La frase puede pasar desapercibida, pero tiene mucha miga. “Quiero que el Betis le meta cinco goles al Xerez”, espetó Luis Oliver al ser preguntado sobre si tendría el corazón dividido en el partido de hoy. Aunque ya creo que pocos, algún bético se podrá sentir orgulloso y hasta engañado por la nueva lección de beticismo de este okupa que sigue apoltronado en Heliópolis. Pero nada más lejos de eso.
Lo que lleva apareado la frase de Oliver es su desapego por cualquier club de fútbol en el que haya podido mangonear, léase Xerez, léase mañana Betis. Porque eso es lo que dirá cuando, tras un breve refugio en Navarra o donde le plazca, ponga sus manos de nuevo en el balompié. Ese beticismo que ha mamado, según confesó en una carta al poco de aterrizar, en dos días, se le habrá olvidado para siempre en un pis pas. Entonces querrá que el Escalerillas Club de Fútbol o el Okupa’s Hard Face le metan cinco al Betis. A ese Betis del que se está riendo al unísono con el azote de Jabugo y de un par de conniventes que algún día deberán explicar por qué su beticismo les está llevando tan desafortunadamente lejos.
El fútbol de Meridona » Archivo » Los cinco del ‘okupa’
Lo que lleva apareado la frase de Oliver es su desapego por cualquier club de fútbol en el que haya podido mangonear, léase Xerez, léase mañana Betis. Porque eso es lo que dirá cuando, tras un breve refugio en Navarra o donde le plazca, ponga sus manos de nuevo en el balompié. Ese beticismo que ha mamado, según confesó en una carta al poco de aterrizar, en dos días, se le habrá olvidado para siempre en un pis pas. Entonces querrá que el Escalerillas Club de Fútbol o el Okupa’s Hard Face le metan cinco al Betis. A ese Betis del que se está riendo al unísono con el azote de Jabugo y de un par de conniventes que algún día deberán explicar por qué su beticismo les está llevando tan desafortunadamente lejos.
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