Real Betis / guillermo sierra molina, consejero del real betis
«Si ascendemos, el Betis tendrá sus cuentas saneadas en dos años»
El Decano del Colegio de Economistas es el cerebro gris de la nueva directiva y pinta un panorama positivo: «Garantizamos con un 99,9 por ciento que los jugadores van a cobrar»
—¿Cuáles son las líneas del proyecto de este consejo en el Betis?
—Queremos generar tranquilidad. Se están haciendo las cosas como tienen que hacerse. El Betis va a cumplir con todos sus compromisos. Los jugadores van a cobrar. Estamos pasando las dificultades que sufren el 90 por ciento de las empresas españolas y más ésta, que ha tenido dos graves inconvenientes: el tiempo que se ha perdido con la gestión anterior y haber bajado a Segunda. Con esto resuelto, el club estaría mejor. El Betis va a salir del concurso por muchas razones, pero hay una que es el valor de la afición, ese intangible que vale lo que no está en los escritos.
—¿En qué situación se encontraron el club cuando llegaron?
—La situación administrativa era absolutamente irregular. Heredamos un Betis con grandes carencias. Con falta de estructuras. Plano. Es una compañía sin estructurar, con gente que no sabía a quién reportar ni quién le reporta a él. No había atribuciones claras y todos reportaban a una única persona. Los consejeros nos hemos tenido que meter a llevar responsabilidades, algo impropio en una sociedad anónima, pero nos ha venido bien para enterarnos de muchas cosas. Sí es una situación para llorar porque tendría que haber una planificación completa. El presupuesto del Betis presentado para este ejercicio 2010-2011, junto con las cuentas anuales del ejercicio 2009-2010, es todo confuso, hecho sobre un papel. Los costes se saben, siempre, cuáles son pero cabe la posibilidad de cuadrarlo con la venta de jugadores. Esto no deja de ser una especie de argucia. Ahí se ve la falta de interés de hacer algo serio y coherente. «El Betis va a cumplir con todos sus compromisos»
—¿Cómo será el organigrama?
—El objetivo es pasar de uno plano a una estructura piramidal. Nos gustaría que se incorporen más béticos de prestigio razonable, honradez demostrada, profesionalidad acrecentada... Tener un consejo más numeroso. Han sido veinte años sin estructuras ni departamentos. Al club no lo va a conocer ni la madre que lo parió.
—¿Deben estar preocupados los jugadores?
—Ellos saben que estamos en concurso de acreedores. Es verdad que el público en general no sabe qué es esto y provoca temor porque puede dar lugar en otras empresas, no en la deportiva, a un ERE, la negociación con los acreedores para rebajar los importes... Pero en un equipo como el Betis no podemos hacer un ERE porque nos quedamos sin jugadores. Nosotros no vamos a prescindir de ninguno de los jugadores que haya en nuestros equipos. Con respecto a los salarios, garantizamos con un 99,9 por ciento que todos los jugadores van a cobrar en su momento y lo que estamos haciendo es buscar los fondos convenientes para que eso ocurra. Mi impresión es que no vamos a tener problemas. Esto se va a hacer tranquilamente, despacio, bien. ¿Qué quisiéramos? Pues tener una caja con 60-80 millones de euros para poder decir «aquí está el dinero». Entre las acciones de restitución, el dinero que hay, las entradas y demás no vamos a tener problemas de ninguna clase. Los jugadores tienen que estar absolutamente tranquilos de que van a cobrar. Todos, entrenador, jugadores y demás porque son la función de producción del club. El Betis tiene su esencia productiva en ellos y no podemos prescindir de ellos, si lo hacemos prescindimos de la actividad. No tendrán problemas. Deben estar tranquilos y, a ser posible, que lo hagan lo mejor que puedan en el campo.
—¿Cómo afecta a un club como el Betis estar en concurso?
—Es una garantía ante todo el mundo, como para cualquier empresa. Tal y como estamos, no hay cosa mejor porque paraliza una serie de actuaciones que podrían ir contra los recursos patrimoniales del Betis y permite, además, una fase de negociación dilatada incluso en el tiempo. Puede ser larga donde hay quita, espera, una reducción de los importes a pagar, unos aplazamientos y lo que la Ley pretende es, precisamente, generar viabilidad en las compañías y al Betis eso le viene magníficamente bien. Lógicamente, caben dos opciones: que el Betis ascienda o no. Hay dos planes alternativos, pues. El A es que ascienda, y estamos seguros de que lo hará. Pero está el B, si no asciende, y creemos que no pasa absolutamente nada. Subirá al año siguiente. No hay que rasgarse las vestiduras porque por ese intangible el Betis va a ascender antes o después. Es un club de Primera, no de otra categoría. Además, esa situación del Betis de pérdida y patrimonios netos negativos puede sanearse con el propio concurso. Hay que buscar operaciones financieras que las permitan. «Heredamos un Betis sin estructuras pero vamos a cambiarlo todo»
—¿Cuentan ya con detalles del plan de viabilidad?
—La administración concursal tiene que negociar con los acreedores. Sirve para que no lo hagamos nosotros. El principal es la Hacienda Pública y la Seguridad Social. Si ellos nos hacen las quitas correspondientes o nos dan los plazos adecuados, esto se relaja convenientemente. Si se hace y con el esfuerzo de los jugadores estamos en Primera, el Betis en un par de años tiene saneadas las cuentas y no tendrá problemas, no hay que esperar a largo plazo. Si no, con el plan que puedan montar los administradores creo que se conseguirá la viabilidad. Lo importante es, una vez aprobado el convenio, respetarlo al máximo. Si el concurso es corto o largo depende de si estamos en Primera o en Segunda. La idea es que si es Primera sean dos o tres años y si es en Segunda, cinco. En Primera ese tiempo porque se generan recursos más fuertes. Si tenemos la cabeza fría, con la estrecha colaboración de los administradores concursales se podrá plantear el tema con rotundidad. Ellos tendrán la cabeza fría y nosotros podemos apasionarnos y hacer algo inconveniente. Esa frialdad nos viene bien y por eso digo que el concurso es una condición necesaria y suficiente para que la empresa Real Betis Balompié SAD se estabilice. Nuestra obligación es intentar restablecer el equilibrio patrimonial del club y cuando lo logremos, en su caso, tendrán que ser los accionistas del Betis los que decidan qué futuro quieren para su entidad y cuál es la estructura accionarial que desean; pero eso forma parte de los planes a medio y largo que no deben condicionar nuestro trabajo actual que, en cualquier caso, debemos desarrollar en igual forma y con el mismo interés, con independencia de quienes sean en el futuro los accionistas del Betis.
—¿Qué soluciones hay ahora para los accionistas?
—Ahora mismo las acciones del Betis no valen nada, ya que existen fondos propios negativos. Esto puede ser un motivo de queja de los accionistas, ya que pueden reclamar qué ha pasado con su dinero, que ahora no valgan nada y no se lo hayan explicado de una forma clara. O al menos hay indicios de que no lo han hecho. El valor patrimonial del Betis es actualmente negativo. Con lo cual eso significa que ahora mismo con la Ley de Sociedades Anónimas habría que recapitalizar el Betis. «Nuestro plan A es ascender, pero si no lo hacemos, está el B»
—¿Cómo será la próxima Asamblea Ordinaria de abril?
—Vamos a facilitarles la documentación económica a todos los accionistas, cuyas direcciones tengamos porque hay un libro de accionistas que está depositado en el Juzgado de Instrucción y tenemos una copia con objeto de intentar averiguar qué pasa con las acciones, seguirles la pista. No hará falta que la pidan ellos. Vamos a ser absolutamente transparentes.
«Si ascendemos, el Betis tendrá sus cuentas saneadas en dos años» - abcdesevilla.es
«Si ascendemos, el Betis tendrá sus cuentas saneadas en dos años»
El Decano del Colegio de Economistas es el cerebro gris de la nueva directiva y pinta un panorama positivo: «Garantizamos con un 99,9 por ciento que los jugadores van a cobrar»
—¿Cuáles son las líneas del proyecto de este consejo en el Betis?
—Queremos generar tranquilidad. Se están haciendo las cosas como tienen que hacerse. El Betis va a cumplir con todos sus compromisos. Los jugadores van a cobrar. Estamos pasando las dificultades que sufren el 90 por ciento de las empresas españolas y más ésta, que ha tenido dos graves inconvenientes: el tiempo que se ha perdido con la gestión anterior y haber bajado a Segunda. Con esto resuelto, el club estaría mejor. El Betis va a salir del concurso por muchas razones, pero hay una que es el valor de la afición, ese intangible que vale lo que no está en los escritos.
—¿En qué situación se encontraron el club cuando llegaron?
—La situación administrativa era absolutamente irregular. Heredamos un Betis con grandes carencias. Con falta de estructuras. Plano. Es una compañía sin estructurar, con gente que no sabía a quién reportar ni quién le reporta a él. No había atribuciones claras y todos reportaban a una única persona. Los consejeros nos hemos tenido que meter a llevar responsabilidades, algo impropio en una sociedad anónima, pero nos ha venido bien para enterarnos de muchas cosas. Sí es una situación para llorar porque tendría que haber una planificación completa. El presupuesto del Betis presentado para este ejercicio 2010-2011, junto con las cuentas anuales del ejercicio 2009-2010, es todo confuso, hecho sobre un papel. Los costes se saben, siempre, cuáles son pero cabe la posibilidad de cuadrarlo con la venta de jugadores. Esto no deja de ser una especie de argucia. Ahí se ve la falta de interés de hacer algo serio y coherente. «El Betis va a cumplir con todos sus compromisos»
—¿Cómo será el organigrama?
—El objetivo es pasar de uno plano a una estructura piramidal. Nos gustaría que se incorporen más béticos de prestigio razonable, honradez demostrada, profesionalidad acrecentada... Tener un consejo más numeroso. Han sido veinte años sin estructuras ni departamentos. Al club no lo va a conocer ni la madre que lo parió.
—¿Deben estar preocupados los jugadores?
—Ellos saben que estamos en concurso de acreedores. Es verdad que el público en general no sabe qué es esto y provoca temor porque puede dar lugar en otras empresas, no en la deportiva, a un ERE, la negociación con los acreedores para rebajar los importes... Pero en un equipo como el Betis no podemos hacer un ERE porque nos quedamos sin jugadores. Nosotros no vamos a prescindir de ninguno de los jugadores que haya en nuestros equipos. Con respecto a los salarios, garantizamos con un 99,9 por ciento que todos los jugadores van a cobrar en su momento y lo que estamos haciendo es buscar los fondos convenientes para que eso ocurra. Mi impresión es que no vamos a tener problemas. Esto se va a hacer tranquilamente, despacio, bien. ¿Qué quisiéramos? Pues tener una caja con 60-80 millones de euros para poder decir «aquí está el dinero». Entre las acciones de restitución, el dinero que hay, las entradas y demás no vamos a tener problemas de ninguna clase. Los jugadores tienen que estar absolutamente tranquilos de que van a cobrar. Todos, entrenador, jugadores y demás porque son la función de producción del club. El Betis tiene su esencia productiva en ellos y no podemos prescindir de ellos, si lo hacemos prescindimos de la actividad. No tendrán problemas. Deben estar tranquilos y, a ser posible, que lo hagan lo mejor que puedan en el campo.
—¿Cómo afecta a un club como el Betis estar en concurso?
—Es una garantía ante todo el mundo, como para cualquier empresa. Tal y como estamos, no hay cosa mejor porque paraliza una serie de actuaciones que podrían ir contra los recursos patrimoniales del Betis y permite, además, una fase de negociación dilatada incluso en el tiempo. Puede ser larga donde hay quita, espera, una reducción de los importes a pagar, unos aplazamientos y lo que la Ley pretende es, precisamente, generar viabilidad en las compañías y al Betis eso le viene magníficamente bien. Lógicamente, caben dos opciones: que el Betis ascienda o no. Hay dos planes alternativos, pues. El A es que ascienda, y estamos seguros de que lo hará. Pero está el B, si no asciende, y creemos que no pasa absolutamente nada. Subirá al año siguiente. No hay que rasgarse las vestiduras porque por ese intangible el Betis va a ascender antes o después. Es un club de Primera, no de otra categoría. Además, esa situación del Betis de pérdida y patrimonios netos negativos puede sanearse con el propio concurso. Hay que buscar operaciones financieras que las permitan. «Heredamos un Betis sin estructuras pero vamos a cambiarlo todo»
—¿Cuentan ya con detalles del plan de viabilidad?
—La administración concursal tiene que negociar con los acreedores. Sirve para que no lo hagamos nosotros. El principal es la Hacienda Pública y la Seguridad Social. Si ellos nos hacen las quitas correspondientes o nos dan los plazos adecuados, esto se relaja convenientemente. Si se hace y con el esfuerzo de los jugadores estamos en Primera, el Betis en un par de años tiene saneadas las cuentas y no tendrá problemas, no hay que esperar a largo plazo. Si no, con el plan que puedan montar los administradores creo que se conseguirá la viabilidad. Lo importante es, una vez aprobado el convenio, respetarlo al máximo. Si el concurso es corto o largo depende de si estamos en Primera o en Segunda. La idea es que si es Primera sean dos o tres años y si es en Segunda, cinco. En Primera ese tiempo porque se generan recursos más fuertes. Si tenemos la cabeza fría, con la estrecha colaboración de los administradores concursales se podrá plantear el tema con rotundidad. Ellos tendrán la cabeza fría y nosotros podemos apasionarnos y hacer algo inconveniente. Esa frialdad nos viene bien y por eso digo que el concurso es una condición necesaria y suficiente para que la empresa Real Betis Balompié SAD se estabilice. Nuestra obligación es intentar restablecer el equilibrio patrimonial del club y cuando lo logremos, en su caso, tendrán que ser los accionistas del Betis los que decidan qué futuro quieren para su entidad y cuál es la estructura accionarial que desean; pero eso forma parte de los planes a medio y largo que no deben condicionar nuestro trabajo actual que, en cualquier caso, debemos desarrollar en igual forma y con el mismo interés, con independencia de quienes sean en el futuro los accionistas del Betis.
—¿Qué soluciones hay ahora para los accionistas?
—Ahora mismo las acciones del Betis no valen nada, ya que existen fondos propios negativos. Esto puede ser un motivo de queja de los accionistas, ya que pueden reclamar qué ha pasado con su dinero, que ahora no valgan nada y no se lo hayan explicado de una forma clara. O al menos hay indicios de que no lo han hecho. El valor patrimonial del Betis es actualmente negativo. Con lo cual eso significa que ahora mismo con la Ley de Sociedades Anónimas habría que recapitalizar el Betis. «Nuestro plan A es ascender, pero si no lo hacemos, está el B»
—¿Cómo será la próxima Asamblea Ordinaria de abril?
—Vamos a facilitarles la documentación económica a todos los accionistas, cuyas direcciones tengamos porque hay un libro de accionistas que está depositado en el Juzgado de Instrucción y tenemos una copia con objeto de intentar averiguar qué pasa con las acciones, seguirles la pista. No hará falta que la pidan ellos. Vamos a ser absolutamente transparentes.
«Si ascendemos, el Betis tendrá sus cuentas saneadas en dos años» - abcdesevilla.es