En partidos como el de hoy vuelve a parecerse a cualquier chaval de los que abusa con el balón en los partidos de barrio, pero que se le ve que no llegará a ser jugador de primera porque sin las filigranas no juega a nada.
Con regatitos, prisas y rabietas no va a ningún sitio. Más vale que se centre en retomar el camino que empezó la temporada pasada.
Con regatitos, prisas y rabietas no va a ningún sitio. Más vale que se centre en retomar el camino que empezó la temporada pasada.
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