Creo que nos estamos liando con el significado del término "modificaciones" y, en algunos casos, esperando un estadio muy diferente del proyecto presentado.
Las modificaciones son normales en todo proyecto porque una cosa es lo que el arquitecto y el promotor pretenden y otra lo que la ordenación urbana permite. Teniendo en cuenta que el club lleva trabajando en este asunto varios años y que Rafael de la Hoz y su estudio tienen el suficiente prestigio y experiencia para saber leer una norma urbanística entiendo que las modificaciones serán mínimas y afectarán, mayoritariamente, al tamaño del edifico escalonado.
Aviso a todos que también puede haber modificaciones entre lo que finalmente apruebe la Gerencia de Urbanismo y lo que finalmente se ejecute ya sea por imposibilidad de ejecutarlo, porque los materiales no soportan lo que se proyectó o porque el presupuesto se desmadre. Dos ejemplos, imaginaos que al abrir el primer agujero en la explanada aparece el resto de un edificio tartésico, se jodió la marrana. Otro que pasó en realidad, el recubrimiento rojo de la Torre Pelli era originalmente de cerámica por aquello de la tradición ceramista de la Cartuja pero en plena ejecución de la obra se decidió cambiar, si no me equivoco, por alumnio coloreado que daba una sensación similar, era más económico y sufría menos al instalarse junto al hormigón de la estructura. Todo eso puede pasar al ejecutar una obra de esta envergadura, es cierto, pero alarmarse por ello carece de sentido porque el resultado final será similar al que se ha presentado.
Las modificaciones son normales en todo proyecto porque una cosa es lo que el arquitecto y el promotor pretenden y otra lo que la ordenación urbana permite. Teniendo en cuenta que el club lleva trabajando en este asunto varios años y que Rafael de la Hoz y su estudio tienen el suficiente prestigio y experiencia para saber leer una norma urbanística entiendo que las modificaciones serán mínimas y afectarán, mayoritariamente, al tamaño del edifico escalonado.
Aviso a todos que también puede haber modificaciones entre lo que finalmente apruebe la Gerencia de Urbanismo y lo que finalmente se ejecute ya sea por imposibilidad de ejecutarlo, porque los materiales no soportan lo que se proyectó o porque el presupuesto se desmadre. Dos ejemplos, imaginaos que al abrir el primer agujero en la explanada aparece el resto de un edificio tartésico, se jodió la marrana. Otro que pasó en realidad, el recubrimiento rojo de la Torre Pelli era originalmente de cerámica por aquello de la tradición ceramista de la Cartuja pero en plena ejecución de la obra se decidió cambiar, si no me equivoco, por alumnio coloreado que daba una sensación similar, era más económico y sufría menos al instalarse junto al hormigón de la estructura. Todo eso puede pasar al ejecutar una obra de esta envergadura, es cierto, pero alarmarse por ello carece de sentido porque el resultado final será similar al que se ha presentado.
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