Un aficionado murciano del Betis en cuidados paliativos por una fatal enfermedad asiste al encuentro gracias a la organización solidaria
Si hubo un aficionado feliz entre los más de once mil espectadores que poblaron las gradas de Los Cármenes en el derbi andaluz contra el Betis, ese fue Miguel, que lo sintió más que nadie. Murciano de 16 años y bético hasta la médula, acudió al estadio en ambulancia y postrado en una camilla con ruedas. En cuidados paliativos por una fatal enfermedad, disfrutar de un partido del Betis era uno de sus mayores deseos. Toda una sorpresa. Además, la plantilla verdiblanca, que le entregó una camiseta firmada en manos de su ídolo Joaquín, con las facilidades del Granada también implicado.
Fue una noche feliz tanto para él como para sus padres Víctor y Paqui, agradecidos a la organización solidaria 'Ambulancia del Deseo' responsable de cumplir esta voluntad de Miguel. «Me emociona mucho estar aquí, no sabía a dónde iba aunque algo sí que me olía. Me volví loco al ver el letrero de Los Cármenes. Pedí a Joaquín que me dedicase tres goles, fue muy simpático. Hace días me mandó un vídeo en el que me decía que a ver si nos veíamos, pero como no fuese en mi casa... no esperaba esto», admitió Miguel, feliz.
Si hubo un aficionado feliz entre los más de once mil espectadores que poblaron las gradas de Los Cármenes en el derbi andaluz contra el Betis, ese fue Miguel, que lo sintió más que nadie. Murciano de 16 años y bético hasta la médula, acudió al estadio en ambulancia y postrado en una camilla con ruedas. En cuidados paliativos por una fatal enfermedad, disfrutar de un partido del Betis era uno de sus mayores deseos. Toda una sorpresa. Además, la plantilla verdiblanca, que le entregó una camiseta firmada en manos de su ídolo Joaquín, con las facilidades del Granada también implicado.
Fue una noche feliz tanto para él como para sus padres Víctor y Paqui, agradecidos a la organización solidaria 'Ambulancia del Deseo' responsable de cumplir esta voluntad de Miguel. «Me emociona mucho estar aquí, no sabía a dónde iba aunque algo sí que me olía. Me volví loco al ver el letrero de Los Cármenes. Pedí a Joaquín que me dedicase tres goles, fue muy simpático. Hace días me mandó un vídeo en el que me decía que a ver si nos veíamos, pero como no fuese en mi casa... no esperaba esto», admitió Miguel, feliz.
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