Corren muy malos tiempos para el glorioso, los peores de toda su centenaria historia me atrevería a decir. Lo que vemos ahora no es más que el culmén de todo lo sucedido durante 18 años de loperismo. Nos han dejado un club arruinado, a una afición dividida, un estadio a medio acabar, una ciudad deportiva sin terminar y unos 100 millones de euros en deuda.
Todo esto que digo no es moco de pavo. Las cosas están muy feas, encima tenemos un consejo en constante huida hacia delante, con el objetivo de sacar todo lo que puedan del barco antes de que éste termine por hundirse. El Betis es un gran acorazo herido de muerte, está practicamente hundido.
La cuestión está en reflotarlo. Es una ardua tarea, pues la rémora que nos deja lo anteriormente citado, no se irá en mucho tiempo. Lo positivo es que somos muchos los que queremos reflotar la nave aunque sea poco a poco para encaminarla hacia la superficie, pero esto no lo va a sacar solamente la jueza.
Los béticos debemos iniciar una lucha constante contra los que pretende darnos el último cañonazo, no podemos permitir que eso ocurra, para ello, hay que ponerse en pie de guerra, coger nuestras barcazas y dirigirnos hacia el acorazado que se hunde para reflotarlo sea como sea.
Béticos, luchemos por lo nuestro, llevemos la presión a todos los ámbitos posibles y que sean menester, ya que la ocasión lo requiere. La justicia es simplemente una ayuda, una mano tendida, a parte nosotros debemos pelear.
Si nos lo proponemos, algún día veremos de nuevo la nave verdiblanca, en popa a toda vela y con la conciencia tranquila.
MANQUEPIERDA, TUYOS SIEMPRE.
Todo esto que digo no es moco de pavo. Las cosas están muy feas, encima tenemos un consejo en constante huida hacia delante, con el objetivo de sacar todo lo que puedan del barco antes de que éste termine por hundirse. El Betis es un gran acorazo herido de muerte, está practicamente hundido.
La cuestión está en reflotarlo. Es una ardua tarea, pues la rémora que nos deja lo anteriormente citado, no se irá en mucho tiempo. Lo positivo es que somos muchos los que queremos reflotar la nave aunque sea poco a poco para encaminarla hacia la superficie, pero esto no lo va a sacar solamente la jueza.
Los béticos debemos iniciar una lucha constante contra los que pretende darnos el último cañonazo, no podemos permitir que eso ocurra, para ello, hay que ponerse en pie de guerra, coger nuestras barcazas y dirigirnos hacia el acorazado que se hunde para reflotarlo sea como sea.
Béticos, luchemos por lo nuestro, llevemos la presión a todos los ámbitos posibles y que sean menester, ya que la ocasión lo requiere. La justicia es simplemente una ayuda, una mano tendida, a parte nosotros debemos pelear.
Si nos lo proponemos, algún día veremos de nuevo la nave verdiblanca, en popa a toda vela y con la conciencia tranquila.
MANQUEPIERDA, TUYOS SIEMPRE.
Comentario