Llega el primer fin de semana de la liga, tras un verano trabajando a la sombra y asistiendo de manera atónita al esperpento que se ha formado en la dirección de nuestro club, llegamos al primer partido de liga con un Lopera fuera de Juego, un equipo que por necesidad se ha quedado en un plantel de emergencia debido a la mala gestión del que ha sido el mayor enemigo del Betis en su historia, Lopera. Y para colmo llegamos con un consejo de administración invadido y tomado por una serie de ocupas que con toda la cara del mundo se han situado dentro para robar menospreciando a todos los Béticos que llevan tantos años sufriendo, tantos años luchando y que allá por el 92 durante la estafa de Don Manué, dieron los pocos ahorros de los que disponían para salvar a su Betis. Acción que a pesar de que los hizo dueños del Betis, hoy ven usurpados sus derechos de propiedad por especuladores llegados desde Navarra y otros lugares de la geografía española de gente que no tiene ni la más mínima raíz bética, y que como afirma el propio Oliver, vienen al Betis a ganar dinero. Que me expliquen a mí como se gana dinero en el Betis si no tiene un sueldo, solo 9 Acciones y no se reparten dividendos. Sólo hay una respuesta que se me ocurra, infringiendo la ley en perjuicio de los verdaderos dueños del Betis, los Béticos.

Como Bético militante que soy y sintiendo que nuestro Betis se muere entre nuestros brazos sin que podamos hacer nada por impedirlo, ya que la justicia no muestra aún acciones contundentes que estén repercutiendo de forma positiva, empieza la liga, comienza mi lucha.

Estaré en el Benito Villamarín un año más y no he visto aún mi carnet que andará ya por el número de socio 5000 o 6000 y pienso comenzar la presión, estaré con el equipo a muerte pero ni por un solo instante se me olvidará que nos siguen insultando, que nos siguen bilipendieando y que nos siguen robando unos señores que están ocupando puestos de consejero de manera inmoral, por tanto y si no hay algo que me lo impida, tales impresentables podrán verme junto al palco donde iré a decirles todo aquello que se merecen.

Ni Olvido ni perdón, impresentables fuera del Betis, ya es hora de que los verdaderos dueños reclamen lo que es suyo, creo que nadie permitiría que lo echaran de su propia casa, algo que nos está pasando a los Béticos.

¡Viva el Betis!