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El Betis muestra las miserias del Barça (4/2/1994)

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  • El Betis muestra las miserias del Barça (4/2/1994)

    Bien, aunque he de decir que tengo la certeza de que el Barca nos va a endiñar unos pocos porque está de dulce y el Betis no tiene su mejor once disponible, no veo mal recrearnos con una historia que aquellos que tuvimos la fortuna de vivir recordamos con pasión y un cariño especial. Navegando por la hemeroteca de El País he encontrado esta joya (si los moderadores quieren pueden moverlo a algún tema en el que se hable de ese partido. Yo no lo he encontrado, gracias):


    El Betis muestra las miserias del Barça
    Un gol de Juanito en un error de la zaga elimina a los azulgrana de la Copa
    RAMÓN BESA - Barcelona - 04/02/1994

    El Betis expuso ayer en el tendedero del Camp Nou las miserias del Barça, que llevaba demasiado tiempo engordando más por las desgracias ajenas que por las virtudes propias sin darse cuenta, quizá, de que el Madrid ha dejado de ser el punto de referencia. Los dos grandes se consuelan riéndose el uno del otro."¿Y el sábado, quién quiere que gane, el Madrid o el Deportivo?", se preguntaba al aficionado en una encuesta organizada ante las cámaras de TV3. "Estaría bien una final Barça-Tenerife en el Bernabéu", se bromeaba en la sala de prensa. Y hasta hubo quien recordó la respuesta de Cruyff a un periodista de Sevilla cuando, en la ida y tras el empate a cero, le preguntó: "¿Qué porcentaje de posibilidades de pasar la eliminatoria da usted a uno y otro equipo?". Y el holandés le respondió: "¿Hablas en serio?".

    El partido venía preñado de demasiada mala uva para el Barcelona. Un resultado tramposo de Sevilla. Un rival dificil de calibrar. Un entorno muy distraído y festivo por los funerales de Madrid. Un campo lleno de viento. Y nadie reparaba en su propio hogar. Y la casa azulgrana está por barrer.

    Tal y como pinta la Liga -a cuatro puntos del primero- y perdida ya la Supercopa, era recomendable para el Barcelona mantener la candidatura a la Copa. Hay trofeos, y éste era el caso, que tienen carácter balsámico, y a tenor de las profecías de Nostradamus Cruyff este año pueden pintar bastos en el Camp Nou, y quedarse en blanco. Era bueno, por tanto, tener un comodín por si acaso., Y lo tiraron.

    El primero en flirtear con la suerte fue el propio Cruyff. Puso en el campo un equipo que no era ni carne ni pescado. Daba igual. Cualquier equipo titular que hubiera presentado el Barcelona tenía la obligación de superar a un contrario de Segunda División que, además, reservó a sus figuras para el partido del domingo en Villarreal. Busquets, es cierto, se comió el gol que puso el encuentro patas arriba. Pero no es de recibo Koeman pierda la cabeza en la misma jugada. Y es que el grupo de Cruyff no tiene ni furia ni cordura.

    Desprende el Barcelona inseguridad, contagia nerviosismo y provoca el apetito del contrario con sus carencias. El Betis llegó al Camp Nou diciendo, entre risas, que querían armar un buen cacao. Y acabaron creyéndoselo. El Barcelona jugó media hora al paso: balón para Guardiola, Guardiola que buscaba a Salinas como pivote y Salinas que tocaba para la llegada del centrocampista más rápido. Y no había manera. Tenía bien parada la defensa de cinco el grupo verdiblanco, presionaba bien la medular de cuatro y tuvo la fortuna de contar con un joven ansioso de gloria que decidió correr detrás de Koeman para medir su carrera. Juanito encontró una recompensa que su equipo supo administrar como un banquero.

    La necesidad de tener que marcar dos goles -los tantos en campo contrario valen doble- ofuscó todavía más al ofuscado colectivo azulgrana. No había quien desbordara por banda (ni Quique ni Stoichkov), ni nadie que midiera un pase (ni Koeman ni Guardiola), y menos quien tuviera puntería (ni Nadal ni Salinas metidos de arietes).

    La salida de Bakero y Begiristain empujó más al equipo hacia el suicidio en una noche de perros. Tuvo suerte incluso el Barça de tener al árbitro de su parte (le perdonó, por ejemplo, a Koeman la expulsión por una agresión). La agonía barcelonista se fue alargando sin que mediaran goles, ni ocasiones (hubo un remate al poste y un par de zapatazos con cierto tino), ni juego.

    El que fue el equipo más rápido del campeonato está petrificado. El Barcelona se ha parado y no hay quien sepa darle cuerda. Perdido el espectáculo, ya no están a salvo ni los resultados. Le han perdido el respeto incluso los equipos de Segunda División. El Betis, que en su visita a Sarrià se llevó cuatro goles, se defendió tirado en un diván. La defensa verdiblanca siempre pensó un segundo más rápido que la delantera azulgrana. Les habían cogido de nuevo el truco a los azulgrana.

    Cruyff: "Un palo muy duro"

    Johan Cruyff no pareció sorprendido por nada de cuanto aconteció. Se dio la razón a sí mismo por sus críticas anteriores hacia el equipo y añadió algunas apreciaciones nuevas: "Es un palo muy duro. No hay tantas explicaciones. Lo que te queda es que hemos hecho dos partidos y no hemos sido capaces de hacer un gol. No tenemos la mejor plantilla. Teníamos la mejor hace dos años".El técnico holandés refutó las críticas de algunos aficionados a Busquets por su error en el gol. "Ésa es la manera más barata de buscar responsables. No se debe culpar al que tiene menos peso".

    Nicolau Casaus, que presidió el palco en ausencia del presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez, afrontó con crudeza la fatídica noche que vivió el Camp Nou. "Ha sido una jornada muy desgraciada, por lo que significa la derrota, por nuestro historial, porque hemos dado una pésima sensación de equipo".

    José León, presidente del Betis, estaba eufórico. "Nos ha tocado el gordo. Este triunfo es histórico. Volvemos a hacer honor a nuestra história". El club verdiblanco pagará una prima de 27 millones de pesetas a sus jugadores por haber eliminado al Barcelona y llegar a las semifinales.

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