Nsaliwa, la enésima 'trampa'
El canadiense, nacido en Malawi, solicita 900.000 euros al Betis por incumplir el contrato.
El consejo de administración del Betis no tiene un solo día de tranquilidad, tras la tremenda losa que Luis Oliver dejó como herencia. El último movimiento inesperado se confirmó ayer, cuando el club conoció que Tamandani Nsaliwa, el mediocampista que el navarro en connivencia con Carlos Bucero intentó colar en el Betis, reclama 900.000 euros por incumplimiento de contrato, después de que el club rechazase su contratación al constatar deficiencias en el reconocimiento médico.
Nsaliwa fue vendido por Bucero dentro del club como el sustituto ideal para Emana. "Es un pedazo de futbolista y os va a sorprender", llegó a decir Oliver en la concentración de La Manga cuando se le cuestionó por ese sorprendente fichaje. Dos días después, el club anunciaba que Nsaliwa no firmaría por el Betis, después de que se le detectase un problema en el tobillo que venía de antiguo, aunque no le había impedido continuar su carrera en Grecia o Noruega. Nsaliwa, que hace unos días firmó por la Ponferradina, reclama ahora que su contrato con el Betis estaba cerrado y que la ruptura del mismo fue unilateral, de ahí que pretenda percibir su ficha completa, que se cifraba en unos 300.000 euros por cada una de las tres temporadas de las que se habló.
En el club verdiblanco, mientras tanto, se mantiene la tranquilidad y, como en otros tantos casos que se han encontrado de la etapa anterior, se estudiará a fondo para no tener que afrontar dicho pago. Además, el hecho de encontrarse inmerso en el concurso de acreedores provoca que esta cuestión se traslade a los nuevos administradores para que se estudie la validez del contrato y las posibilidades de que prospere el recurso de Nsaliwa.
El asunto, aunque ya se comentó en su día, fue una sorpresa para el consejo de administración, aunque, como informó este periódico el miércoles, esto viene sucediendo con cada uno de los contratos de la etapa de Oliver que se vienen estudiando. De hecho, tanto los administradores como el consejo están repasando las numerosas facturas de gastos que se han encontrado de la etapa anterior y que podría traer nuevas noticias. Y es que el Betis pudo pagar alguna sonada celebración..
Diario de Sevilla - Nsaliwa, la enésima 'trampa'
El canadiense, nacido en Malawi, solicita 900.000 euros al Betis por incumplir el contrato.
El consejo de administración del Betis no tiene un solo día de tranquilidad, tras la tremenda losa que Luis Oliver dejó como herencia. El último movimiento inesperado se confirmó ayer, cuando el club conoció que Tamandani Nsaliwa, el mediocampista que el navarro en connivencia con Carlos Bucero intentó colar en el Betis, reclama 900.000 euros por incumplimiento de contrato, después de que el club rechazase su contratación al constatar deficiencias en el reconocimiento médico.
Nsaliwa fue vendido por Bucero dentro del club como el sustituto ideal para Emana. "Es un pedazo de futbolista y os va a sorprender", llegó a decir Oliver en la concentración de La Manga cuando se le cuestionó por ese sorprendente fichaje. Dos días después, el club anunciaba que Nsaliwa no firmaría por el Betis, después de que se le detectase un problema en el tobillo que venía de antiguo, aunque no le había impedido continuar su carrera en Grecia o Noruega. Nsaliwa, que hace unos días firmó por la Ponferradina, reclama ahora que su contrato con el Betis estaba cerrado y que la ruptura del mismo fue unilateral, de ahí que pretenda percibir su ficha completa, que se cifraba en unos 300.000 euros por cada una de las tres temporadas de las que se habló.
En el club verdiblanco, mientras tanto, se mantiene la tranquilidad y, como en otros tantos casos que se han encontrado de la etapa anterior, se estudiará a fondo para no tener que afrontar dicho pago. Además, el hecho de encontrarse inmerso en el concurso de acreedores provoca que esta cuestión se traslade a los nuevos administradores para que se estudie la validez del contrato y las posibilidades de que prospere el recurso de Nsaliwa.
El asunto, aunque ya se comentó en su día, fue una sorpresa para el consejo de administración, aunque, como informó este periódico el miércoles, esto viene sucediendo con cada uno de los contratos de la etapa de Oliver que se vienen estudiando. De hecho, tanto los administradores como el consejo están repasando las numerosas facturas de gastos que se han encontrado de la etapa anterior y que podría traer nuevas noticias. Y es que el Betis pudo pagar alguna sonada celebración..
Diario de Sevilla - Nsaliwa, la enésima 'trampa'