Los artfices del cambio imposible - abcdesevilla.es
Los artífices del cambio imposible
Tres abogados han sido protagonistas del enorme cambio judicial que ha transformado al Betis: Manuel Serrano (BXV), Adolfo Cuéllar (LJB) y Cayetano García de la Borbolla (PNB)
Mateo gonzález / sevilla
Día 25/01/2011 - 07.43h
J. M. SERRANO
Manuel Serrano, Adolfo Cuéllar y Cayetano García de la Borbolla
Cuando a finales de 2007 Béticos por el Villamarín (BXV) se aventuró presentando la denuncia ante la Fiscalía teniendo como base la probada financiación de Tegasa a costa del Betis, muchos tomaban por locos a quienes ya venían ondeando la bandera de la oposición a la gestión de Manuel Ruiz de Lopera. Su visibilidad fue creciendo a golpe de auto durante una instrucción que empezó a manejar el Juzgado de Instrucción número 6, con Mercedes Alaya, unos meses después y que contó con la adhesión de la Liga de Juristas Béticos (LJB) y Por Nuestro Betis (PNB). Las plataformas siempre estuvieron en la primera línea, pero la abnegada labor de sus puntas de lanza no tanto y, quizás, después del auto de la Audiencia confirmando las medidas cautelares que apartarán a Lopera del club durante, al menos, un año y medio sea uno de los momentos más felices para Manuel Serrano (BXV), Adolfo Cuéllar (LJB) y Cayetano García de la Borbolla (PNB), los tres arietes que han conducido al milagroso cambio en el gobierno de la entidad.
Siempre han huido del protagonismo, que recayó en otros representantes de sus asociaciones, pero su incansable trabajo ha deparado los mejores frutos. Serrano, el más veterano en la profesión (33 años de ejercicio) y en la propia causa, valora que «la Audiencia no tenía otra alternativa desde el auto de Alaya porque había indicios y motivación. De hecho, ya se podría hasta mantener una acusación. La satisfacción es plena después de tanto como hemos luchado. Hay que tener en cuenta que la primera vez que salimos le costó una querella contra Hugo Galera en 2004. Nadie nos hacía caso y se creían que éramos unos iluminados. Costó mucho trabajo. El éxito ha sido rotundo y las tres asociaciones fuimos de la mano».
Recuerda Serrano que «cuando empezamos éramos optimistas. Nuestro ánimo siempre ha sido el bien del Betis. Casi todos los de BXV hemos sido consejeros y nos reuníamos después del 92 porque sabíamos lo que había hecho Lopera, pero nadie nos creía». Y en ese sentido ha recibido su mayor satisfacción: «Teníamos que llegar a la gente pero es que hasta los medios estaban inclinados hacia Lopera. En agosto de 2004 empezamos a tener visibilidad». La dureza del devenir del proceso la reflejan los puntos de inflexión que recalca el letrado de BXV: «Me ha llamado mucho la atención el cambio de opinión de la Fiscalía. No se puede olvidar que a instancias nuestras pone la denuncia y de la noche a la mañana cambia de lo blanco al negro. La instrucción me ha parecido impecable, con una seriedad y un rigor fuera de lo común. La actitud que ha tenido la defensa ha sido un abuso de derecho y lo dije cuando se ratificaron los peritos. Otra de las aberraciones es cuando discuten los fiscales la caución. Y los insultos a la juez. Eso se ha deshecho como un azucarillo en un café. No me explico cómo José María Calero, la Fiscalía o juristas como Jaime Rodríguez-Sacristán o Manuel Castaño creían que estas medidas las iba a revocar la Audiencia. Si existen indicios, que era un obviedad, y si estaban motivados, algo que se veía por los autos, lo normal es que suceda esto. Me imagino que la juez estará orgullosa de su trabajo, algo que también sucederá con los peritos».
Y Serrano destaca que este procedimiento puede servir como espejo para otros clubes. «Conmigo se han puesto en contacto grupos minoritarios de Deportivo, Zaragoza, Real Sociedad y Atlético», afirma antes de avisar de que aún queda mucho trabajo por hacer: «La instrucción está todavía a más de la mitad del camino. Tiene que venir el segundo informe pericial. Esto se tendrá que alargar y tengo por descontado que la táctica de las defensas y la Fiscalía será llevarlo lo más tarde posible».
Cuéllar y la evolución
El segundo letrado en incorporarse a la causa fue Adolfo Cuéllar Portero, hijo del ilustre Adolfo Cuéllar Contreras y hermano de Miguel Cuéllar, hoy presidente de la Fundación Heliópolis. Como presidente de la Liga de Juristas Béticos lideró esta iniciativa y representó los intereses de esta asociación y de PNB hasta hace un año, cuando esta plataforma optó por tener su propia representación. Adolfo Cuéllar define la trascendencia del auto del pasado viernes en el sentido en el que «santifica todo lo que se ha estado instruyendo. Todas las dudas lanzadas han quedado resueltas y eso significa que, a priori, las medidas no se van a poder tocar hasta el día del juicio, ya sea dentro de uno o dos años. Podrían alzarse, pero tendría que haber alguna circunstancia importante y sólo se me ocurre que las conclusiones del segundo informe no fueran tan contundentes».
Y, ¿cómo recuerda Cuéllar sus inicios en este caso? «Desde el 97 ya estaba en contra de Lopera, pero el famoso día del busto, el 28 de febrero de 2007, es decisivo. A raíz de ahí nos reunimos una serie de béticos, no muchos, y creamos la Liga de Juristas. Nuestro programa era pedir información y exigir responsabilidades. Pronto llegó la junta de 2007 y ahí decidimos que había motivos para iniciar un procedimiento penal. Se nos adelantó BXV con la denuncia ante la Fiscalía. Nosotros creíamos que debíamos fundamentar más contundentemente el procedimiento y así mantuvimos durante una serie de meses distintas reuniones la LJB y PNB con gente como Pepe Tirado y Javier Rodríguez. En la primavera de 2008 vimos motivos para presentar la querella. Entonces no era creíble pensar que íbamos a llegar a esto ahora».
Valora Cuéllar el crecimiento del aliento popular hacia su causa. «Durante un tiempo la llamada oposición cabía en un microbús. La gente solía mirar para otro lado, pero eso cambió tras el 15-J. Ahí se nos tomó más en serio a todos», señala el letrado sevillano, quien también observa puntos de inflexión en el procedimiento: «El primero es cuando entendemos que la juez ha captado el asunto y ve indicios de criminalidad. Y no sólo investiga, sino que se acoge a la petición inicial de nuestra querella para que se remonte la investigación hasta el 93, cuando se firma el primer contrato con Tegasa. El segundo es cuando la Audiencia comienza a confirmar que la cuestión está bien investigada. El tercer punto es la aparición del informe pericial. E, indudablemente, la declaración de Lopera el 14 de julio de 2010 y a los dos días el auto que es el hito que cambia el viento de este asunto. También el nombramiento de los administradores judiciales, destacando el mito que supone Gordillo, la labor de Ruiz de Huidobro, la proyección del desaparecido Gómez Porrúa y la eficacia de Bosch».
Define su relación con Serrano y García de la Borbolla como «magnífica» y destaca a Pepe Tirado como «un hombre decisivo» al tiempo que hace memoria para valorar «la cantidad de horas de estudio, papeles y recursos hechos en lugares insospechados y la declaración de los peritos judiciales ante un auténtico bombardeo por parte de la defensa».
El impulso de PNB
Por último, Cayetano García de la Borbolla fue el último en llegar a la primera línea (sí participó en reuniones desde el principio) y lo hizo hace un año. Para él, representante de PNB, «el auto refuerza la posición de los administradores judiciales, que hasta ahora estaban un poco en precario y pueden emprender proyectos más ambiciosos. También es un refuerzo para la instructora, ya que el último año se le ha estado atacando de una forma fuera de lugar con insultos. Es la principal protagonista. Sin la labor que ha llevado no se podría haber llegado aquí. Muchas veces nos quejamos de que la Justicia no funciona, pero ha hecho bien su trabajo. Cuando interpusimos la querella teníamos un aparato probatorio importante y eso permitió tomar estas medidas que, como dice el propio auto, son plenamente proporcionadas por la gravedad de los delitos»
Agradece García de la Borbolla «el trabajo fundamental desarrollado por Adolfo (Cuéllar) con nosotros, pero sí entendíamos por el propio crecimiento de la asociación y el surgimiento de la Fundación que había llegado el tiempo de volar solos y tener nuestra propia representación jurídica. A partir de entonces se han precipitado todas esas cuestiones. ¿Quién nos iba a decir hace un año que íbamos a estar así? Gracias a Dios ha funcionado bien por esta vez la Justicia. Ha habido lógicos retrasos, pero muchos provocados por la propia defensa de Lopera». Y relata el abogado de PNB que ellos han basado muchas argumentaciones en el caso Gil y que confía en que el del Betis sea «beneficioso para otros grupos de aficionados», aunque no se confía con respecto al futuro: «Queda muchísimo».
Los artífices del cambio imposible
Tres abogados han sido protagonistas del enorme cambio judicial que ha transformado al Betis: Manuel Serrano (BXV), Adolfo Cuéllar (LJB) y Cayetano García de la Borbolla (PNB)
Mateo gonzález / sevilla
Día 25/01/2011 - 07.43h
J. M. SERRANO
Manuel Serrano, Adolfo Cuéllar y Cayetano García de la Borbolla
Cuando a finales de 2007 Béticos por el Villamarín (BXV) se aventuró presentando la denuncia ante la Fiscalía teniendo como base la probada financiación de Tegasa a costa del Betis, muchos tomaban por locos a quienes ya venían ondeando la bandera de la oposición a la gestión de Manuel Ruiz de Lopera. Su visibilidad fue creciendo a golpe de auto durante una instrucción que empezó a manejar el Juzgado de Instrucción número 6, con Mercedes Alaya, unos meses después y que contó con la adhesión de la Liga de Juristas Béticos (LJB) y Por Nuestro Betis (PNB). Las plataformas siempre estuvieron en la primera línea, pero la abnegada labor de sus puntas de lanza no tanto y, quizás, después del auto de la Audiencia confirmando las medidas cautelares que apartarán a Lopera del club durante, al menos, un año y medio sea uno de los momentos más felices para Manuel Serrano (BXV), Adolfo Cuéllar (LJB) y Cayetano García de la Borbolla (PNB), los tres arietes que han conducido al milagroso cambio en el gobierno de la entidad.
Siempre han huido del protagonismo, que recayó en otros representantes de sus asociaciones, pero su incansable trabajo ha deparado los mejores frutos. Serrano, el más veterano en la profesión (33 años de ejercicio) y en la propia causa, valora que «la Audiencia no tenía otra alternativa desde el auto de Alaya porque había indicios y motivación. De hecho, ya se podría hasta mantener una acusación. La satisfacción es plena después de tanto como hemos luchado. Hay que tener en cuenta que la primera vez que salimos le costó una querella contra Hugo Galera en 2004. Nadie nos hacía caso y se creían que éramos unos iluminados. Costó mucho trabajo. El éxito ha sido rotundo y las tres asociaciones fuimos de la mano».
Recuerda Serrano que «cuando empezamos éramos optimistas. Nuestro ánimo siempre ha sido el bien del Betis. Casi todos los de BXV hemos sido consejeros y nos reuníamos después del 92 porque sabíamos lo que había hecho Lopera, pero nadie nos creía». Y en ese sentido ha recibido su mayor satisfacción: «Teníamos que llegar a la gente pero es que hasta los medios estaban inclinados hacia Lopera. En agosto de 2004 empezamos a tener visibilidad». La dureza del devenir del proceso la reflejan los puntos de inflexión que recalca el letrado de BXV: «Me ha llamado mucho la atención el cambio de opinión de la Fiscalía. No se puede olvidar que a instancias nuestras pone la denuncia y de la noche a la mañana cambia de lo blanco al negro. La instrucción me ha parecido impecable, con una seriedad y un rigor fuera de lo común. La actitud que ha tenido la defensa ha sido un abuso de derecho y lo dije cuando se ratificaron los peritos. Otra de las aberraciones es cuando discuten los fiscales la caución. Y los insultos a la juez. Eso se ha deshecho como un azucarillo en un café. No me explico cómo José María Calero, la Fiscalía o juristas como Jaime Rodríguez-Sacristán o Manuel Castaño creían que estas medidas las iba a revocar la Audiencia. Si existen indicios, que era un obviedad, y si estaban motivados, algo que se veía por los autos, lo normal es que suceda esto. Me imagino que la juez estará orgullosa de su trabajo, algo que también sucederá con los peritos».
Y Serrano destaca que este procedimiento puede servir como espejo para otros clubes. «Conmigo se han puesto en contacto grupos minoritarios de Deportivo, Zaragoza, Real Sociedad y Atlético», afirma antes de avisar de que aún queda mucho trabajo por hacer: «La instrucción está todavía a más de la mitad del camino. Tiene que venir el segundo informe pericial. Esto se tendrá que alargar y tengo por descontado que la táctica de las defensas y la Fiscalía será llevarlo lo más tarde posible».
Cuéllar y la evolución
El segundo letrado en incorporarse a la causa fue Adolfo Cuéllar Portero, hijo del ilustre Adolfo Cuéllar Contreras y hermano de Miguel Cuéllar, hoy presidente de la Fundación Heliópolis. Como presidente de la Liga de Juristas Béticos lideró esta iniciativa y representó los intereses de esta asociación y de PNB hasta hace un año, cuando esta plataforma optó por tener su propia representación. Adolfo Cuéllar define la trascendencia del auto del pasado viernes en el sentido en el que «santifica todo lo que se ha estado instruyendo. Todas las dudas lanzadas han quedado resueltas y eso significa que, a priori, las medidas no se van a poder tocar hasta el día del juicio, ya sea dentro de uno o dos años. Podrían alzarse, pero tendría que haber alguna circunstancia importante y sólo se me ocurre que las conclusiones del segundo informe no fueran tan contundentes».
Y, ¿cómo recuerda Cuéllar sus inicios en este caso? «Desde el 97 ya estaba en contra de Lopera, pero el famoso día del busto, el 28 de febrero de 2007, es decisivo. A raíz de ahí nos reunimos una serie de béticos, no muchos, y creamos la Liga de Juristas. Nuestro programa era pedir información y exigir responsabilidades. Pronto llegó la junta de 2007 y ahí decidimos que había motivos para iniciar un procedimiento penal. Se nos adelantó BXV con la denuncia ante la Fiscalía. Nosotros creíamos que debíamos fundamentar más contundentemente el procedimiento y así mantuvimos durante una serie de meses distintas reuniones la LJB y PNB con gente como Pepe Tirado y Javier Rodríguez. En la primavera de 2008 vimos motivos para presentar la querella. Entonces no era creíble pensar que íbamos a llegar a esto ahora».
Valora Cuéllar el crecimiento del aliento popular hacia su causa. «Durante un tiempo la llamada oposición cabía en un microbús. La gente solía mirar para otro lado, pero eso cambió tras el 15-J. Ahí se nos tomó más en serio a todos», señala el letrado sevillano, quien también observa puntos de inflexión en el procedimiento: «El primero es cuando entendemos que la juez ha captado el asunto y ve indicios de criminalidad. Y no sólo investiga, sino que se acoge a la petición inicial de nuestra querella para que se remonte la investigación hasta el 93, cuando se firma el primer contrato con Tegasa. El segundo es cuando la Audiencia comienza a confirmar que la cuestión está bien investigada. El tercer punto es la aparición del informe pericial. E, indudablemente, la declaración de Lopera el 14 de julio de 2010 y a los dos días el auto que es el hito que cambia el viento de este asunto. También el nombramiento de los administradores judiciales, destacando el mito que supone Gordillo, la labor de Ruiz de Huidobro, la proyección del desaparecido Gómez Porrúa y la eficacia de Bosch».
Define su relación con Serrano y García de la Borbolla como «magnífica» y destaca a Pepe Tirado como «un hombre decisivo» al tiempo que hace memoria para valorar «la cantidad de horas de estudio, papeles y recursos hechos en lugares insospechados y la declaración de los peritos judiciales ante un auténtico bombardeo por parte de la defensa».
El impulso de PNB
Por último, Cayetano García de la Borbolla fue el último en llegar a la primera línea (sí participó en reuniones desde el principio) y lo hizo hace un año. Para él, representante de PNB, «el auto refuerza la posición de los administradores judiciales, que hasta ahora estaban un poco en precario y pueden emprender proyectos más ambiciosos. También es un refuerzo para la instructora, ya que el último año se le ha estado atacando de una forma fuera de lugar con insultos. Es la principal protagonista. Sin la labor que ha llevado no se podría haber llegado aquí. Muchas veces nos quejamos de que la Justicia no funciona, pero ha hecho bien su trabajo. Cuando interpusimos la querella teníamos un aparato probatorio importante y eso permitió tomar estas medidas que, como dice el propio auto, son plenamente proporcionadas por la gravedad de los delitos»
Agradece García de la Borbolla «el trabajo fundamental desarrollado por Adolfo (Cuéllar) con nosotros, pero sí entendíamos por el propio crecimiento de la asociación y el surgimiento de la Fundación que había llegado el tiempo de volar solos y tener nuestra propia representación jurídica. A partir de entonces se han precipitado todas esas cuestiones. ¿Quién nos iba a decir hace un año que íbamos a estar así? Gracias a Dios ha funcionado bien por esta vez la Justicia. Ha habido lógicos retrasos, pero muchos provocados por la propia defensa de Lopera». Y relata el abogado de PNB que ellos han basado muchas argumentaciones en el caso Gil y que confía en que el del Betis sea «beneficioso para otros grupos de aficionados», aunque no se confía con respecto al futuro: «Queda muchísimo».
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