Si viene Bordalás es que Haro también se pone el chándal

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Parecía que ya habíamos visto todo lo surrealista que se puede ver en el Betis, pero hay margen para la sorpresa. Efectivamente, Bordalás, el paradigma del fútbol práctico, el antiSetién por antonomasia, incluso con enfrentamiento entre lo profesional y lo personal entre ellos, es un candidato al banquillo del Betis, como bien publican los compañeros de El Desmarque. La opción es razonable, un entrenador bueno, exitoso, para un equipo que necesita darle la vuelta a su política deportiva. Ningún problema.

¿Qué 'pero' hay? Pues uno que no es menor. El Betis, su comisión deportiva actual, en la que la voz de mando es la de José Miguel López Catalán, tiene preparada desde hace tiempo toda una estrategia de crecimiento basada en la idea de juego, en cómo se tiene que jugar al fútbol en el universo Betis, lo de gobernar los partidos por la vía de la posesión, y cosas como las que decía Setién. Hay manual al respecto encargado a empresas del sector. No crean que son sólo palabras. Ese era o es el plan del Betis, y en ese método Bordalás está en los antípodas.

¿Por qué aparece entonces Bordalás en el mentidero? Aquí viene lo mejor, porque Ángel Haro, asesorado por quien sea, es el nombre que pone sobre la mesa, en contra de la corriente de la dirección deportiva, que le da vueltas a nombres como Pellegrini o el propio Setién.

Esto que relatamos es novedad. Haro, con sus mil defectos, no había jugado hasta ahora a los 'fichajitos', era cosa de su compañero López Catalán. En estos momentos el presidente ya tiene su criterio en lo futbolístico, para lo bueno o lo malo. Se convierte en hombre de fútbol. Y si viene Bordalás y sale bien, pues habrá ganado crédito, y si pasa lo contrario, lo que ocurrirá es que se pone en la foto junto a López Catalán. Haro y Catalán a pecho descubierto, decidiendo, como le tocaría hacer al director deportivo que se echa tanto de menos.