El problema de Bellerín es haber obviado su rendimiento en el Barcelona y Sporting, cegados por esa historia de reencuentro entre el jugador y el club que le devolvió las ganas de ser futbolista.
Eso y los años de contrato. Las ganas, motivaciones y profesionalidad de Bellerín son las mismas que la primera vez que vino, no ha cambiado nada, ha rendido menos, al igual que el equipo en conjunto y rendimientos individuales han ido a menos.
Eso y los años de contrato. Las ganas, motivaciones y profesionalidad de Bellerín son las mismas que la primera vez que vino, no ha cambiado nada, ha rendido menos, al igual que el equipo en conjunto y rendimientos individuales han ido a menos.
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