| Conclusión de un informe de la Guardia Civil
Lopera simuló la venta del Betis a las empresas de 1 € de Oliver
Antonio Félix | Sevilla
Actualizado miércoles 03/11/2010 08:31 horasLa instrucción del caso por los supuestos delitos societarios cometidos por Manuel Ruiz de Lopera en el Betis llega a su fin. Y, sin embargo, la ****** no deja de aflorar. La juez Mercedes Alaya vio ayer confirmadas sus sospechas de la irregular venta de acciones entre Lopera y Luis Oliver con un demoledor informe de la Guardia Civil que, a buen seguro, va a tener graves consecuencias penales.
No sólo para Lopera y Oliver, protagonistas de un simulacro destinado, a juicio de los investigadores, a esquivar la acción de la Justicia y ganar tiempo antes de que "las acciones volvieran al propio Lopera".
Mientras, Oliver se llenaba los bolsillos. Uno de los últimos descubrimientos del fallecido Gómez Porrúa fue alertar de que el consejero "ilegal" le cobra 35.000 euros mensuales al club a través de una gestora con apenas dos empleados.
En febrero de 2010, Manuel Ruiz de Lopera ofrecía a los aficionados del Betis comprarle sus acciones por 70 millones de euros. El 7 de julio de 2010, Lopera se las vendió a Luis Oliver por 16 millones a pagar en 8 años, con varias cláusulas que hacían muy previsible su vuelta al propietario original.
Casi la mitad de esas acciones, 20.200, no habían sido pagadas por Lopera, según asentaba el informe pericial del delito societario. Nada se recogió en ese contrato.
El 16 de julio, y tras tomar declaración como imputado a Lopera, la juez decidió suspender la compraventa y nombrar tres administradores judiciales para esas acciones. Sospechaba que la venta fue una patraña con el propósito de esquivar la acción de la Justicia.
Ayer, esas sospechas quedaron absolutamente confirmadas con el informe de la Guardia Civil. En el informe se aprecian abrumadores indicios de falsedad documental, venta ficticia, colaboración en fraude, autocontratación, empresas fantasmas; y se apunta hacia un blanqueo de capitales que probablemente merezca una extensión de la investigación
Lopera simuló la venta del Betis a las empresas de 1 € de Oliver
- El informe confirma las sospechas de la juez sobre la irregular operación
Antonio Félix | Sevilla
Actualizado miércoles 03/11/2010 08:31 horasLa instrucción del caso por los supuestos delitos societarios cometidos por Manuel Ruiz de Lopera en el Betis llega a su fin. Y, sin embargo, la ****** no deja de aflorar. La juez Mercedes Alaya vio ayer confirmadas sus sospechas de la irregular venta de acciones entre Lopera y Luis Oliver con un demoledor informe de la Guardia Civil que, a buen seguro, va a tener graves consecuencias penales.
No sólo para Lopera y Oliver, protagonistas de un simulacro destinado, a juicio de los investigadores, a esquivar la acción de la Justicia y ganar tiempo antes de que "las acciones volvieran al propio Lopera".
Mientras, Oliver se llenaba los bolsillos. Uno de los últimos descubrimientos del fallecido Gómez Porrúa fue alertar de que el consejero "ilegal" le cobra 35.000 euros mensuales al club a través de una gestora con apenas dos empleados.
En febrero de 2010, Manuel Ruiz de Lopera ofrecía a los aficionados del Betis comprarle sus acciones por 70 millones de euros. El 7 de julio de 2010, Lopera se las vendió a Luis Oliver por 16 millones a pagar en 8 años, con varias cláusulas que hacían muy previsible su vuelta al propietario original.
Casi la mitad de esas acciones, 20.200, no habían sido pagadas por Lopera, según asentaba el informe pericial del delito societario. Nada se recogió en ese contrato.
El 16 de julio, y tras tomar declaración como imputado a Lopera, la juez decidió suspender la compraventa y nombrar tres administradores judiciales para esas acciones. Sospechaba que la venta fue una patraña con el propósito de esquivar la acción de la Justicia.
Ayer, esas sospechas quedaron absolutamente confirmadas con el informe de la Guardia Civil. En el informe se aprecian abrumadores indicios de falsedad documental, venta ficticia, colaboración en fraude, autocontratación, empresas fantasmas; y se apunta hacia un blanqueo de capitales que probablemente merezca una extensión de la investigación
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