Pellegrini y el método que encaja en el Betis.
Manuel Pellegrini es el nombre propio de la reacción del Betis para situarse como uno de los candidatos más firmes a finalizar la temporada en puestos europeos. El sobresaliente arranque de 2021, con 17 puntos de 24 posibles, tiene al chileno como figura fundamental en el trabajo de gestión de un grupo casi calcado al del curso pasado y que ya ha superado el número de victorias de la 2019-20 completa (once ahora, diez entonces). El respeto que infunde, la manera de sacar partido a toda la plantilla, su acertada exposición con los medios, una rotación que no echa de menos a nadie, la capacidad de moldear al jugador joven, la buena lectura de los partidos y la justicia en sus decisiones han completado un mensaje completo que llega a un plantel en el que se disfruta de una confianza que se echaba en falta y que devuelve resultados.
«La unidad B será la que nos lleve al éxito». Es una frase que han repetido varias veces miembros del cuerpo técnico de Pellegrini. Ha conseguido el chileno que no haya titulares ni suplentes y que las bajas apenas se noten. Cuando no estuvo Guido sobresalió Paul, en las ausencias de Lainez ha destacado Aitor, con la baja de Bravo ha aparecido el mejor Joel, sin Víctor Ruiz rindió bien Sidnei... Las alineaciones no son tan previsibles. Jugadores que estaban defenestrados han pedido paso. Por ejemplo, Juanmi. Pellegrini ha obrado con justicia con todos y ha respetado el buen rendimiento. Cuando Guardado, Joaquín o Lainez volvieron de la cuarentena por Covid-19 tuvieron que ganarse de nuevo la titularidad. No regala nada el chileno. Y eso le beneficia en su trato con el grupo, que valora esta medida. Lo mismo ha sucedido con Joel ante Bravo. Si el getafense sigue a este nivel, no perderá la titularidad. Tampoco quiere forzar a jugadores y prefiere que juegue la alternativa para evitar lesiones más largas, valorando así la aportación de todos. Y eso ha sentado bien.
Pellegrini infunde respeto. Tiene una relación muy directa con los capitanes, jugadores que reconoce como Joaquín, Guardado, Canales o Mandi, pero también con los jóvenes. Éstos han valorado en sus declaraciones la importancia de haberse encontrado a un técnico de tan dilatada y brillante trayectoria como el chileno. Pellegrini está sacando lo mejor de Rodri, Paul, Miranda o Lainez. Es lo que se esperaba en una temporada tan compleja y sirve para sembrar en el futuro de un equipo que tiene a la cantera como base fundamental.
Y es que Pellegrini está consiguiendo liderar a un equipo que brilla este curso con muy pocos retoques en verano dada la situación económica. Sólo cuatro incororpaciones, todas a coste cero, en la medida de ajuste que tuvo que emplear Antonio Cordón, otra de las claves de la estabilidad verdiblanca en la faceta deportiva. El acierto en las incorporaciones, como se ha comprobado de pleno con Víctor Ruiz o Miranda y con más dudas con Montoya o Bravo, ha sido clave. También la apuesta por Paul como alternativa a Guido. Y está por ver el desarrollo de Yassin Fekir a partir de ahora. El cuerpo del plantel se ha mantenido y el resultado es muchísimo mejor, con lo que todas las miradas van para el conductor de la nave, que justifica finalmente que la composición del equipo sí era acertada pero sólo era necesaria una gestión acertada.
Después de unos meses en los que el grupo bético mostró todas sus caras con una irregularidad más parecida a la del curso pasado, Pellegrini dio con la tecla a partir de diciembre. Desde el choque en Pamplona se tomaron decisiones y se vio mejoría, luego ya estabilizada a partir del derbi: ocho victorias, tres empates y sólo una derrota en 2021. Se trata de uno de los mejores arranques de año del Betis, que cayó en los penaltis en la Copa y que en LaLiga ha ido recortando puntos con sus rivales directos para luchar por los puestos que dan acceso a jugar la Liga Europa o la Conference League.
La sangría defensiva que perjudicaba al Betis fue frenada también con los retoques del cuerpo técnico. Acabó 2020 con 19 goles a favor y 30 en contra. En el año actual lleva en LaLiga 13 tantos celebrados y sólo 8 encajados. Le ha dado la vuelta totalmente al equipo, que sabe sufrir y tapar todos los huecos. Ahora no le hacen tantas ocasiones al Betis, que ha mejorado en el repliegue, a la hora de tirar la línea del fuera de juego, en las ayudas a los laterales, en la presión tras pérdida. Un trabajo de meses que ahora da sus frutos. Se trata de un Betis más agresivo, que no renuncia a jugar bien pero que se agarra mejor a los partidos. Joel Robles sale ahora con poderío, los extremos ayudan una barbaridad atrás, los delanteros tapan la salida del pivote rival... Otro Betis, el del sello Pellegrini.
Mateo González.
Manuel Pellegrini es el nombre propio de la reacción del Betis para situarse como uno de los candidatos más firmes a finalizar la temporada en puestos europeos. El sobresaliente arranque de 2021, con 17 puntos de 24 posibles, tiene al chileno como figura fundamental en el trabajo de gestión de un grupo casi calcado al del curso pasado y que ya ha superado el número de victorias de la 2019-20 completa (once ahora, diez entonces). El respeto que infunde, la manera de sacar partido a toda la plantilla, su acertada exposición con los medios, una rotación que no echa de menos a nadie, la capacidad de moldear al jugador joven, la buena lectura de los partidos y la justicia en sus decisiones han completado un mensaje completo que llega a un plantel en el que se disfruta de una confianza que se echaba en falta y que devuelve resultados.
«La unidad B será la que nos lleve al éxito». Es una frase que han repetido varias veces miembros del cuerpo técnico de Pellegrini. Ha conseguido el chileno que no haya titulares ni suplentes y que las bajas apenas se noten. Cuando no estuvo Guido sobresalió Paul, en las ausencias de Lainez ha destacado Aitor, con la baja de Bravo ha aparecido el mejor Joel, sin Víctor Ruiz rindió bien Sidnei... Las alineaciones no son tan previsibles. Jugadores que estaban defenestrados han pedido paso. Por ejemplo, Juanmi. Pellegrini ha obrado con justicia con todos y ha respetado el buen rendimiento. Cuando Guardado, Joaquín o Lainez volvieron de la cuarentena por Covid-19 tuvieron que ganarse de nuevo la titularidad. No regala nada el chileno. Y eso le beneficia en su trato con el grupo, que valora esta medida. Lo mismo ha sucedido con Joel ante Bravo. Si el getafense sigue a este nivel, no perderá la titularidad. Tampoco quiere forzar a jugadores y prefiere que juegue la alternativa para evitar lesiones más largas, valorando así la aportación de todos. Y eso ha sentado bien.
Pellegrini infunde respeto. Tiene una relación muy directa con los capitanes, jugadores que reconoce como Joaquín, Guardado, Canales o Mandi, pero también con los jóvenes. Éstos han valorado en sus declaraciones la importancia de haberse encontrado a un técnico de tan dilatada y brillante trayectoria como el chileno. Pellegrini está sacando lo mejor de Rodri, Paul, Miranda o Lainez. Es lo que se esperaba en una temporada tan compleja y sirve para sembrar en el futuro de un equipo que tiene a la cantera como base fundamental.
Y es que Pellegrini está consiguiendo liderar a un equipo que brilla este curso con muy pocos retoques en verano dada la situación económica. Sólo cuatro incororpaciones, todas a coste cero, en la medida de ajuste que tuvo que emplear Antonio Cordón, otra de las claves de la estabilidad verdiblanca en la faceta deportiva. El acierto en las incorporaciones, como se ha comprobado de pleno con Víctor Ruiz o Miranda y con más dudas con Montoya o Bravo, ha sido clave. También la apuesta por Paul como alternativa a Guido. Y está por ver el desarrollo de Yassin Fekir a partir de ahora. El cuerpo del plantel se ha mantenido y el resultado es muchísimo mejor, con lo que todas las miradas van para el conductor de la nave, que justifica finalmente que la composición del equipo sí era acertada pero sólo era necesaria una gestión acertada.
Después de unos meses en los que el grupo bético mostró todas sus caras con una irregularidad más parecida a la del curso pasado, Pellegrini dio con la tecla a partir de diciembre. Desde el choque en Pamplona se tomaron decisiones y se vio mejoría, luego ya estabilizada a partir del derbi: ocho victorias, tres empates y sólo una derrota en 2021. Se trata de uno de los mejores arranques de año del Betis, que cayó en los penaltis en la Copa y que en LaLiga ha ido recortando puntos con sus rivales directos para luchar por los puestos que dan acceso a jugar la Liga Europa o la Conference League.
La sangría defensiva que perjudicaba al Betis fue frenada también con los retoques del cuerpo técnico. Acabó 2020 con 19 goles a favor y 30 en contra. En el año actual lleva en LaLiga 13 tantos celebrados y sólo 8 encajados. Le ha dado la vuelta totalmente al equipo, que sabe sufrir y tapar todos los huecos. Ahora no le hacen tantas ocasiones al Betis, que ha mejorado en el repliegue, a la hora de tirar la línea del fuera de juego, en las ayudas a los laterales, en la presión tras pérdida. Un trabajo de meses que ahora da sus frutos. Se trata de un Betis más agresivo, que no renuncia a jugar bien pero que se agarra mejor a los partidos. Joel Robles sale ahora con poderío, los extremos ayudan una barbaridad atrás, los delanteros tapan la salida del pivote rival... Otro Betis, el del sello Pellegrini.
Mateo González.
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