Recuerdo aquella tarde del anuncio de su fichaje. Casi sin tiempo a hacerse a la idea, había que tener fé en Pelle y montarse en ese barco rezando para que no nos hundiesemos todos con el siguiente Van der Vaart. Gracias a dios, el barco anda por costas caribeñas con un magnífico jugador que hoy por hoy, es medio barco.
Si no usase tanto las camisetas y los nombres volasen, me pillaba en el thai de confianza una suya.
Si no usase tanto las camisetas y los nombres volasen, me pillaba en el thai de confianza una suya.
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