No se paró un mundial en una dictadura, machista e intolerante (el dinero lo es todo), porque habían condenado a muerte a futbolista iraní, que participaba en protestas contra la opresión de un gobierno por todos conocidos. Todo para que el señor Messi durmiera con su copita del Mundo, su chilabita y se retire pudiendo decir que lo ha ganado todo. ¿No estuvo todo el mundo del fútbol a la altura del betún, incluidos Guido y Pezzella?
Hablamos cuando nos pica el trasero.
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