En la siniestra, con hechos consumados.
Será la tónica habitual el próximo verano o, mejor dicho, cuando se reabra la ventana de transferencias en esta atípica transición que se avecina entre la 19/20 y la 20/21. El que seguramente deba ser rebautizado como mercado otoñal deparará menos movimientos de lo habitual, al menos en las cuantías a las que nos tenían acostumbrados en algunas Ligas y ciertos clubes, con la cautela y el ahorro como políticas más extendidas.
El Betis no es ninguna excepción. Como se avanzó ya en estas páginas, la prioridad para el curso venidero radica más en mantener a los mejores hombres que en realizar algún fichaje sonado. Habrá salidas, pues la necesidad de hacer caja para rearmarse sigue ahí, pero los rectores verdiblancos tratarán de aprovechar las nulas ganas de marcharse de Fekir para formar a su alrededor una telaraña de calidad y empaque con Canales, Guido Rodríguez, Aleñá si decide continuar... En la sala de máquinas puede haber varios movimientos, porque, pese a tener contrato en vigor Guardado (recién renovado, pero con ofertas de la MLS), William Carvalho y Javi García, ninguno tiene asegurada su continuidad. Se buscan creativos y destructores. Un poco de todo. Con experiencia, rendimiento inmediato y hambre. Demasiados requisitos, quizás, para un mercado que, por el gasto, se transformará de forma obligada en mercadillo.
En la planta noble del Benito Villamarín se escuchan ofertas por casi todos, por no decir todos. Pero, mientras nadie fuerce su salida, sólo las que superen con creces la tasación estimada de los susodichos serán tenidas en cuenta. De generarse plusvalías razonables, todo es negociable, si bien la prioridad es que se conserve la columna vertebral y lleguen refuerzos con todas las letras. En esta ocasión, da igual si son cesiones sin opción de compra. Se buscará salvar la temporada en las mejores condiciones posibles para tratar de dar ese salto deportivo que, presupuestariamente al menos, sí estaba más que previsto.
La hoja de ruta marcada pasa por la prudencia. No se darán pasos en falso, aunque, lógicamente, habrá varios fichajes, algunos de ellos, puede que incluso la mayoría, fruto de traspasos. La crisis que se avecina por este parón, que se ha llevado por delante derechos televisivos, ingresos por abonos y ticketing, recortará la partida destinada a la plantilla, pero habrá fondos suficientes. En primer lugar, para mantener las fichas más altas. Y, luego, para los que vengan.
En el lateral izquierdo, el Betis esperará acontecimientos con Álex Moreno, seguido por clubes de la Premier y la Bundesliga, alguno de los cuales amagó con una oferta de dos dígitos que habrá que ver si confirma. Por Pedraza, toca renegociar a la baja con el Villarreal la opción (10+4) existente, aunque algunas fuentes lo dan más cerca del Benfica. El ofrecido Faitout Maouassa (21) no disgusta, pero el Rennes, que jugará Champions, pide 11-12 kilos por él. Al franco-congoleño le queda sólo un año de contrato y podría irse gratis el próximo verano, pero le apetece saborear la UCL. Nada que hacer ahí. No encaja, menos en este contexto. Hay una alternativa más avanzada, un recambio para Álex y/o Pedraza sólo a la espera de ser reactivado.
Óscar Murillo.
Será la tónica habitual el próximo verano o, mejor dicho, cuando se reabra la ventana de transferencias en esta atípica transición que se avecina entre la 19/20 y la 20/21. El que seguramente deba ser rebautizado como mercado otoñal deparará menos movimientos de lo habitual, al menos en las cuantías a las que nos tenían acostumbrados en algunas Ligas y ciertos clubes, con la cautela y el ahorro como políticas más extendidas.
El Betis no es ninguna excepción. Como se avanzó ya en estas páginas, la prioridad para el curso venidero radica más en mantener a los mejores hombres que en realizar algún fichaje sonado. Habrá salidas, pues la necesidad de hacer caja para rearmarse sigue ahí, pero los rectores verdiblancos tratarán de aprovechar las nulas ganas de marcharse de Fekir para formar a su alrededor una telaraña de calidad y empaque con Canales, Guido Rodríguez, Aleñá si decide continuar... En la sala de máquinas puede haber varios movimientos, porque, pese a tener contrato en vigor Guardado (recién renovado, pero con ofertas de la MLS), William Carvalho y Javi García, ninguno tiene asegurada su continuidad. Se buscan creativos y destructores. Un poco de todo. Con experiencia, rendimiento inmediato y hambre. Demasiados requisitos, quizás, para un mercado que, por el gasto, se transformará de forma obligada en mercadillo.
En la planta noble del Benito Villamarín se escuchan ofertas por casi todos, por no decir todos. Pero, mientras nadie fuerce su salida, sólo las que superen con creces la tasación estimada de los susodichos serán tenidas en cuenta. De generarse plusvalías razonables, todo es negociable, si bien la prioridad es que se conserve la columna vertebral y lleguen refuerzos con todas las letras. En esta ocasión, da igual si son cesiones sin opción de compra. Se buscará salvar la temporada en las mejores condiciones posibles para tratar de dar ese salto deportivo que, presupuestariamente al menos, sí estaba más que previsto.
La hoja de ruta marcada pasa por la prudencia. No se darán pasos en falso, aunque, lógicamente, habrá varios fichajes, algunos de ellos, puede que incluso la mayoría, fruto de traspasos. La crisis que se avecina por este parón, que se ha llevado por delante derechos televisivos, ingresos por abonos y ticketing, recortará la partida destinada a la plantilla, pero habrá fondos suficientes. En primer lugar, para mantener las fichas más altas. Y, luego, para los que vengan.
En el lateral izquierdo, el Betis esperará acontecimientos con Álex Moreno, seguido por clubes de la Premier y la Bundesliga, alguno de los cuales amagó con una oferta de dos dígitos que habrá que ver si confirma. Por Pedraza, toca renegociar a la baja con el Villarreal la opción (10+4) existente, aunque algunas fuentes lo dan más cerca del Benfica. El ofrecido Faitout Maouassa (21) no disgusta, pero el Rennes, que jugará Champions, pide 11-12 kilos por él. Al franco-congoleño le queda sólo un año de contrato y podría irse gratis el próximo verano, pero le apetece saborear la UCL. Nada que hacer ahí. No encaja, menos en este contexto. Hay una alternativa más avanzada, un recambio para Álex y/o Pedraza sólo a la espera de ser reactivado.
Óscar Murillo.
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