Eso sí, a lo de los arbitrajes hay que meterle mano ya. Todas las jornadas hay bastantes polémicas y escándalos gordos.
Tras lo del caso Negreira, lo mínimo sería poner a un agente externo que escuchara todas las conversaciones de los árbitros, y que, en caso de ser necesario, se hicieran públicas.
No puede ser que absolutamente nadie controle a estos "jueces" y tengan la libertad de obrar a su antojo sin que nadie más que su líder, obviamente con espíritu corporativista, pueda someter a juicio y condena sus errores.
Tras lo del caso Negreira, lo mínimo sería poner a un agente externo que escuchara todas las conversaciones de los árbitros, y que, en caso de ser necesario, se hicieran públicas.
No puede ser que absolutamente nadie controle a estos "jueces" y tengan la libertad de obrar a su antojo sin que nadie más que su líder, obviamente con espíritu corporativista, pueda someter a juicio y condena sus errores.
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