Otro partido estrepitoso ante equipos que juegan y presionan muy alto porque nuestra salida de balón es completamente inexistente. Qué dolor ver al equipo en los inicios y los reinicios, que todo acabe con pases por fuera a laterales encimado o con un pelotazo de Rui Silva a la nada. Y eso que hoy ha habido muchísimas acciones para intentarlo por dentro, ya que el Getafe apretaba 1vs1 e intentando algún pase de más o un tercer hombre se podía romper su presión. Pero este equipo ha renunciado ya a eso, al entrenador en rueda de prensa nunca se le pregunta y se sobreentiende entonces que todo está bien. Ojalá que el Chimy esté en modo autosuficiente y Bakambu sea el de hace cinco años, porque el balón arriba llega en situaciones de poquísima ventaja. Ha sido un meneo del Getafe y Luis Milla ha hecho lo que ha querido, obvio porque si el balón no se cuida, la contrapresión es inexistente y a los duelos nunca vas a llegar con todo el equipo separado.
El entrenador ha instalado una competitividad que en mi vida había visto en este equipo, pero más allá de eso, este año no está sumando absolutamente nada al juego ni a la plantilla. El cacareado milagro es que esta temporada, con el fútbol que estamos ofreciendo, todavía tengamos posibilidades de entrar en Europa.
El entrenador ha instalado una competitividad que en mi vida había visto en este equipo, pero más allá de eso, este año no está sumando absolutamente nada al juego ni a la plantilla. El cacareado milagro es que esta temporada, con el fútbol que estamos ofreciendo, todavía tengamos posibilidades de entrar en Europa.
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