Los peritos descubren que se apuntaron letras del Tesoro y depósitos con dinero del club
En su comparecencia ante la juez, los peritos del caso Lopera no sólo ratificaron sus conclusiones al respecto del desfalco cometido en el Betis hasta 1998, sino que anunciaron que tendrían que revisar al alza la cifra del fraude (12,4 millones de euros) tras sus últimos descubrimientos.
Uno de ellos no sólo le provocará más dolores de cabeza a Lopera, sino que ya se los está provocando a alguno de sus directivos de confianza y testaferros.
El hecho es que, según los inspectores, Lopera, su vicepresidente económico Ángel Martín, el antiguo tesorero Juan Luis Aguado y Ana Ruiz Peña, su testaferro en Farusa (Familia Ruiz Ávalo, SA) titularon «letras del Tesoro, depósitos financieros e imposiciones a plazo fijo» por valor de 2,1 millones de euros que correspondían al Real Betis.
Los peritos ofrecieron esta nueva revelación a la hora de apreciar la «confusión de patrimonios» y la «autocontratación» que motivó el oscuro sistema de sociedades fantasma que interpuso Lopera para, presuntamente, saquear el Betis.
Así lo concluían los peritos en su primer informe. «El sr. Ruiz de Lopera hizo propios recursos generados por la actividad deportiva del Real Betis que deberían haber estado en el patrimonio del Club (...) Fue una utilización en interés propio, intentando dar la apariencia de que (la empresa de Lopera) habría venido a garantizar la viabilidad económica del Real Betis, cuando la realidad ha sido la contraria».
Los nuevos datos revelados por los peritos (que en breve entregarán su segundo y definitivo informe, del periodo 1999-2008, en el que se presume un fraude faraónico) han coincidido con la imputación de Ángel Martín, que tendrá que dar explicaciones ante la juez el 4 de noviembre. Desde el inicio está también imputada en la causa Ana María Ruiz Peña, testaferro en varias sociedades de Lopera.
En su día, Martín eludió la declaración testifical ante la Guardia Civil aludiendo a motivos personales. Juan Luis Aguado (que dimitió en 2006 tras 15 años como directivo) dijo, por su parte, que «Lopera era el responsable de toda la dirección económica», que tomaba «todas las decisiones» y que los directivos desconocían los contratos del club con Tegasa y Encadesa (las empresas fantasmas interpuestas) porque «ni siquiera hubo lectura ni se aprobaron en un Consejo».
Diario El Mundo, edición impresa.
En su comparecencia ante la juez, los peritos del caso Lopera no sólo ratificaron sus conclusiones al respecto del desfalco cometido en el Betis hasta 1998, sino que anunciaron que tendrían que revisar al alza la cifra del fraude (12,4 millones de euros) tras sus últimos descubrimientos.
Uno de ellos no sólo le provocará más dolores de cabeza a Lopera, sino que ya se los está provocando a alguno de sus directivos de confianza y testaferros.
El hecho es que, según los inspectores, Lopera, su vicepresidente económico Ángel Martín, el antiguo tesorero Juan Luis Aguado y Ana Ruiz Peña, su testaferro en Farusa (Familia Ruiz Ávalo, SA) titularon «letras del Tesoro, depósitos financieros e imposiciones a plazo fijo» por valor de 2,1 millones de euros que correspondían al Real Betis.
Los peritos ofrecieron esta nueva revelación a la hora de apreciar la «confusión de patrimonios» y la «autocontratación» que motivó el oscuro sistema de sociedades fantasma que interpuso Lopera para, presuntamente, saquear el Betis.
Así lo concluían los peritos en su primer informe. «El sr. Ruiz de Lopera hizo propios recursos generados por la actividad deportiva del Real Betis que deberían haber estado en el patrimonio del Club (...) Fue una utilización en interés propio, intentando dar la apariencia de que (la empresa de Lopera) habría venido a garantizar la viabilidad económica del Real Betis, cuando la realidad ha sido la contraria».
Los nuevos datos revelados por los peritos (que en breve entregarán su segundo y definitivo informe, del periodo 1999-2008, en el que se presume un fraude faraónico) han coincidido con la imputación de Ángel Martín, que tendrá que dar explicaciones ante la juez el 4 de noviembre. Desde el inicio está también imputada en la causa Ana María Ruiz Peña, testaferro en varias sociedades de Lopera.
En su día, Martín eludió la declaración testifical ante la Guardia Civil aludiendo a motivos personales. Juan Luis Aguado (que dimitió en 2006 tras 15 años como directivo) dijo, por su parte, que «Lopera era el responsable de toda la dirección económica», que tomaba «todas las decisiones» y que los directivos desconocían los contratos del club con Tegasa y Encadesa (las empresas fantasmas interpuestas) porque «ni siquiera hubo lectura ni se aprobaron en un Consejo».
Diario El Mundo, edición impresa.
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