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MOMENTO PARA DECIDIR QUÉ BETIS SE PERSIGUE Martes, 19 de Junio de 2007.
Los béticos verán a su equipo en Primera en el año del Centenario. La pesadilla ha pasado y ahora, sin excusas, es el momento de debatir qué quieren que sea su club. Al final, seámos realistas, casi todo depende de la santa voluntad de Lopera, pero como todas las voluntades, es quebrantable con más o menos resistencia. El caso es que el bético tiene que decidir si quiere un Betis con Lopera, con la posibilidad de que acierte en los fichajes y en la elección de su entrenador, porque pese a todo lo que ahora pueda parecer, Lopera, como todos, está en disposición de acertar del mismo modo que se ha estado equivocando. Acertó con Serra y Oliveira y el Betis hizo muy feliz a los suyos. Falló en todo lo que ha hecho después, menos en darle el equipo a Chaparro. Por tanto, en lo deportivo, aunque las cosas no se hacen bien, se puede dar otro pelotazo en cualquier momento, porque esto es fútbol. Pero luego está todo lo demás, que muchas veces lo olvidamos pero que es muy importante en este nuevo fútbol. Con Lopera, eso es seguro, el Betis, como empresa, se retrasará cada día más del resto de empresas. Da pudor hablar de las oficinas del Betis y de las llamadas estructuras, pero sin más detalles sepan que se parece más a una droguería que a un equipo de fútbol. No existe ni la menor duda de que Lopera no va a profesionalizar el club, porque sencillamente no sabe trabajar en equipo, no se fía ni tiene la preparación para pedirle cuentas a un equipo amplio, no da para eso. Si los béticos no quieren eso, que parece que no lo quieren, sólo les queda sindicar acciones, porque Lopera controla poco más del 50%, así que hay muchas acciones sin voz ni voto, meter al accionista mayoritario en dificultades cada vez que entiendan que cometa una irregularidad y forzar el cambio desde dentro. Lo demás es hablar por hablar.
Paco Cepeda
MOMENTO PARA DECIDIR QUÉ BETIS SE PERSIGUE Martes, 19 de Junio de 2007.
Los béticos verán a su equipo en Primera en el año del Centenario. La pesadilla ha pasado y ahora, sin excusas, es el momento de debatir qué quieren que sea su club. Al final, seámos realistas, casi todo depende de la santa voluntad de Lopera, pero como todas las voluntades, es quebrantable con más o menos resistencia. El caso es que el bético tiene que decidir si quiere un Betis con Lopera, con la posibilidad de que acierte en los fichajes y en la elección de su entrenador, porque pese a todo lo que ahora pueda parecer, Lopera, como todos, está en disposición de acertar del mismo modo que se ha estado equivocando. Acertó con Serra y Oliveira y el Betis hizo muy feliz a los suyos. Falló en todo lo que ha hecho después, menos en darle el equipo a Chaparro. Por tanto, en lo deportivo, aunque las cosas no se hacen bien, se puede dar otro pelotazo en cualquier momento, porque esto es fútbol. Pero luego está todo lo demás, que muchas veces lo olvidamos pero que es muy importante en este nuevo fútbol. Con Lopera, eso es seguro, el Betis, como empresa, se retrasará cada día más del resto de empresas. Da pudor hablar de las oficinas del Betis y de las llamadas estructuras, pero sin más detalles sepan que se parece más a una droguería que a un equipo de fútbol. No existe ni la menor duda de que Lopera no va a profesionalizar el club, porque sencillamente no sabe trabajar en equipo, no se fía ni tiene la preparación para pedirle cuentas a un equipo amplio, no da para eso. Si los béticos no quieren eso, que parece que no lo quieren, sólo les queda sindicar acciones, porque Lopera controla poco más del 50%, así que hay muchas acciones sin voz ni voto, meter al accionista mayoritario en dificultades cada vez que entiendan que cometa una irregularidad y forzar el cambio desde dentro. Lo demás es hablar por hablar.
Paco Cepeda
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