Hace justo una vuelta liguera la parada cardíaca que sufrió Miguel García con el Salamanca ante el Betis dio la vuelta al mundo. El jefe de los servicios médicos del Betis le salvó la vida y el sábado el ex futbolista estará en el palco del Benito Villamarín, como se puede leer en ABC de Sevilla.
—¿Cómo se encuentra?
—Muy bien, de veras. En ningún momento podía pensar que después de lo ocurrido me encontraría tan bien físicamente como lo estoy a día de hoy. Aquello pasó como pasó y ahora puedo hacer mi vida normal, como cualquier otra persona.
—Pero su vida ha cambiado bastante, ha ido de futbolista a la grada.
—Sí, pero ya le digo que ando muy contento. Todo ha salido bien y sí es verdad que he tenido que dejar el fútbol, pero no lo es todo. Hay momentos en los que lo echo de menos y por mi buena recuperación no he tenido secuelas. Ahora puedo disfrutar de todo: del deporte, mis aficiones y la familia, que ha estado conmigo en todo momento.
—¿Qué tipo de deporte practica actualmente?
—El gimnasio es lo que menos me recomiendan porque puede perjudicar a las arterias, pero me están obligando a hacer actividades deportivas porque después de dedicarme a eso durante toda mi carrera, no es normal que ahora lo deje del todo. No es bueno para la salud. Estoy haciendo deporte y me encuentro muy bien.
—¿Echa de menos el fútbol?
—Estoy viendo partidos, porque el fútbol es una cosa que llevo dentro, pero no tengo el 'mono' de estar dentro de un terreno de juego jugando. Soy consciente de lo que me pasó, de la gravedad de la lesión, y eso me ha hecho ver las cosas de otra manera. Me ha hecho pensar que no todo es el fútbol. Después hay muchas cosas para disfrutar y eso hace que cada día lo tenga más claro y lo haya aceptado mejor.
—Incluso usted es la imagen de una marca de desfibriladores...
—Sí. Hace unas semanas tuve una reunión con el presidente de la empresa y me hicieron una buena oferta. Ellos querían que fuera la imagen de la empresa y que trabajara con ellos. Es algo que me apetece hacer porque el hecho de poder trabajar en algo que te salvó la vida y que tú mismo puedas salvar muchas vidas, pues me encanta. Me gusta el proyecto.
—Y es que lo que pasó con usted ha servido como ejemplo para evitar más situaciones así, ¿no?
—Sí, estoy muy contento y sé que a raíz de lo que me ocurrió los desfibriladores van a estar como un jugador más en un terreno de juego. Eso es una buena noticia para todos. Sabemos la importancia que tiene eso y que puede salvar una vida. A mí me la salvó y puede hacerlo con muchas más. Y ya no en campos de fútbol de Segunda B, Tercera o Primera, sino en todos los centros deportivos donde se practique actividad física, porque esto no sólo puede suceder a nivel profesional, sino en cualquier barrio o instalación. Y se pueden salvar vidas.
—¿Cómo es su día a día?
—Resido en Albacete, pero ahora estoy viajando muchísimo con esta empresa, que tiene la sede en Mallorca y delegaciones en Barcelona y Madrid. Viajo con ellos y voy mucho a Salamanca a ver a mis compañeros. Son días ajetreados, pero también tengo tiempo para disfrutar de mi familia.
—¿Quiere seguir ligado al fútbol de alguna manera?
—Visito bastante a mis compañeros y voy a los partidos del Salamanca cada vez que puedo. Hablo con ellos cotidianamente. Pero aún no me he planteado seguir ligado al fútbol porque con este trabajo y los viajes no tengo tiempo para otra cosa. En un futuro, quién sabe. Eso sí, como entrenador no me veo hoy en día, que sufren mucho.
—Vamos, que no se le verá en el banquillo del Salamanca para tratar de evitar el descenso.
—No, no, pero ojalá que puedan conseguirlo porque desde que me pasó a mí eso no han levantado cabeza. Fue un palo muy duro para ellos y esperemos que se salven y que el equipo siga en Segunda división.
—Y es que cuando se enfrentaron Salamanca y Betis estaban los dos equipos luchando por el ascenso y ahora...
—Sí, los primeros diez o doce partidos en los que estuve en el equipo hicimos muy buena Liga. Estuvimos luchando por los puestos de ascenso y de ahí hasta ahora ha ido todo al revés. El equipo ha cogido una dinámica muy mala de resultados. Todos sabemos lo importante que es mantenerse en Segunda.
—¿Qué recuerdos tiene de aquel día?
—Poquita cosa. Recuerdo sobre todo la primera parte, cuando me encontraba físicamente mejor. De la segunda, que me agacho a atarme los cordones cuando se paró el partido y al levantarme me desvanecí. Lo siguiente que recuerdo es cuando recupero la consciencia y veo a los doctores abrazándose. Ahí sabía que me habían salvado. A partir de ahí me doy cuenta de la importancia de todo.
—¿Qué le dice el nombre de Tomás Calero?
—Cuando lo escucho se me ponen los pelos de punta porque va a ser un hombre que lo voy a llevar en mi corazón siempre, porque él y el doctor del Salamanca me salvaron la vida. Les estaré agradecido toda la vida. Han marcado un momento dramático entonces, pero de alegría a partir de ahí.
—¿Ha hablado más con él?
—Sí, varias veces. Tenemos una buena relación.
—El Betis le ha invitado a usted al palco este sábado, ¿qué le parece?
—Para mí es un orgullo saber que la afición del Betis está conmigo y, sobre todo, porque sé lo que pasó después de lo mío. Sé que cantaron mi nombre y el del Salamanca y en esos momentos no les importaba el resultado. Eso define a la afición del Betis. Será un orgullo estar el sábado en el estadio y con una afición que es de las mejores de España y parte del extranjero.
—Incluso hay iniciativas para homenajearle como corear su nombre en el minuto seis, coincidiendo con el número de su dorsal...
—Eso no me lo quiero ni imaginar porque para mí y para mi familia, que viajará conmigo, sería un momento muy emotivo. No sabría cómo darles las gracias. Siempre tendré a la afición bética en mi corazón. No me emocioné en Salamanca porque tengo un carácter fuerte, pero sé que en Sevilla lo pasaré mal porque no es lo mismo eso ante 8.000 personas que ante 35.000. Y sabiendo de la manera que es la gente de Sevilla...
—¿Se siente un poco bético por ese ánimo de su afición?
—Es que aparte de por ese aliento en aquel día, después me llegaron miles de cartas de la afición bética dándome la enhorabuena por estar bien, por recuperarme, y animándome para el futuro. A esa afición la he vivido muchas veces por jugar contra el Betis y siempre llama la atención allá por donde vas. Debe de ser un orgullo vestir esos colores y disfrutar de esa afición tan grande.
—¿Tiene unas palabras para Miki Roqué?
—Sé que el chaval ha pasado un trago muy malo porque nunca te esperas que te llegue a pasar a ti, sobre todo a gente deportista. Sé que es joven, con fuerza y madurez, y lo va a afrontar con optimismo. Estoy convencido de que cuando se recupere va a seguir siendo el jugador que estaba despuntando en la categoría y que seguirá dando alegrías a la afición. Seguro que va a triunfar como futbolista porque como persona ya lo ha demostrado.
Miguel García: "Cuando escucho el nombre de Tomás Calero se me ponen los pelos de punta"
Muy buena entrevista de los compañeros de Al final de la palmera. Nos habla de su pasado, presente y futuro con una sinceridad y humildad que hace que te emociones leyendola. En cuanto al Betis solo tiene palabras buenas tanto para el equipo como para la aficion creo que se merece que este sabado gritemos su numbre como si fuese un jugador mas de nuestro equipo. Animo Miguel
—¿Cómo se encuentra?
—Muy bien, de veras. En ningún momento podía pensar que después de lo ocurrido me encontraría tan bien físicamente como lo estoy a día de hoy. Aquello pasó como pasó y ahora puedo hacer mi vida normal, como cualquier otra persona.
—Pero su vida ha cambiado bastante, ha ido de futbolista a la grada.
—Sí, pero ya le digo que ando muy contento. Todo ha salido bien y sí es verdad que he tenido que dejar el fútbol, pero no lo es todo. Hay momentos en los que lo echo de menos y por mi buena recuperación no he tenido secuelas. Ahora puedo disfrutar de todo: del deporte, mis aficiones y la familia, que ha estado conmigo en todo momento.
—¿Qué tipo de deporte practica actualmente?
—El gimnasio es lo que menos me recomiendan porque puede perjudicar a las arterias, pero me están obligando a hacer actividades deportivas porque después de dedicarme a eso durante toda mi carrera, no es normal que ahora lo deje del todo. No es bueno para la salud. Estoy haciendo deporte y me encuentro muy bien.
—¿Echa de menos el fútbol?
—Estoy viendo partidos, porque el fútbol es una cosa que llevo dentro, pero no tengo el 'mono' de estar dentro de un terreno de juego jugando. Soy consciente de lo que me pasó, de la gravedad de la lesión, y eso me ha hecho ver las cosas de otra manera. Me ha hecho pensar que no todo es el fútbol. Después hay muchas cosas para disfrutar y eso hace que cada día lo tenga más claro y lo haya aceptado mejor.
—Incluso usted es la imagen de una marca de desfibriladores...
—Sí. Hace unas semanas tuve una reunión con el presidente de la empresa y me hicieron una buena oferta. Ellos querían que fuera la imagen de la empresa y que trabajara con ellos. Es algo que me apetece hacer porque el hecho de poder trabajar en algo que te salvó la vida y que tú mismo puedas salvar muchas vidas, pues me encanta. Me gusta el proyecto.
—Y es que lo que pasó con usted ha servido como ejemplo para evitar más situaciones así, ¿no?
—Sí, estoy muy contento y sé que a raíz de lo que me ocurrió los desfibriladores van a estar como un jugador más en un terreno de juego. Eso es una buena noticia para todos. Sabemos la importancia que tiene eso y que puede salvar una vida. A mí me la salvó y puede hacerlo con muchas más. Y ya no en campos de fútbol de Segunda B, Tercera o Primera, sino en todos los centros deportivos donde se practique actividad física, porque esto no sólo puede suceder a nivel profesional, sino en cualquier barrio o instalación. Y se pueden salvar vidas.
—¿Cómo es su día a día?
—Resido en Albacete, pero ahora estoy viajando muchísimo con esta empresa, que tiene la sede en Mallorca y delegaciones en Barcelona y Madrid. Viajo con ellos y voy mucho a Salamanca a ver a mis compañeros. Son días ajetreados, pero también tengo tiempo para disfrutar de mi familia.
—¿Quiere seguir ligado al fútbol de alguna manera?
—Visito bastante a mis compañeros y voy a los partidos del Salamanca cada vez que puedo. Hablo con ellos cotidianamente. Pero aún no me he planteado seguir ligado al fútbol porque con este trabajo y los viajes no tengo tiempo para otra cosa. En un futuro, quién sabe. Eso sí, como entrenador no me veo hoy en día, que sufren mucho.
—Vamos, que no se le verá en el banquillo del Salamanca para tratar de evitar el descenso.
—No, no, pero ojalá que puedan conseguirlo porque desde que me pasó a mí eso no han levantado cabeza. Fue un palo muy duro para ellos y esperemos que se salven y que el equipo siga en Segunda división.
—Y es que cuando se enfrentaron Salamanca y Betis estaban los dos equipos luchando por el ascenso y ahora...
—Sí, los primeros diez o doce partidos en los que estuve en el equipo hicimos muy buena Liga. Estuvimos luchando por los puestos de ascenso y de ahí hasta ahora ha ido todo al revés. El equipo ha cogido una dinámica muy mala de resultados. Todos sabemos lo importante que es mantenerse en Segunda.
—¿Qué recuerdos tiene de aquel día?
—Poquita cosa. Recuerdo sobre todo la primera parte, cuando me encontraba físicamente mejor. De la segunda, que me agacho a atarme los cordones cuando se paró el partido y al levantarme me desvanecí. Lo siguiente que recuerdo es cuando recupero la consciencia y veo a los doctores abrazándose. Ahí sabía que me habían salvado. A partir de ahí me doy cuenta de la importancia de todo.
—¿Qué le dice el nombre de Tomás Calero?
—Cuando lo escucho se me ponen los pelos de punta porque va a ser un hombre que lo voy a llevar en mi corazón siempre, porque él y el doctor del Salamanca me salvaron la vida. Les estaré agradecido toda la vida. Han marcado un momento dramático entonces, pero de alegría a partir de ahí.
—¿Ha hablado más con él?
—Sí, varias veces. Tenemos una buena relación.
—El Betis le ha invitado a usted al palco este sábado, ¿qué le parece?
—Para mí es un orgullo saber que la afición del Betis está conmigo y, sobre todo, porque sé lo que pasó después de lo mío. Sé que cantaron mi nombre y el del Salamanca y en esos momentos no les importaba el resultado. Eso define a la afición del Betis. Será un orgullo estar el sábado en el estadio y con una afición que es de las mejores de España y parte del extranjero.
—Incluso hay iniciativas para homenajearle como corear su nombre en el minuto seis, coincidiendo con el número de su dorsal...
—Eso no me lo quiero ni imaginar porque para mí y para mi familia, que viajará conmigo, sería un momento muy emotivo. No sabría cómo darles las gracias. Siempre tendré a la afición bética en mi corazón. No me emocioné en Salamanca porque tengo un carácter fuerte, pero sé que en Sevilla lo pasaré mal porque no es lo mismo eso ante 8.000 personas que ante 35.000. Y sabiendo de la manera que es la gente de Sevilla...
—¿Se siente un poco bético por ese ánimo de su afición?
—Es que aparte de por ese aliento en aquel día, después me llegaron miles de cartas de la afición bética dándome la enhorabuena por estar bien, por recuperarme, y animándome para el futuro. A esa afición la he vivido muchas veces por jugar contra el Betis y siempre llama la atención allá por donde vas. Debe de ser un orgullo vestir esos colores y disfrutar de esa afición tan grande.
—¿Tiene unas palabras para Miki Roqué?
—Sé que el chaval ha pasado un trago muy malo porque nunca te esperas que te llegue a pasar a ti, sobre todo a gente deportista. Sé que es joven, con fuerza y madurez, y lo va a afrontar con optimismo. Estoy convencido de que cuando se recupere va a seguir siendo el jugador que estaba despuntando en la categoría y que seguirá dando alegrías a la afición. Seguro que va a triunfar como futbolista porque como persona ya lo ha demostrado.
Miguel García: "Cuando escucho el nombre de Tomás Calero se me ponen los pelos de punta"
Muy buena entrevista de los compañeros de Al final de la palmera. Nos habla de su pasado, presente y futuro con una sinceridad y humildad que hace que te emociones leyendola. En cuanto al Betis solo tiene palabras buenas tanto para el equipo como para la aficion creo que se merece que este sabado gritemos su numbre como si fuese un jugador mas de nuestro equipo. Animo Miguel
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