El Betis supera el trámite de evaluación ambiental del nuevo Villamarín
La Junta de Andalucía respalda así el proyecto del estadio y despeja el camino para que las obras puedan empezar al final de la temporada actual
El informe desmonta la mayoría de las alegaciones que han presentado las entidades vecinales y sólo exige al club que realice pequeñas mejoras
El Betis ha dado un paso definitivo para que el proyecto del nuevo Benito Villamarín sea una realidad en los plazos previstos. La Junta de Andalucía dictó la pasada semana un informe favorable sobre el impacto ambiental que tendría la reforma del actual estadio y la construcción del edificio polivalente anexo en la parcela de la calle Doctor Fleming. Una resolución en la que no pone reparos a la documentación presentada por el Ayuntamiento de Sevilla y que, en la práctica, representa el desbloqueo definitivo de una fase crucial para la tramitación completa del resto expediente, dando así vía libre para que el club y la Gerencia de Urbanismo continúen con la planificación final de esta intervención.
La propuesta del ‘Avance del Estudio de Ordenación de la parcela del nuevo estadio Benito Villamarín’ fue admitida a trámite el pasado día 10 de mayo por la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, iniciando a partir de ahí un procedimiento de consulta a los organismos y personas que previsiblemente se podrían ver afectados por el desarrollo de esta actuación. A todos ellos, un total de ocho, se les pidió un informe en el que se recogieran las indicaciones que consideraran oportunas, aunque ni Ecologistas en Acción ni la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir respondieron a esta solicitud. El resto, organismos pertenecientes a la propia administración andaluza en su mayoría, además del Servicio Provincial de Costas del Estado, no presentaron objeciones relevantes al proyecto.
El documento presentado por el Ayuntamiento de Sevilla recoge hasta tres posibles alternativas del estudio de ordenación, cumpliendo así una de las exigencias de la legislación en vigor. La primera de ellas, que queda totalmente descartada, consistiría en no acometerlo, al entender que la reforma del estadio y la de la parcela anexa serían dos proyectos diferentes. En esta ‘Alternativa 0’, la culminación del Villamarín se haría a través del cierre del anillo del estadio con el diseño de la grada de Preferencia que se recogía en el proyecto primitivo y, de forma independiente, con la construcción de un edificio de equipamiento privado en los terrenos municipales. Tampoco se opta por la ‘Alternativa 1’, que fija las dos parcelas como zonas independientes en las que materializar su edificabilidad y usos permitidos y que, además, contemplaría la inclusión, en algún grado, de usos comerciales en el formato de gran superficie.
La opción que obtiene todos los parabienes del informe es la denominada ‘Alternativa 2’, que se califica como la más viable ambiental, técnica y socioeconómicamente de las tres planteadas. En la práctica, supone la redacción del estudio de ordenación en una única parcela y en un conjunto edificatorio único, dando cobertura a una amplitud de usos compatibles. Es decir, se respalda la propuesta del diseño presentado por el Betis, en el que la nueva grada de Preferencia ocuparía gran parte de la parcela municipal anexa con la construcción de un edificio polivalente, y en la que también se incluye un porcentaje de suelo, bien en el mismo edificio o en parcelas del distrito, para dar cobertura al déficit de equipamientos públicos de la zona.
El documento valora que en esta propuesta se presenta una ordenación volumétrica «mas amable» y destaca la intención de que la mayor parte de la superficie se disponga junto a la grada de Gol Norte, que es donde existen edificios de viviendas más elevados, mientras que la de menor altura se situaría en la zona sur, donde se enfrenta a las casas unifamiliares. Además, se destaca que permite liberar espacios compartidos para uso público, tanto en la explanada más próxima a Heliópolis como en la avenida de la Palmera, ya que el diseño del nuevo estadio propone suprimir el actual vallado del perímetro del Villamarín. Finalmente, se pone en valor la idea de fachada en forma de terraza del edificio anexo, incidiendo en su sostenibilidad a través de una iluminación natural, el uso correcto de los recursos hídricos y el aumento del espacio verde. Trámite resuelto
El informe de más de medio centenar de páginas al que ha tenido acceso ABC de Sevilla, y que fue firmado por la responsable el pasado jueves 18 de julio, señala en su parte final que el ‘Avance del Estudio de Ordenación de la parcela del nuevo estadio Benito Villamarín’ no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente, siempre y cuando se ejecuten algunas matizaciones menores que se señalan en su contenido. Entre ellas, se avisa de que es previsible un incremento del tráfico para acceder a los nuevos servicios del estadio, lo que provocaría un incremento del ruido en los días que no hubiera partido al crecer la actividad comercial y terciaria en la parcela. Por ello, se solicita que se adopten las medidas necesarias en los viales para no perjudicar la sensibilidad acústica.
Con todo, la superación de este trámite representa en la práctica que se desmonten la mayoría de las alegaciones presentadas por las entidades vecinales del entorno, que mostraron sus dudas sobre la contaminación lumínica del estadio, la afección que tendría en el paisaje urbano y la estética de las viviendas de los alrededores o el temor ante la instalación de un gran centro comercial en el edificio anexo. El informe medioambiental disipa la veracidad de esta argumentación, aunque sí obliga al club a retocar algunos aspectos técnicos de poca relevancia para el conjunto del proyecto. El Betis buscó desde el primer momento alcanzar un consenso con los vecinos, a los que convocó a diversas reuniones para aclarar los detalles de la obra. De hecho, según ha podido saber este periódico, sigue en disposición de aclararles las dudas que puedan surgir durante el resto del proceso.
Salvada esta fase, el objetivo del club continúa siendo que las obras de la grada de Preferencia y del edificio anexo se inicien a la finalización de esta temporada 2024-2025 y que se extiendan por un plazo máximo de dos años. Esto va a obligar al Betis a mudarse al Estadio de la Cartuja para disputar allí los partidos de los cursos 2025-2026 y 2026-2027. A su regreso al Villamarín, los béticos se encontrarán con un estadio adaptado al siglo XXI, que contará con servicios para disfrutar del mismo durante los 365 días del año, y con una apuesta importante por una experiencia vivencial y compartida de la previa de los partidos. Habrá, además, una cubierta sobre todo el graderío, puertas de entrada más amplias pero en menor número, un parking subterráneo, un auditorio con capacidad para entre 400 y 500 butacas y un edificio polivalente con oferta deportiva y social.
https://www.abc.es/sevilla/ciudad/be...34106-nts.html
La Junta de Andalucía respalda así el proyecto del estadio y despeja el camino para que las obras puedan empezar al final de la temporada actual
El informe desmonta la mayoría de las alegaciones que han presentado las entidades vecinales y sólo exige al club que realice pequeñas mejoras
El Betis ha dado un paso definitivo para que el proyecto del nuevo Benito Villamarín sea una realidad en los plazos previstos. La Junta de Andalucía dictó la pasada semana un informe favorable sobre el impacto ambiental que tendría la reforma del actual estadio y la construcción del edificio polivalente anexo en la parcela de la calle Doctor Fleming. Una resolución en la que no pone reparos a la documentación presentada por el Ayuntamiento de Sevilla y que, en la práctica, representa el desbloqueo definitivo de una fase crucial para la tramitación completa del resto expediente, dando así vía libre para que el club y la Gerencia de Urbanismo continúen con la planificación final de esta intervención.
La propuesta del ‘Avance del Estudio de Ordenación de la parcela del nuevo estadio Benito Villamarín’ fue admitida a trámite el pasado día 10 de mayo por la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, iniciando a partir de ahí un procedimiento de consulta a los organismos y personas que previsiblemente se podrían ver afectados por el desarrollo de esta actuación. A todos ellos, un total de ocho, se les pidió un informe en el que se recogieran las indicaciones que consideraran oportunas, aunque ni Ecologistas en Acción ni la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir respondieron a esta solicitud. El resto, organismos pertenecientes a la propia administración andaluza en su mayoría, además del Servicio Provincial de Costas del Estado, no presentaron objeciones relevantes al proyecto.
El documento presentado por el Ayuntamiento de Sevilla recoge hasta tres posibles alternativas del estudio de ordenación, cumpliendo así una de las exigencias de la legislación en vigor. La primera de ellas, que queda totalmente descartada, consistiría en no acometerlo, al entender que la reforma del estadio y la de la parcela anexa serían dos proyectos diferentes. En esta ‘Alternativa 0’, la culminación del Villamarín se haría a través del cierre del anillo del estadio con el diseño de la grada de Preferencia que se recogía en el proyecto primitivo y, de forma independiente, con la construcción de un edificio de equipamiento privado en los terrenos municipales. Tampoco se opta por la ‘Alternativa 1’, que fija las dos parcelas como zonas independientes en las que materializar su edificabilidad y usos permitidos y que, además, contemplaría la inclusión, en algún grado, de usos comerciales en el formato de gran superficie.
La opción que obtiene todos los parabienes del informe es la denominada ‘Alternativa 2’, que se califica como la más viable ambiental, técnica y socioeconómicamente de las tres planteadas. En la práctica, supone la redacción del estudio de ordenación en una única parcela y en un conjunto edificatorio único, dando cobertura a una amplitud de usos compatibles. Es decir, se respalda la propuesta del diseño presentado por el Betis, en el que la nueva grada de Preferencia ocuparía gran parte de la parcela municipal anexa con la construcción de un edificio polivalente, y en la que también se incluye un porcentaje de suelo, bien en el mismo edificio o en parcelas del distrito, para dar cobertura al déficit de equipamientos públicos de la zona.
El documento valora que en esta propuesta se presenta una ordenación volumétrica «mas amable» y destaca la intención de que la mayor parte de la superficie se disponga junto a la grada de Gol Norte, que es donde existen edificios de viviendas más elevados, mientras que la de menor altura se situaría en la zona sur, donde se enfrenta a las casas unifamiliares. Además, se destaca que permite liberar espacios compartidos para uso público, tanto en la explanada más próxima a Heliópolis como en la avenida de la Palmera, ya que el diseño del nuevo estadio propone suprimir el actual vallado del perímetro del Villamarín. Finalmente, se pone en valor la idea de fachada en forma de terraza del edificio anexo, incidiendo en su sostenibilidad a través de una iluminación natural, el uso correcto de los recursos hídricos y el aumento del espacio verde. Trámite resuelto
El informe de más de medio centenar de páginas al que ha tenido acceso ABC de Sevilla, y que fue firmado por la responsable el pasado jueves 18 de julio, señala en su parte final que el ‘Avance del Estudio de Ordenación de la parcela del nuevo estadio Benito Villamarín’ no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente, siempre y cuando se ejecuten algunas matizaciones menores que se señalan en su contenido. Entre ellas, se avisa de que es previsible un incremento del tráfico para acceder a los nuevos servicios del estadio, lo que provocaría un incremento del ruido en los días que no hubiera partido al crecer la actividad comercial y terciaria en la parcela. Por ello, se solicita que se adopten las medidas necesarias en los viales para no perjudicar la sensibilidad acústica.
Con todo, la superación de este trámite representa en la práctica que se desmonten la mayoría de las alegaciones presentadas por las entidades vecinales del entorno, que mostraron sus dudas sobre la contaminación lumínica del estadio, la afección que tendría en el paisaje urbano y la estética de las viviendas de los alrededores o el temor ante la instalación de un gran centro comercial en el edificio anexo. El informe medioambiental disipa la veracidad de esta argumentación, aunque sí obliga al club a retocar algunos aspectos técnicos de poca relevancia para el conjunto del proyecto. El Betis buscó desde el primer momento alcanzar un consenso con los vecinos, a los que convocó a diversas reuniones para aclarar los detalles de la obra. De hecho, según ha podido saber este periódico, sigue en disposición de aclararles las dudas que puedan surgir durante el resto del proceso.
Salvada esta fase, el objetivo del club continúa siendo que las obras de la grada de Preferencia y del edificio anexo se inicien a la finalización de esta temporada 2024-2025 y que se extiendan por un plazo máximo de dos años. Esto va a obligar al Betis a mudarse al Estadio de la Cartuja para disputar allí los partidos de los cursos 2025-2026 y 2026-2027. A su regreso al Villamarín, los béticos se encontrarán con un estadio adaptado al siglo XXI, que contará con servicios para disfrutar del mismo durante los 365 días del año, y con una apuesta importante por una experiencia vivencial y compartida de la previa de los partidos. Habrá, además, una cubierta sobre todo el graderío, puertas de entrada más amplias pero en menor número, un parking subterráneo, un auditorio con capacidad para entre 400 y 500 butacas y un edificio polivalente con oferta deportiva y social.
https://www.abc.es/sevilla/ciudad/be...34106-nts.html
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