Como activo crítico, escéptico y contrario a la figura de Catalán, a veces llegando a la falta de respeto, me veo en la obligación moral de mostrar estima y elogio al gesto de José Miguel, porque pudiéndolo no hacer lo ha hecho, y porque el sentido de la responsabilidad colectiva como beticismo se empieza con el ejemplo. Dejar vertederos tras nuestro paso por lo espacios públicos, os define como seres irracionales, sucios y deshonestos.
Así que desde aquí señalo a aquellos puercos, egoístas y trozos de detritus, que van ensuciando no ya el nombre del Betis, sino a ellos mismos como seres humanos, abandonando toda idea racional a borracheras incontroladas y actos delictivos faltos de la mínima moralidad. Por mera estadística bastantes acabarán leyendo esto, y aunque habrá quien apenas tenga intelecto para procesarlo, espero que otros despierten, reflexionen y piensen un poco en los demás, que es pensar en realidad en el bienestar futuro de ellos mismos. Yo hace décadas también era bastante miserable y alcoholizado, pero a base de lecturas, amigos y errores se puede ser mejor persona y por ende mejor bético, aunque aún tenga mucho que corregir.
Mi reconocimiento a Catalán, pague o no a cuenta del club, y mi aplauso a los béticos/as que recogieron la bassura de la bassura bética que había pasado por allí. Salud.
Comentario