Entrevista de Bernardo Ruiz a Emilio Soto en El Correo de Andalucia
El portavoz de ‘Béticos por el Villamarín' confiesa ser "opositor a Lopera" desde el día que coincidió con el empresario de El Fontanal en 1991. Aboga por la unidad y el consenso.
-Antes del descenso a Segunda y de ser imputado, Lopera fue idolatrado por un nutrido sector del beticismo, ¿usted aplaudió alguna vez su política?
-No, desde el día en el que lo conocí he sido opositor suyo. Me lo presentó Pepe León en una reunión que tuvimos y, en aquella cita, Francisco García de la Borbolla me dijo: "Cuidadito con este, que como entre en el Betis se queda con él". Desde aquella noche de 1991 seguí con lupa todas sus andanzas.
-En sus inicios no recibieron apoyos. ¿Recuerda esa etapa?
-Claro, si hasta tiraban nuestras notas de prensa en los periódicos. Nos empezamos a reunir en 1992, y ya desconfiábamos de Lopera. Fuimos críticos cuando el Betis fue a la Champions, imagínese la oposición que hicimos. Jamás se me olvidará cuando Lopera insultó a Manuel Serrano, al que llamó abogaducho. Ese abogaducho, que para mí es un gran penalista, ha conseguido que declare ante una jueza. Miguel Espina le dijo que no vino a salvar al Betis, sino a quedarse con él, ¡qué razón tenía! Ahora la gente nos da una palmadita y nos dice gracias, pero antes nos insultaba. Puedo presumir de que gracias a béticos como nosotros nunca se aprobaron las cuentas por unanimidad en una asamblea.
-Han sido más de 3 años de guerra judicial, ¿qué día pensó que habían ganado la primera batalla?
-Cuando Luis Salcedo, -abogado de Lopera-, le abandonó ya pensé que la batalla se estaba ganando. Si Lopera hubiera actuado de forma distinta y se hubiera sentado con los opositores a buscar una solución, no a amenazar, todo hubiera cambiado. ¡Es que se compró una radio para insultar a los béticos! Es el responsable de la ruina económica.
-¿Cuándo habló por última vez con Lopera?
-La última vez fue en un bar. Fue en 1991, y entonces me dijo que había que actuar contra un futbolista que no metía goles, casualmente Pepe Mel... Ahí pensé que decía una locura.
-Se dibuja un marco de estabilidad de 1 a 3 años, ¿cuál es su plan para la transición?
-Estamos en el descanso del partido. Hemos demostrado que lo que decíamos era cierto, que el dinero del Betis estaba siendo cambiado de lugar de forma poco ética por Lopera, pero ahora hay que devolver el Betis a los béticos. Hay que potenciar el apoyo de los estamentos financieros y, además, tenemos que tratar de que sus cómplices no se vayan de rositas.
-Habla de los años de peregrinaje por el desierto, pero ¿a quién recuerda ahora?
-Recuerdo con cariño a Carlos González de la Fuente, que se quedó en el camino. Me da pena que mucha gente que en su día fue vilipendiada no haya podido vivir esta etapa de alegría. Desde que el Betis está liberado se puede decir que está vivo. Ahora llegas al Benito Villamarín y miras a tu lado y ves a gente decente que lucha por lo mismo que tú, pero eso antes no pasaba.
-¿Se creyó la venta?
-Jamás. Estaba claro que era una 'treta'. Lopera pretendía dejar al Betis fuera de sitio y arruinado para volver como salvador, pero no pensó en Mercedes Alaya, la jueza a la que hay que homenajear tras destapar toda la trama de mentiras y 'patrañas'.
-¿Es posible unificar al beticismo?
-Todo el que sea bético y sea honrado tiene cabida en el Betis, pero ni olvido ni perdono. Hay que abrir la mano, pero la gente debe conocer todo lo que ha pasado. La justicia tiene un apartado ejemplarizante y el señor que ha hecho posible que Oliver y Lopera hayan campado a sus anchas y destrozado el futuro de la entidad no es bético y, por lo tanto, no le tiendo la mano.
-¿Debe haber opositores en el consejo?
-Queda claro que los 'primeras espadas' no, pero dentro de estos grupos hay gente de una cualificación absoluta y que ayudará al club. Haber luchado en contra de Lopera no debe ser un obstáculo, sino una garantía.
-En las últimas semanas se insiste en la trascendencia del músculo financiero, pero ¿cuál es el músculo del Betis?
-El Betis tiene una masa social entregada, pero no una clase media empresarial potente, a diferencia del Sevilla. Aseguro que aquí no hay más de 10 ó 12 personas con dinero. Es bueno que el músculo esté en el Betis por su capacidad de gestión, pero no por su dinero. Hay que huir de los salvadores como de la lepra.
-¿Pensó en abandonar?
-Mire. Mi padre fue botones del Betis. En mi casa se ha vivido un beticismo sin parangón... Sí, mi esposa me pidió que me fuera, pero sabía que no lo haría.
Emilio Soto: "Los que ahora nos aplauden, antes nos insultaban" - El Correo de Andalucía
El portavoz de ‘Béticos por el Villamarín' confiesa ser "opositor a Lopera" desde el día que coincidió con el empresario de El Fontanal en 1991. Aboga por la unidad y el consenso.
-Antes del descenso a Segunda y de ser imputado, Lopera fue idolatrado por un nutrido sector del beticismo, ¿usted aplaudió alguna vez su política?
-No, desde el día en el que lo conocí he sido opositor suyo. Me lo presentó Pepe León en una reunión que tuvimos y, en aquella cita, Francisco García de la Borbolla me dijo: "Cuidadito con este, que como entre en el Betis se queda con él". Desde aquella noche de 1991 seguí con lupa todas sus andanzas.
-En sus inicios no recibieron apoyos. ¿Recuerda esa etapa?
-Claro, si hasta tiraban nuestras notas de prensa en los periódicos. Nos empezamos a reunir en 1992, y ya desconfiábamos de Lopera. Fuimos críticos cuando el Betis fue a la Champions, imagínese la oposición que hicimos. Jamás se me olvidará cuando Lopera insultó a Manuel Serrano, al que llamó abogaducho. Ese abogaducho, que para mí es un gran penalista, ha conseguido que declare ante una jueza. Miguel Espina le dijo que no vino a salvar al Betis, sino a quedarse con él, ¡qué razón tenía! Ahora la gente nos da una palmadita y nos dice gracias, pero antes nos insultaba. Puedo presumir de que gracias a béticos como nosotros nunca se aprobaron las cuentas por unanimidad en una asamblea.
-Han sido más de 3 años de guerra judicial, ¿qué día pensó que habían ganado la primera batalla?
-Cuando Luis Salcedo, -abogado de Lopera-, le abandonó ya pensé que la batalla se estaba ganando. Si Lopera hubiera actuado de forma distinta y se hubiera sentado con los opositores a buscar una solución, no a amenazar, todo hubiera cambiado. ¡Es que se compró una radio para insultar a los béticos! Es el responsable de la ruina económica.
-¿Cuándo habló por última vez con Lopera?
-La última vez fue en un bar. Fue en 1991, y entonces me dijo que había que actuar contra un futbolista que no metía goles, casualmente Pepe Mel... Ahí pensé que decía una locura.
-Se dibuja un marco de estabilidad de 1 a 3 años, ¿cuál es su plan para la transición?
-Estamos en el descanso del partido. Hemos demostrado que lo que decíamos era cierto, que el dinero del Betis estaba siendo cambiado de lugar de forma poco ética por Lopera, pero ahora hay que devolver el Betis a los béticos. Hay que potenciar el apoyo de los estamentos financieros y, además, tenemos que tratar de que sus cómplices no se vayan de rositas.
-Habla de los años de peregrinaje por el desierto, pero ¿a quién recuerda ahora?
-Recuerdo con cariño a Carlos González de la Fuente, que se quedó en el camino. Me da pena que mucha gente que en su día fue vilipendiada no haya podido vivir esta etapa de alegría. Desde que el Betis está liberado se puede decir que está vivo. Ahora llegas al Benito Villamarín y miras a tu lado y ves a gente decente que lucha por lo mismo que tú, pero eso antes no pasaba.
-¿Se creyó la venta?
-Jamás. Estaba claro que era una 'treta'. Lopera pretendía dejar al Betis fuera de sitio y arruinado para volver como salvador, pero no pensó en Mercedes Alaya, la jueza a la que hay que homenajear tras destapar toda la trama de mentiras y 'patrañas'.
-¿Es posible unificar al beticismo?
-Todo el que sea bético y sea honrado tiene cabida en el Betis, pero ni olvido ni perdono. Hay que abrir la mano, pero la gente debe conocer todo lo que ha pasado. La justicia tiene un apartado ejemplarizante y el señor que ha hecho posible que Oliver y Lopera hayan campado a sus anchas y destrozado el futuro de la entidad no es bético y, por lo tanto, no le tiendo la mano.
-¿Debe haber opositores en el consejo?
-Queda claro que los 'primeras espadas' no, pero dentro de estos grupos hay gente de una cualificación absoluta y que ayudará al club. Haber luchado en contra de Lopera no debe ser un obstáculo, sino una garantía.
-En las últimas semanas se insiste en la trascendencia del músculo financiero, pero ¿cuál es el músculo del Betis?
-El Betis tiene una masa social entregada, pero no una clase media empresarial potente, a diferencia del Sevilla. Aseguro que aquí no hay más de 10 ó 12 personas con dinero. Es bueno que el músculo esté en el Betis por su capacidad de gestión, pero no por su dinero. Hay que huir de los salvadores como de la lepra.
-¿Pensó en abandonar?
-Mire. Mi padre fue botones del Betis. En mi casa se ha vivido un beticismo sin parangón... Sí, mi esposa me pidió que me fuera, pero sabía que no lo haría.
Emilio Soto: "Los que ahora nos aplauden, antes nos insultaban" - El Correo de Andalucía
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