Ante los rumores de compraventa de acciones de la sociedad Bitton Sport S.L., incluso las manifestaciones de uno de sus representantes, Luis Oliver, sobre el interés de Bitton de vender acciones de esta sociedad, es bueno aclarar lo siguiente:
En el contrato entre Farusa y Bitton Sport, en su cláusula 5ª, se dice que ninguna de las partes podrán ceder o transferir, de forma parcial o total, directa o indirectamente ni los derechos ni las obligaciones derivadas del mismo, o sea que Bitton Sport no puede vender las acciones del Real Betis Balompié, SAD. Pero más, y es a donde iba, el contrato recoge claramente QUE BITTON SPORT NO PUEDE VENDER SUS ACCIONES, O SEA LAS ACCIONES DE BITTON SPORT S.L. A UN TERCERO SIN EL CONSENTIMIENTO DE FARUSA, O SEA DE LOPERA, MÁS,NO PUEDE NI CAMBIAR A LOS COMPONENTES DEL ÓRGANO DE ADMINISTRACIÓN DE BITTON SPORT, S.L., SIN SU AUTORIZACIÓN.
Como verán, dar verosimilitud a ese contrato es de ingenuo, y menos que te cuenten la historia que se venden acciones de Bitton Sport, a no ser que el comprador sea gente del circulo de Lopera.
Nada otra historia más en estos estertores del loperismo, entre compradores de buena fe, el LUIS OLIVER'S SPORT PROJECT, con lo que me gustaba a mí el Alan Parson's Project, el TODOS UNIDOS versión verdiblanca de Oliver del "We are the world", el 99,9 % del beticismo que, al igual que Belén Esteban, que por el proyecto deportivo del mártir Oliver no solo van a sindicar como locos, sino que matarían por él.
Frases míticas de esta historia vergonzosa que se acerca a su fin, del aquí no se le debe un euro a nadie, y nos llevan a concurso de acreedores, a gente que ya se han acostumbrado a lo de siempre, cuando se gana se baja a la rueda de prensa buscando como loco un micrófono, y cuando se pierde se ha ido, como Mecano, a Nueva York.
El Betis de Loperas y salvadores, de Pepitos y veinte más que no sabían lo que pasaban, de encubridores, ignorantes, figurantes, de gente siempre dispuesta a hacer los papeles peores, desde Jimmy, que será recordado como "El breve", al eterno aspirante de Castaño eligiendo siempre la peor baraja a la hora de jugar, y al nuevo último look de la versión siglo XXI de los personajes de Cervantes, estos Trinconetes y Repeinadillos, que se creyeron que los béticos somos tontos. El Betis de charanga y pandereta, de ripios en las alineaciones, de presunto latrocinio continuado y consentido, de horteras casposos e insoportables que pronto, en mes y medio, tendrán su mármol y su día, su infalible noche y su esquela.
En el contrato entre Farusa y Bitton Sport, en su cláusula 5ª, se dice que ninguna de las partes podrán ceder o transferir, de forma parcial o total, directa o indirectamente ni los derechos ni las obligaciones derivadas del mismo, o sea que Bitton Sport no puede vender las acciones del Real Betis Balompié, SAD. Pero más, y es a donde iba, el contrato recoge claramente QUE BITTON SPORT NO PUEDE VENDER SUS ACCIONES, O SEA LAS ACCIONES DE BITTON SPORT S.L. A UN TERCERO SIN EL CONSENTIMIENTO DE FARUSA, O SEA DE LOPERA, MÁS,NO PUEDE NI CAMBIAR A LOS COMPONENTES DEL ÓRGANO DE ADMINISTRACIÓN DE BITTON SPORT, S.L., SIN SU AUTORIZACIÓN.
Como verán, dar verosimilitud a ese contrato es de ingenuo, y menos que te cuenten la historia que se venden acciones de Bitton Sport, a no ser que el comprador sea gente del circulo de Lopera.
Nada otra historia más en estos estertores del loperismo, entre compradores de buena fe, el LUIS OLIVER'S SPORT PROJECT, con lo que me gustaba a mí el Alan Parson's Project, el TODOS UNIDOS versión verdiblanca de Oliver del "We are the world", el 99,9 % del beticismo que, al igual que Belén Esteban, que por el proyecto deportivo del mártir Oliver no solo van a sindicar como locos, sino que matarían por él.
Frases míticas de esta historia vergonzosa que se acerca a su fin, del aquí no se le debe un euro a nadie, y nos llevan a concurso de acreedores, a gente que ya se han acostumbrado a lo de siempre, cuando se gana se baja a la rueda de prensa buscando como loco un micrófono, y cuando se pierde se ha ido, como Mecano, a Nueva York.
El Betis de Loperas y salvadores, de Pepitos y veinte más que no sabían lo que pasaban, de encubridores, ignorantes, figurantes, de gente siempre dispuesta a hacer los papeles peores, desde Jimmy, que será recordado como "El breve", al eterno aspirante de Castaño eligiendo siempre la peor baraja a la hora de jugar, y al nuevo último look de la versión siglo XXI de los personajes de Cervantes, estos Trinconetes y Repeinadillos, que se creyeron que los béticos somos tontos. El Betis de charanga y pandereta, de ripios en las alineaciones, de presunto latrocinio continuado y consentido, de horteras casposos e insoportables que pronto, en mes y medio, tendrán su mármol y su día, su infalible noche y su esquela.
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