Una de las pocas cosas buenas de Lopera, por no decir la única es que es uno de esos enemigos que unen a los demás. Durante los últimos años, todos los que queríamos un betis libre hemos ido como uno sólo detrás del banderín del antiloperismo. Y además es lógico. La prioridad era (y debería ser aún que no nos olvidemos que aún no se puede cantar victoria) derrocar al dictador que estaba destruyendo nuestro betis.

Al hilo de esto se han ido constituyendo distintas asociaciones alguna de ellas, sinceramente, un poco pintorescas pero todas apoyadas en el sentir casi unánime del anti-loperismo. En este batiburrillo iban juntos algunas “glorias” del pasado que, es mi opinión, deberían darle las gracias a que Lopera haya tapado con sus errores los suyos propios y una asociación de base (PNB) que hasta a mí que soy escéptico por naturaleza, me convence (no sé si debería ponerlo en pasado).

Lo que a mí me preocupaba de esto es que pasaría cuando por fin el dictador cayese o cuando se comenzará a vislumbrar el fin. Me consta (porque a más de uno lo conocí hace mucho) que en determinadas plataformas hay gente cuyo único anhelo es sentarse en el palco y hacer y deshacer. Gente que cree a pies juntillas en aquello del despotismo ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo).

Mi única duda la verdad era saber cuándo comenzaría la carrera y mucho me temo que ya ha comenzado. Todo el mundo sabe que Lopera está muy tocado (incluso aún en el caso hipotético de que le devolviesen las acciones o mejor dicho sus derechos) y que a Oliver le queda lo que le quede (aunque este tipo me tiene sorprendido así que no descarto que todavía sobreviva a la junta con alguna triquiñuela). Pero el caso es que ya hay banderazo de salida. Y todos a correr.

La carrera sería entre los que siempre ha sido pero aquí hay un problema y es la asociación PNB. Se puede estar más o menos de acuerdo con ella pero no deja de ser una chinita en el zapato. Tiene un porcentaje nada desdeñable de acciones y esta compuesta por un montón de béticos de base (para mí, lo que hace del Betis que sea el Betis). Además, con esto de internet resulta que son gente que se reúnen casi todos los días en foros (este sin duda el más popular) con lo cual es más complicado de engatusar.

Y ¿cómo hacerlo?. Bueno, hay muchas formas de intentar “desactivarlos”. Por un lado los periodistas deportivos que históricamente han hecho la labor de “tontos útiles” (perdón si alguien se molesta por lo de útiles) que ya comienzan con los artículos. No hace mucho, un tipo al que muchos llaman “maestro” ya daban un toque: “No es el momento de talibanes”. Hoy es otro (Pepe Elías) hablando de inoportunidad.

Los mensajes, subliminales casi, son todos coherentes. No hace mucho otro ilumnado decía, es tiempo de que la infantería deje a los oficiales. Yo entendí algo así como, ya es hora de apartar a la morralla que gano la guerra y dejar que la retaguardia recoja el botín y las medallas.

También hay que ir buscando resquicios y para eso no hay nada como aprovecharse de la buena fe a veces y del ansia de figurar. Por eso, puesto que PNB es obstinada en sus planteamientos, porque no tentar a sus dirigentes?. Ya lo dijo Peris… los “sensatos” deben apaciguar a los talibanes. Ya lo dijo Elias… “no es momento de pedir dimisiones”. Por cierto, tal vez yo me he perdido pero el error será de quien ha mentido, no de quien exige al mentiroso que dimite.

En fin, este post es solo una reflexión que comparto con vosotros. Simplemente para comprobar si no soy el único que barrunta lo que va a pasar en los próximos meses (casi semanas) o es que definitivamente soy un conspiranoico.