejo ya se han puesto a trabajar.
Ni que decir tiene que una de las condiciones básicas para que los números cuadren es el ascenso a Primera, que, salvo hecatombe, parece bien encarrilado. Trabajando con este escenario económico para la temporada que viene, una de las premisas clave es la estipulación de un tope salarial que ronde los 800.000 euros, cantidad actual que cobran jugadores como Goitia e Iriney.
En este aspecto, por encima de esta cantidad sólo quedaría atar cabos con Emana, Jonathan Pereira, Arzu y Nélson. En el caso de estos dos últimos se prevén próximas reuniones para pactar una salida de la plantilla heliopolitana. En el de Pereira, de querer abandonar las filas béticas nunca lo haría por menos de los tres millones de euros que aún adeuda los verdiblancos al Villarreal por su traspaso.
De llevarse a cabo las operaciones citadas, la única excepción a la regla del tope salarial llevaría el nombre de Achille Emana, la cual no debe presentar demasiados quebraderos de cabeza ya que, amén de que una rebaja de su sueldo (estimado en 1,4 millones de euros) sería ilegal, el club no tienen ninguna intención de deshacerse de su jugador franquicia, a menos que llegara a los despachos del Villamarín una oferta de las denominadas fuera de mercado.
Con todo ello, el presupuesto estimado para el próximo ejercicio se parecería mucho al del actual y rondaría los 40 millones de euros. De mantenerse los números barajados, la retribución a los jugadores quedaría ordenada en tres peldaños: Un primero en el que se situaría Emana manteniendo su actual ficha, un segundo nivel conformado por jugadores como Goitia e Iriney, dentro del tope de los 800.000 euros y un tercer peldaño donde se encontraría la nueva guardia bética (Rubén Castro, Jorge Molina...) todos por debajo del medio millón, mientras que el sueldo de jugadores de importancia como Dorado, Nacho o Salva Sevilla no se dispararía, condición que cumplen de sobra los emergentes Beñat y Ezequiel.
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