Una vez que se han disputado treinta jornadas de la Liga, el Betis encara el tramo final de la competición en lo más alto de la tabla tras superar una reciente racha negativa que le hizo pasar del liderato a ver cómo se alejaban sus rivales directos por el ascenso. Los verdiblancos se han sabido levantar y gracias al 13 de 15 de los últimos encuentros llegan a los partidos con el Rayo Vallecano y Celta con un margen de error de cuatro puntos, los que le saca al cuadro vigués, tercer clasificado. Pero la experiencia de los últimos años ha de servir para saber que en este tipo de partidos hay en juego bastante más que tres puntos, haciéndose vital salir victorioso en el cómputo del «goal-average».Y es que no sería la primera que el cuadro bético no consigue el objetivo de una temporada por un gol.
De hecho, los dos últimos fracasos de los verdiblancos tienen como denominador común el lamentarse de no haber visto puerta en una ocasión más. El primero de ellos fue el descenso de categoría en la temporada 2008-2009. El entonces equipo entrenado por José María Nogués llegó a la última jornada de Liga con opciones de salvación. Tantas, que la comenzó fuera de la zona de descenso. Eso sí, de los implicados en la lucha por la permanencia era el único equipo que se enfrentaba a otro que se jugaba lo mismo que él. En el partido contra el Valladolid en el estadio heliopolitano se notó el nerviosismo de los dos conjuntos, sobre todo cuando las noticias que llegaban de los otros implicados (Getafe, Osasuna y Sporting) no eran precisamente positivas. El Betis no fue capaz de pasar del empate ante los vallisoletanos, lo cual lo dejó igualado a 42 puntos con un Getafe que también empató con el Racing Santander. Misma puntuación, y con el «goal-average»particular también idéntico, hubo que ir al general, con el consiguiente descenso de los heliopolitanos por un solo tanto.
El segundo caso es el del año pasado, cuando no se consiguió el ascenso de categoría. Como la temporada anterior, el equipo entrenado por Víctor Fernández llegó a la última jornada con opciones de volver a Primera, aunque no dependía de sí mismo, ya que empatando en Salamanca perdió ese privilegio en favor del Hércules. Los verdiblancos tenían que ganar y esperar que los alicantinos no lo hicieran en Irún, donde todo el mundo recuerda cómo Descarga se introdujo un gol en su portería de una forma más que sospechosa. El resultado: triple empate a puntos entre Hércules, Levante y Betis, que dejó a los de Heliópolis en Segunda también por un gol, el que le hacía perder el «goal-average» particular con los de Alicante.
Esta temporada todo tiene mejor pinta. Los hombres de Mel se impusieron con claridad al Rayo Vallecano en el Benito Villamarín por 4-0, resultado que hace impensable no ganar la diferencia de goles a los madrileños después del partido del domingo en Vallecas. Contra el Celta de Vigo se jugó en Balaídos y se consiguió un valioso empate a uno, que hace ser optimistas teniendo en cuenta que los verdiblancos se están volviendo a mostrar fuertes en casa. Los gallegos serán los siguientes en acudir al coliseo bético y lo harán metidos de lleno en una crisis de resultados que, hasta el momento, les ha hecho no conseguir ganar en las últimas cuatro jornadas. De este modo, y teniendo en cuenta que el Betis tiene margen de error al ir primero, también habrá que estar muy pendientes del encuentro que deben disputar Rayo y Celta allá por el mes de mayo.
Y nada mejor para no tener problemas al final de temporada con la diferencias de goles tanto en el aspecto particular como en el general que no encajar, algo que el Betis ha conseguido hacer en las dos últimas jornadas de forma consecutiva ante Gerona y Salamanca. Tampoco tuvieron que recoger Goitia y Casto el balón de las redes en otras ocho ocasiones (en lo que va de Liga), lo cual siempre fue sinónimo de victoria, ya que el cuadro verdiblanco ha ganado todos los encuentros del Campeonato en los que ha conseguido dejar su portería a cero. Sin duda, la importancia de la defensa es un aspecto a destacar en un equipo en el que todo el mundo anda pendiente del potencial del tridente ofensivo.
La importancia del "goal-average" o cómo aprender de los fallos del pasado
De hecho, los dos últimos fracasos de los verdiblancos tienen como denominador común el lamentarse de no haber visto puerta en una ocasión más. El primero de ellos fue el descenso de categoría en la temporada 2008-2009. El entonces equipo entrenado por José María Nogués llegó a la última jornada de Liga con opciones de salvación. Tantas, que la comenzó fuera de la zona de descenso. Eso sí, de los implicados en la lucha por la permanencia era el único equipo que se enfrentaba a otro que se jugaba lo mismo que él. En el partido contra el Valladolid en el estadio heliopolitano se notó el nerviosismo de los dos conjuntos, sobre todo cuando las noticias que llegaban de los otros implicados (Getafe, Osasuna y Sporting) no eran precisamente positivas. El Betis no fue capaz de pasar del empate ante los vallisoletanos, lo cual lo dejó igualado a 42 puntos con un Getafe que también empató con el Racing Santander. Misma puntuación, y con el «goal-average»particular también idéntico, hubo que ir al general, con el consiguiente descenso de los heliopolitanos por un solo tanto.
El segundo caso es el del año pasado, cuando no se consiguió el ascenso de categoría. Como la temporada anterior, el equipo entrenado por Víctor Fernández llegó a la última jornada con opciones de volver a Primera, aunque no dependía de sí mismo, ya que empatando en Salamanca perdió ese privilegio en favor del Hércules. Los verdiblancos tenían que ganar y esperar que los alicantinos no lo hicieran en Irún, donde todo el mundo recuerda cómo Descarga se introdujo un gol en su portería de una forma más que sospechosa. El resultado: triple empate a puntos entre Hércules, Levante y Betis, que dejó a los de Heliópolis en Segunda también por un gol, el que le hacía perder el «goal-average» particular con los de Alicante.
Esta temporada todo tiene mejor pinta. Los hombres de Mel se impusieron con claridad al Rayo Vallecano en el Benito Villamarín por 4-0, resultado que hace impensable no ganar la diferencia de goles a los madrileños después del partido del domingo en Vallecas. Contra el Celta de Vigo se jugó en Balaídos y se consiguió un valioso empate a uno, que hace ser optimistas teniendo en cuenta que los verdiblancos se están volviendo a mostrar fuertes en casa. Los gallegos serán los siguientes en acudir al coliseo bético y lo harán metidos de lleno en una crisis de resultados que, hasta el momento, les ha hecho no conseguir ganar en las últimas cuatro jornadas. De este modo, y teniendo en cuenta que el Betis tiene margen de error al ir primero, también habrá que estar muy pendientes del encuentro que deben disputar Rayo y Celta allá por el mes de mayo.
Y nada mejor para no tener problemas al final de temporada con la diferencias de goles tanto en el aspecto particular como en el general que no encajar, algo que el Betis ha conseguido hacer en las dos últimas jornadas de forma consecutiva ante Gerona y Salamanca. Tampoco tuvieron que recoger Goitia y Casto el balón de las redes en otras ocho ocasiones (en lo que va de Liga), lo cual siempre fue sinónimo de victoria, ya que el cuadro verdiblanco ha ganado todos los encuentros del Campeonato en los que ha conseguido dejar su portería a cero. Sin duda, la importancia de la defensa es un aspecto a destacar en un equipo en el que todo el mundo anda pendiente del potencial del tridente ofensivo.
La importancia del "goal-average" o cómo aprender de los fallos del pasado
Comentario