El equipo ni está ni quiere estar.
Pierden todos los balones divididos, están todo el rato más pendientes de discutir entre ellos o con el árbitro que del balón.
No solo nos la lían en cada saque de banda porque no estamos ni mirando, sino que incluso cuando ellos cometen errores, no somos capaces de aprovecharlos por no estar pendientes.La jugada de Barragán y Joaquín cuando ellos se equivocaron en la salida ha sido dantesca.
Eso solo se puede solucionar cambiando al entrenador. Ni es tema de plantilla, ni de alineaciones, ni de nada. El equipo tiene que creer en lo que sea que hagan, por más que lo que hagan sea una porquería.
Y luego, por supuesto, está el tema tanto de la plantilla como de las alineaciones.
Pierden todos los balones divididos, están todo el rato más pendientes de discutir entre ellos o con el árbitro que del balón.
No solo nos la lían en cada saque de banda porque no estamos ni mirando, sino que incluso cuando ellos cometen errores, no somos capaces de aprovecharlos por no estar pendientes.La jugada de Barragán y Joaquín cuando ellos se equivocaron en la salida ha sido dantesca.
Eso solo se puede solucionar cambiando al entrenador. Ni es tema de plantilla, ni de alineaciones, ni de nada. El equipo tiene que creer en lo que sea que hagan, por más que lo que hagan sea una porquería.
Y luego, por supuesto, está el tema tanto de la plantilla como de las alineaciones.
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