El francés encontró el gol de la victoria en el último minuto de un partido en el Betis nunca mereció ganar. El equipo de Rubí volvió a mostrar una versión bastante mediocre y sin ninguna identidad de juego y estuvo a merced del Celta más de una hora de encuentro. Los tres puntos dan oxígeno a corto plazo, la duda es si el oxígeno valdrá para el largo. Por lo visto y demostrado hoy, difícilmente lo parece.
Sensación agridulce. Esa es la realidad verdiblanca hoy. El equipo ganó y ganó de la manera que mejor sabe. Pero hoy para ningún seguidor verdiblanco la sensación fue tan satisfactoria como debía haber sido. El equipo no dio síntomas de mejoría, es más dio sensaciones totalmente opuestas, sobre todo en una segunda mitad que a cada minuto que pasaba más tinta de despedida y de equipo roto cogía.
Rubí alineó un once bastante competitivo y lógico sobre el papel con los elementos que disponía, pero sobre el papel es una cosa y sobre el césped es otra. Y totalmente distinta. El equipo no funcionó en ningún momento. Las líneas estaban muy separadas, los jugadores recorrían distancias demasiado largas con y sin balón y el sistema no se movía para nada en sincronía. Había jugadores como Joaquín o Fekir que apenas contribuyeron al juego salvo en jugadas aisladas. El fútbol debe ser armónico y el Betis vive en un continuo desequilibrio.
Pero el fútbol a veces cuando lo colectivo no suma, lo hace lo individual. Y así es como encontró el Betis el primer gol. Se juntaron los dos jugadores con mayor talento, Canales y Fekir y fabricaron la única jugada realmente elaborado del equipo hoy. Con el nuevo sistema, al jugar Bartra e Ismael en el medio hizo que Canales se aproximase más a zonas ofensivas y es ahí donde el cántabro desnivela la balanza y hace al Betis un equipo muy peligroso. Así llegó el gol, con el diez verdiblanco llegando a línea de fondo y metiendo un centro al punto de penalti.
A la media hora, el Celta creció, el Betis replegó y le dio demasiadas opciones a la línea más creativa de los gallegos. Rafinha, Aspas y Denis comenzaron a juntarse y el Betis empezó a correr detrás del balón más de la cuenta. Esa dinámica se acrecentó al inició de la segunda mitad y la sensación del gol visitante se mascaba en el ambiente. Llegó de la manera más inoportuna un penalti demasiado evitable y así el partido entró en una batalla de tensión donde los dos equipos necesitaban tanto ganar que los nervios hacían mella en todos los jugadores.
En un balón parado, ya cuando todo el mundo aceptaba el desenlace del partido, apareció la pierna izquierda de Fekir para dar los tres puntos al equipo verdiblanco y darle media vida a su entrenador. El Betis ganó qué es lo es que necesitaba, pero no consiguió mejorar nada de sus últimas versiones y eso seguramente sea la peor noticia posible.
El uno a uno:
Sensación agridulce. Esa es la realidad verdiblanca hoy. El equipo ganó y ganó de la manera que mejor sabe. Pero hoy para ningún seguidor verdiblanco la sensación fue tan satisfactoria como debía haber sido. El equipo no dio síntomas de mejoría, es más dio sensaciones totalmente opuestas, sobre todo en una segunda mitad que a cada minuto que pasaba más tinta de despedida y de equipo roto cogía.
Rubí alineó un once bastante competitivo y lógico sobre el papel con los elementos que disponía, pero sobre el papel es una cosa y sobre el césped es otra. Y totalmente distinta. El equipo no funcionó en ningún momento. Las líneas estaban muy separadas, los jugadores recorrían distancias demasiado largas con y sin balón y el sistema no se movía para nada en sincronía. Había jugadores como Joaquín o Fekir que apenas contribuyeron al juego salvo en jugadas aisladas. El fútbol debe ser armónico y el Betis vive en un continuo desequilibrio.
Pero el fútbol a veces cuando lo colectivo no suma, lo hace lo individual. Y así es como encontró el Betis el primer gol. Se juntaron los dos jugadores con mayor talento, Canales y Fekir y fabricaron la única jugada realmente elaborado del equipo hoy. Con el nuevo sistema, al jugar Bartra e Ismael en el medio hizo que Canales se aproximase más a zonas ofensivas y es ahí donde el cántabro desnivela la balanza y hace al Betis un equipo muy peligroso. Así llegó el gol, con el diez verdiblanco llegando a línea de fondo y metiendo un centro al punto de penalti.
A la media hora, el Celta creció, el Betis replegó y le dio demasiadas opciones a la línea más creativa de los gallegos. Rafinha, Aspas y Denis comenzaron a juntarse y el Betis empezó a correr detrás del balón más de la cuenta. Esa dinámica se acrecentó al inició de la segunda mitad y la sensación del gol visitante se mascaba en el ambiente. Llegó de la manera más inoportuna un penalti demasiado evitable y así el partido entró en una batalla de tensión donde los dos equipos necesitaban tanto ganar que los nervios hacían mella en todos los jugadores.
En un balón parado, ya cuando todo el mundo aceptaba el desenlace del partido, apareció la pierna izquierda de Fekir para dar los tres puntos al equipo verdiblanco y darle media vida a su entrenador. El Betis ganó qué es lo es que necesitaba, pero no consiguió mejorar nada de sus últimas versiones y eso seguramente sea la peor noticia posible.
El uno a uno:
- Joel: Seguramente el mejor del equipo hoy. Medidísimo en el encuentro. Sacó un par de buenas manos y estuvo muy atento en todas las jugadas de ataque del Celta.
- Emerson: De más a menos. Como siempre acostumbra destacó por su físico y su llegada. Fue el que más creyó al comienzo y así encontró el primer gol llegando desde atrás para rematar el centro de Canales. En defensa sufrió a Denis Suarez.
- Mandi: Su partido fue realmente meritorio, sobre todo en la primera mitad donde ganó todos sus duelos individuales. En la segunda sufrió bastante más, pero se mantuvo bastante seguro.
- Feddal: Como Mandi no realizó mal partido. Sacó la mayoría de centro al área y no se complicó al despejar los balones más peligrosos. Los dos centrales cumplieron a un buen nivel.
- Alex Moreno: Más desaparecido y desacertado que acostumbra, pero cumplió en un partido realmente exigente. Más centrado en defender que en volar por la banda izquierda.
- Bartra: Su actividad y su capacidad de posicionarse realmente le vino bien para acostumbrase rápido a la posición pseudo pivote con el Betis atacando y tercer central cuando el equipo no tenía el balón. Estuvo siempre atento y llegó a la mayoría de coberturas. Hizo un buen partido jugado en esa posición hibrida y es un recurso más vista las bajas y el pobre nivel de la competencia.
- Ismael: No hizo un gran partido, pero cumplió y mejoró el centro del campo de otros partidos. Lo cual es positivo y un buen debut como titular para un canterano.
- Joaquín: Partido realmente muy flojo del capitán. Aportó y apareció muy poco durante el encuentro y fue la primera sustitución cuando el Celta apretó.
- Canales: Sin ser constante en el juego y teniendo que recorrer muchísimos metros para poder generar opciones ofensivas hoy fue el mejor de la zona ofensiva y el que más lo intentó. Jugó un pelín más adelantado y eso para el Betis siempre es positivo.
- Fekir: Intermitente y anárquico, pero apareció para encontrar a Canales en el primer gol y marcó el gol de la victoria. Lo que tienen los cracks. Su partido en general fue bastante mediocre, pero lo ganó él.
- Borja Iglesias: Sigue sin dar demasiado al equipo en ataque, pese a que no paró de intentarlo y tuvo el gol cerca, y hoy, además, en vez de dar al equipo, le quitó provocando un penalti bastante evitable y pudiendo costar la victoria.
- Guardado: Tuvo que entrar ya que el celta estaba ganando la batalla del centro del campo con una diferencia absoluta pero el mexicano apenas aportó al equipo. Está muy lejos de ser útil en este equipo.
- Loren: Entró al campo en el contexto más complicado (con el empate a 1) Tuvo en su cabeza el gol de la victoria. Apenas pudo aportar algo más.