Hay al menos dos antecedentes muy importantes.
El primero, en la temporada 1993-94, con Sergio Kresic en el banquillo, cuando el Betis eliminó a un Barcelona que salió al campo con los siguientes jugadores: Busquets; Ferrer, Koeman, Sergi; Guardiola, Nadal, Ivan (Beguiristain m. 60) Eusebio, Estebaranz (Baquero m. 57); Stoitchkov y Salinas. El Betis formó con Diezma; Merino II, Chirri, Ureña, Monreal; Alexis (Merino I m.60), Roberto, Mágico Díaz, Cañas, Cuéllar (Ramos m.68); Juanito.
Se dio una circunstancia y es que creo que a aquel equipo del Barcelona le faltaban pocos titulares, prácticamente ninguno, y el Betis sí que salió al campo plagado de suplentes. Luego muchos de esos jugadores demostrarían que no fue tanta casualidad elimiar al Barcelona, sobre todo los de medio campo. Guardiola en aquella ocasión fue derrotado por el Betis.
Pero Guardiola se rehízo y se tomó la revancha en la temporada 1996-97, en la final de aquella Copa del Rey. 2-1 a favor del Betis en el marcador y a falta de 5 minutos, Pep Guardiola, desde el círculo central envía un balón bombeado que va perfecto para que Pizzi cabecee el 2-2. Gol decisivo para entrar en la prórroga, subir los ánimos de unos y bajar los de otros.
Esta vez Guardiola se enfrenta al Betis al mando del mejor equipo del mundo y la historia le dice que la confianza debe ser mínima. Es muy superior a este Betis y lo lógico serían dos goleadas como a tantos otros equipos buenos de Primera.
El primero, en la temporada 1993-94, con Sergio Kresic en el banquillo, cuando el Betis eliminó a un Barcelona que salió al campo con los siguientes jugadores: Busquets; Ferrer, Koeman, Sergi; Guardiola, Nadal, Ivan (Beguiristain m. 60) Eusebio, Estebaranz (Baquero m. 57); Stoitchkov y Salinas. El Betis formó con Diezma; Merino II, Chirri, Ureña, Monreal; Alexis (Merino I m.60), Roberto, Mágico Díaz, Cañas, Cuéllar (Ramos m.68); Juanito.
Se dio una circunstancia y es que creo que a aquel equipo del Barcelona le faltaban pocos titulares, prácticamente ninguno, y el Betis sí que salió al campo plagado de suplentes. Luego muchos de esos jugadores demostrarían que no fue tanta casualidad elimiar al Barcelona, sobre todo los de medio campo. Guardiola en aquella ocasión fue derrotado por el Betis.
Pero Guardiola se rehízo y se tomó la revancha en la temporada 1996-97, en la final de aquella Copa del Rey. 2-1 a favor del Betis en el marcador y a falta de 5 minutos, Pep Guardiola, desde el círculo central envía un balón bombeado que va perfecto para que Pizzi cabecee el 2-2. Gol decisivo para entrar en la prórroga, subir los ánimos de unos y bajar los de otros.
Esta vez Guardiola se enfrenta al Betis al mando del mejor equipo del mundo y la historia le dice que la confianza debe ser mínima. Es muy superior a este Betis y lo lógico serían dos goleadas como a tantos otros equipos buenos de Primera.
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