Re: PBN entraría en el consejo?
Entiendo que el debate se plantea en si PNB debe superar su vocacio?n meramente fiscalizadora para postularse como una parte importante de la alternativa de futuro. Y la respuesta, a mi entender, no es un si? ni un no, pues requiere de un matiz previo.
El matiz es que hay que diferenciar conceptualmente entre la Asociacio?n de Be?ticos de Base Por Nuestro Betis y la Plataforma de Sindicacio?n promovida por ella.
La primera, la asociacio?n, se rige por unos Estatutos y agrupa a todas aquellas personas que tengan la consideracio?n de asociados y el pleno ejercicio de los derechos que los estatutos les confieren; toma sus decisiones en base al principio democra?tico de la Asamblea de asociados y tiene como o?rgano de gestio?n su Junta Directiva, elegida tambie?n por dicha Asamblea a la que se debe.
La segunda, la plataforma de sindicacio?n, se rige por un pacto de sindicacio?n suscrito ante Notario, agrupa acciones –y a sus titulares-, toma sus decisiones en base al voto mayoritario de las acciones que componen la Plataforma (esto es, cada accio?n vale un voto) y no cabe considerar que tenga un o?rgano de gestio?n, sino en todo caso unos representantes a efectos legales y una cierta delegacio?n ta?cita de facto en estos, a efectos operativos.
Hecha esta diferenciacio?n, cabe preguntarse si PNB o la Plataforma de Sindicacio?n, a?mbitos diferentes a los efectos indicados, pueden y/o deben jugar un papel protagonista en el camino hacia el Betis del futuro, y en el mismo Betis del futuro.
Yo no albergo duda alguna en cuanto a si pueden: tanto la asociacio?n como la plataforma pueden perfectamente jugar dicho papel, sin que exista en el caso de la asociacio?n un impedimento estatutario. No cabe –a mi juicio- interpretar el arti?culo 3 de los Estatutos como limitativo en este sentido, y menos a la luz de los propios Estatutos de la FASFE, federacio?n en la que esta? integrada tanto PNB como BPV, que en su arti?culo 4, apartado g, aboga justamente por “fomentar la participacio?n de los aficionados en el mundo del fu?tbol y en concreto en la propiedad y administracio?n de sus clubes, promoviendo su presencia en los o?rganos de gestio?n de los mismos”.
Tras responder a la pregunta de si la asociacio?n o la plataforma pueden jugar ese papel, la pregunta seri?a si deben. En el caso de la Plataforma no albergo duda alguna: por supuesto que deben hacerse valer los derechos de los accionistas minoritarios que la componemos y la fuerza que da el pacto de sindicacio?n. Y eso implica la presencia lo ma?s amplia posible en el Consejo de Administracio?n, en cualquier momento, tanto en el periodo de transicio?n como a futuro, tanto si la vocacio?n es de participar en el gobierno como si es meramente la de fiscalizar. Es un principio elemental y un debate ma?s que superado en el a?mbito empresarial, cuando stakeholders como los trabajadores de la empresa reivindican la presencia en sus o?rganos de gobierno o cuando los pequen?os accionistas impulsan la agrupacio?n de acciones y/o el activismo accionarial.
Cuestio?n diferente es que? deberi?a hacer la asociacio?n. En mi opinio?n, si la plataforma asumiese ese papel, la asociacio?n podri?a permitirse jugar un papel fiscalizador externo. Evidentemente, a mi juicio, eso tal vez conllevaría que algunas personas va?lidas ejerciesen prioritariamente la representacio?n de la Plataforma en el a?mbito del Consejo, o que se buscasen a personas con similar perfil de profesionalidad y dedicacio?n para desempen?ar ese papel. Pero creo que, en todo caso, es perfectamente conciliable mantener la vocacio?n de PNB con el papel que la Plataforma puede y debe jugar a corto, medio y largo plazo. Esa es, al menos, mi opinio?n, sin perjuicio de que apoyare? las opciones que se tomen en seno de Asamblea de asociados y Asamblea de sindicados, respectivamente..
Entiendo que el debate se plantea en si PNB debe superar su vocacio?n meramente fiscalizadora para postularse como una parte importante de la alternativa de futuro. Y la respuesta, a mi entender, no es un si? ni un no, pues requiere de un matiz previo.
El matiz es que hay que diferenciar conceptualmente entre la Asociacio?n de Be?ticos de Base Por Nuestro Betis y la Plataforma de Sindicacio?n promovida por ella.
La primera, la asociacio?n, se rige por unos Estatutos y agrupa a todas aquellas personas que tengan la consideracio?n de asociados y el pleno ejercicio de los derechos que los estatutos les confieren; toma sus decisiones en base al principio democra?tico de la Asamblea de asociados y tiene como o?rgano de gestio?n su Junta Directiva, elegida tambie?n por dicha Asamblea a la que se debe.
La segunda, la plataforma de sindicacio?n, se rige por un pacto de sindicacio?n suscrito ante Notario, agrupa acciones –y a sus titulares-, toma sus decisiones en base al voto mayoritario de las acciones que componen la Plataforma (esto es, cada accio?n vale un voto) y no cabe considerar que tenga un o?rgano de gestio?n, sino en todo caso unos representantes a efectos legales y una cierta delegacio?n ta?cita de facto en estos, a efectos operativos.
Hecha esta diferenciacio?n, cabe preguntarse si PNB o la Plataforma de Sindicacio?n, a?mbitos diferentes a los efectos indicados, pueden y/o deben jugar un papel protagonista en el camino hacia el Betis del futuro, y en el mismo Betis del futuro.
Yo no albergo duda alguna en cuanto a si pueden: tanto la asociacio?n como la plataforma pueden perfectamente jugar dicho papel, sin que exista en el caso de la asociacio?n un impedimento estatutario. No cabe –a mi juicio- interpretar el arti?culo 3 de los Estatutos como limitativo en este sentido, y menos a la luz de los propios Estatutos de la FASFE, federacio?n en la que esta? integrada tanto PNB como BPV, que en su arti?culo 4, apartado g, aboga justamente por “fomentar la participacio?n de los aficionados en el mundo del fu?tbol y en concreto en la propiedad y administracio?n de sus clubes, promoviendo su presencia en los o?rganos de gestio?n de los mismos”.
Tras responder a la pregunta de si la asociacio?n o la plataforma pueden jugar ese papel, la pregunta seri?a si deben. En el caso de la Plataforma no albergo duda alguna: por supuesto que deben hacerse valer los derechos de los accionistas minoritarios que la componemos y la fuerza que da el pacto de sindicacio?n. Y eso implica la presencia lo ma?s amplia posible en el Consejo de Administracio?n, en cualquier momento, tanto en el periodo de transicio?n como a futuro, tanto si la vocacio?n es de participar en el gobierno como si es meramente la de fiscalizar. Es un principio elemental y un debate ma?s que superado en el a?mbito empresarial, cuando stakeholders como los trabajadores de la empresa reivindican la presencia en sus o?rganos de gobierno o cuando los pequen?os accionistas impulsan la agrupacio?n de acciones y/o el activismo accionarial.
Cuestio?n diferente es que? deberi?a hacer la asociacio?n. En mi opinio?n, si la plataforma asumiese ese papel, la asociacio?n podri?a permitirse jugar un papel fiscalizador externo. Evidentemente, a mi juicio, eso tal vez conllevaría que algunas personas va?lidas ejerciesen prioritariamente la representacio?n de la Plataforma en el a?mbito del Consejo, o que se buscasen a personas con similar perfil de profesionalidad y dedicacio?n para desempen?ar ese papel. Pero creo que, en todo caso, es perfectamente conciliable mantener la vocacio?n de PNB con el papel que la Plataforma puede y debe jugar a corto, medio y largo plazo. Esa es, al menos, mi opinio?n, sin perjuicio de que apoyare? las opciones que se tomen en seno de Asamblea de asociados y Asamblea de sindicados, respectivamente..
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