Mel encuentra oxígeno en el beticismo
Mel respira tranquilo y se apoya en el empuje de la afición.
En este deporte no hay mejor medicina para una mala racha que una victoria. Los tres puntos ante el Albacete este fin de semana han devuelto la ilusión a todos los béticos y han subrayado con negrita el apoyo que siempre ha tenido Pepe Mel desde la mayor parte de la grada.
Con la consecución del triunfo ante los albaceteños, Mel no ha podido esconder su sentimiento ante tantas muestras de afecto, que se reflejaron en los cánticos de la afición que corearon su nombre durante el partido. “El cariño que he encontrado en al gente durante todas estas semanas es enorme y yo soy el que tengo la doble responsabilidad de llevar al equipo que todos queremos a Primera. Quiero cumplir objetivos porque soy entrenador, pero también porque éste es mi equipo y el de mi hija”, reconoce el técnico.
Atrás quedan las derrotas que han hecho mella en la plantilla y el cuerpo técnico, y ante esto Pepe Mel se siente como un aficionado más: “Cuando perdemos soy un bético más. Creo que el que se siente bético lo ha pasado mal en las últimas cinco semanas. Nadie se explicaba cómo un equipo que había hecho siete meses impresionantes hasta enero, podía hacer un febrero tan espantoso. Pienso que en todo este tiempo nos han podido la ansiedad y las prisas por conseguir un triunfo”.
A pesar de la incertidumbre que merodeaba en la masa verdiblanca, Pepe Mel asegura que nunca ha visto peligrar su puesto, aunque entiende que se hablara de ello porque la racha era preocupante: “Es normal que en el mundo del fútbol haya dudas. Cuando se firma un contrato, hay una letra invisible que dice que cuando el equipo no encuentra los resultados, el entrenador se tiene que marchar. Aun así, creo que todo el mundo está con nosotros y el consejo, con Gordillo, Bosch y Stosic a la cabeza, nos anima siempre”.
El apoyo lo encuentra desde el propio plantel, incluso con muestras de cariño y estima desde jugadores que no están contando con minutos: “Fue agradable ver, por ejemplo, cómo Miguel Lopes, que lleva tiempo sin estar y ahora parecía que podía volver, venga y te diga ‘míster lo siento, me gustaría poder ayudarte’. Es gente que siente el trabajo de uno como suyo propio y eso es mucho de agradecer”.
Mel respira tranquilo y se apoya en el empuje de la afición.
En este deporte no hay mejor medicina para una mala racha que una victoria. Los tres puntos ante el Albacete este fin de semana han devuelto la ilusión a todos los béticos y han subrayado con negrita el apoyo que siempre ha tenido Pepe Mel desde la mayor parte de la grada.
Con la consecución del triunfo ante los albaceteños, Mel no ha podido esconder su sentimiento ante tantas muestras de afecto, que se reflejaron en los cánticos de la afición que corearon su nombre durante el partido. “El cariño que he encontrado en al gente durante todas estas semanas es enorme y yo soy el que tengo la doble responsabilidad de llevar al equipo que todos queremos a Primera. Quiero cumplir objetivos porque soy entrenador, pero también porque éste es mi equipo y el de mi hija”, reconoce el técnico.
Atrás quedan las derrotas que han hecho mella en la plantilla y el cuerpo técnico, y ante esto Pepe Mel se siente como un aficionado más: “Cuando perdemos soy un bético más. Creo que el que se siente bético lo ha pasado mal en las últimas cinco semanas. Nadie se explicaba cómo un equipo que había hecho siete meses impresionantes hasta enero, podía hacer un febrero tan espantoso. Pienso que en todo este tiempo nos han podido la ansiedad y las prisas por conseguir un triunfo”.
A pesar de la incertidumbre que merodeaba en la masa verdiblanca, Pepe Mel asegura que nunca ha visto peligrar su puesto, aunque entiende que se hablara de ello porque la racha era preocupante: “Es normal que en el mundo del fútbol haya dudas. Cuando se firma un contrato, hay una letra invisible que dice que cuando el equipo no encuentra los resultados, el entrenador se tiene que marchar. Aun así, creo que todo el mundo está con nosotros y el consejo, con Gordillo, Bosch y Stosic a la cabeza, nos anima siempre”.
El apoyo lo encuentra desde el propio plantel, incluso con muestras de cariño y estima desde jugadores que no están contando con minutos: “Fue agradable ver, por ejemplo, cómo Miguel Lopes, que lleva tiempo sin estar y ahora parecía que podía volver, venga y te diga ‘míster lo siento, me gustaría poder ayudarte’. Es gente que siente el trabajo de uno como suyo propio y eso es mucho de agradecer”.