Este tío tiene un plus y es que sus partidos buenos son muy muy vistosos. Edgar también ha dado auténticos recitales aquí, pero ser una pared de frontón y sacar todas las pelotas por alto no luce tanto como ir al cruce o anticiparte siempre al delantero.
Su partido de ayer es una barbaridad y si había alguien mirándolo, sale enamorado.
Su partido de ayer es una barbaridad y si había alguien mirándolo, sale enamorado.
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