Pues yo estoy preocupado, porque ganar sin tener ocasiones es casi que un milagro.
Dependemos de la suerte y eso no me gusta nada, porque la suerte se acaba y no solo eso, sino que se vuelve en contra.
O cambiamos seriamente y empezamos a carburar, o así no vamos a ningún lado.
Dependemos de la suerte y eso no me gusta nada, porque la suerte se acaba y no solo eso, sino que se vuelve en contra.
O cambiamos seriamente y empezamos a carburar, o así no vamos a ningún lado.
Comentario