Iñigo Vicente, ex presidente de PNB y miembro de la Fundación Heliópolis, reflexiona sobre lo ocurrido la noche del lunes en la tumultuosa asamblea de PNB.

Por intentar arrojar algo de luz a lo acontecido anoche, hago un resumen lo más desapasionado posible:

1) En primer término una previa: si se aplicasen los Estatutos de PNB en sentido estricto no tendrían derecho a voto más de 300 (asociados al corriente de pago, excluidos por tanto asociados de baja, no al día de la cuota de 2010 o sindicados que no hayan expresado su deseo de ser asociados -la mayoría, que se les considera asociados de honor, sin derecho a voto-).

No obstante, por acuerdo de la Junta directiva se dio derecho a voto para la asamblea de ayer a todos los considerados como asociados -incluyendo los sindicados que no se hayan asociado formalmente-, abriendo con ello el abanico a unas 1.400 personas como posibles votantes.

2) Como era de prever, ha habido un amplio despliegue desde hace 20 días por parte de los partidarios de echar a Pepe Tirado de forma pública y sin esperar al 14D, despliegue que se ha traducido en intentar llevar todos los votos delegados posibles de esos 1.400 a la Asamblea de ayer. En el caso de quienes abogabamos sencillamente por aparcar las diferencias hasta el 14D, priorizar la preparación de la Junta de accionistas "apiñados como balas de cañón" y convocar elecciones para la Junta directiva de PNB én Enero, el despliegue ha sido más tardío (entre otros motivos, por negarse a facilitar los 11 directivos la base de datos actualizada) y por tanto cabe pensar que la primera opción contaba con más votos delegados que la segunda, aunque eso nunca lo sabremos a ciencia cierta.

3) Lo que sí resultó evidente y palpable es que la gran mayoría de asistentes (cabe cuantificarlo en un 70% tirando por lo bajo) abogaban claramente por la segunda opción: es decir, pasar el 14D sin crear un cisma público y convocar elecciones. De haberse votado sin votos delegados Pepe hubiese superado ampliamente la moción de confianza (y posiblemente incluso computando los votos delegados), pero aún más amplio hubiese sido el apoyo a algo que en algún momento de la asamblea se convirtió en clamor por puro sentido común: que sencillamente se retirase el punto 1 del Orden del Día, para evitar tener que echar a Pepe o desautorizar a los 11. En este sentido fueron las intervenciones de gente como Jaramillo, Presidentes de las Peñas, Adolfo Cuéllar y más de 20 asociados.

4) En la fase final de caos, a las 12 de la noche, se suceden los siguientes acontecimientos (sin entrar en la parte lamentable):

- Los partidarios de la opción 1 se colocan en fila para proceder a la votación conforme al sistema de voto en urna.

- Muchos asociados plantean que una cuestión de orden: que debe votarse la retirada del punto 1 del Orden del Día de forma previa a siquiera votarlo, como han planteado varios asociados en su intervención.

- Cayetano (Vicepresidente) plantea que se proceda a esa votación de forma previa (la retirada del punto 1) en base al sistema de voto en urna.

- Ante ese planteamiento, Juan Bulnes (Secretario) anuncia en 4 ocasiones que si se retira el punto 1 del Orden del Día dimiten los 11 directivos.

- Ante el ambiente creado, Cayetano (Vicepresidente) y Pepe

(Presidente) acuerdan que no se dan las condiciones para realizar una votación en condiciones de normalidad a esas horas de la noche y se levanta la sesión.

5) En cuanto al sistema de voto, algunos comentarios:

- El sistema de voto secreto en urna no se ha utilizado nunca en PNB, ni siquiera en Juntas de accionistas del Betis (antes al contrario, en esas nos identificamos con DNI en el sentido de cada voto). En este caso posiblemente se elige el procedimiento por parte de la Junta directiva para "volcar" el voto delegado de forma que se mezclase con el de los asistentes.

- La alternativa más operativa (y rápida) hubiese sido hacer un control de asistencia a la entrada, situar a quienes no estuviesen dentro del listado de los 1.300 en un lugar aparte y proceder a votación a mano alzada de los computados dentro del listado, añadiendo al resultado el propio de las delegaciones de voto que hubiera (que se podían haber verificado también a la entrada). De esa forma se hubiese hecho la votación que fuese en 5 minutos, además de que da mayores garantías a quienes hayan delegado su voto acerca de qué es lo que se ha hecho con el mismo. Y algo más importante: hubiera evidenciado que el 70%-75% de los asistentes optaban por retirar el punto del Orden del Día, con independencia del voto delegado que se hubiese recabado.

- Dicho lo anterior, en la inmensa mayoría de Asambleas de PNB se ha votado sin mirar quien votaba y sin controlar si estaba en listado alguno. Dudo que ayer hubiese más de 10 personas que no figuren en el listado de los 1.400. Y, en todo caso, volviendo al inicio, conviene recordar que el listado de 1.400 es bastante flexible (por no decir otra cosa) al incorporar a todo aquel que se haya apuntado a PNB alguna vez en estos 4 años (aunque no haya pagado ni una cuota) y a los que han sindicado sus acciones aunque no hayan expresado su deseo de ser asociados.

- En definitiva, sin entrar en valoraciones sobre el tristísimo episodio de ayer, que cada cual tendrá sus propias conclusiones, en términos formales se evidenció una contraposición entre la opinión de la mayoría de asistentes (o sea, de asociados presentes en la Asamblea), tendente sencillamente a dejar pasar el 14D sin echar a nadie, y la opinión de una minoría de asistentes (o sea, de asociados presentes en la Asamblea), que no quisieron escuchar a la mayoría de asociados presentes buscando una salida digna para todos, al considerar que con los votos delegados tenían garantizada la revocación de Pepe.

- También se evidenció algo más, a mi juicio: que en estas cosas (como siempre he sostenido, tal vez por deformación profesional), las cosas claras y el chocolate espeso. Dicho de otra forma, que solo pueden considerarse asociados con derecho a voto a quienes se definan como tales en los Estatutos, y que cualquier otra interpretación da lugar a polémicas como la que va a generar el transcurrir de la Asamblea de ayer. PNB son 300 asociados, no 1.400 (si fuesen 1.400 tendría 28.000 euros anuales de ingresos). El empeño en aparentar ser más de lo que somos o confundir la asociación con el pacto de sindicación, empeños con los que siempre he discrepado y además por escrito, acaba llevando a la esquizofrenia de que en una organización autodefinida como asamblearia no se oiga a la mayoría de asistentes a una asamblea, y se acabe proclamando (como leeremos en los foros) que había mucha gente presente "con las entradas regaladas" por la Fundación Heliópolis.

Un fuerte abrazo tras una tristísima noche, de la que muchos somos responsables, yo incluido, por acción, por ómisión o sencillamente por incapacidad de evitar que se llegara a este punto.